Saqué mis libros del cacillero, próxima hora, química, interesante, justo lo que necesito, saber sobre las fases y la mierda que sea que den en química. Para ser honesta, no he estado de humor, no teniendo que levantarme tan temprano sólo para ir al colegio.
Terminé de echar los libros en mi mochila, cerré el casillero y me dirigí al salón de química.
Mierda.
Recordé que en ésta clase estaba Veronika, no quería en lo absoluto verle la cara, aunque ya he perdido un día de clases, no puedo darme en lujo de perder otro. El sólo pensar que en pocos días o probablemente mañana Laura estará en el mismo instituto que yo, me alegra, o al menos me ayuda un poco con el ánimo.
Llegué al salón, entré, no habían muchos estudiantes. Me senté en el último lugar, esperando a que alguien llegara.
Patrick.
Sabía que aún faltaba para que tocaran, aparte, era la primera hora, nadie llega tan temprano, al menos no para esta clase. Hoy salí de casa sin siquiera despedirme o ver a alguien de la casa, decidí caminar, liberarme y pensar un poco. Quería un momento conmigo mismas.
Mi celular vibró, el nombre de Patrick ocupando la pantalla indicaba que tenía una llamada de su parte.
-Hola.
-Hey, te fuiste sin avisar, ¿dónde estás?- sonó preocupado.
-En el salón de química, en el que deberás estar en menos de veinte minutos.
-oh, te ves linda. -sentí que sonrió.
-Aún no me has visto, ¿com...- miré en dirección a la entrada. Patrick estaba parado ahí mirándome con una gran sonrisa. Colgó la llamada y guardó su celular. Se acercó a mí, me dio un corto beso y se sentó en el asiento de al lado.
-¿Por qué no me esperaste?, hubiera querido llegar con mi novia. - Sonreí, sentí un poco de rubor en mis mejillas.
-Necesitaba un tiempo a solas. -Jugué con mis manos.
-Vale, pero mañana no te salvas. -Me dio un beso y fijó su vista en dirección de la profesora que acababa de entrar.
El tiembre indicando que era hora del almuerzo sonó. Guardé mis libros y posé mi mirada en Patrick. Tenia unos vaqueros, un buso blanco y su sudadera del equipo. Aún seguía sin creer que fuera su novia, o que él fuera mi novio. Patrick no dijo nada, se paró, tomó sus cosas y me jaló hacia la salida del salón. Su mano era cálida, siempre había diferencia en cuanto al tamaño. Recordé que estamos en el instituto y que probablemente todos nos estén viendo. Miré a mi alrededor, como lo supuse, todos nos estaban mirando. Muchas chicas me miraban con odio, otros chicos con incredulidad. Probablemente creían que era la nueva muñeca de trapo con la cual él jugaría.
No noté en que momento habíamos llegado a la cafetería, estaba llena, muchos estudiantes almorzando, otros hablando o simplemente haciendo otras cosas. No tuvimos que hacer fila, Patrick se coló, por lo que yo hice igual gracias a que su manos tenia la mía con firmeza. Pedimos el almuerzo y nos dirigimos a una mesa libre.
Era sorprendente que ninguno de los dos haya dicho algo aún, o que no estuviera a la hora del almuerzo con Liam, siempre fue así.
-¿Liam? - Patrick rompió el incomodo silencio que había prevalecido durante varios minutos.
-No lo sé, no me ha llamado.- Alcé los hombros. - Por cierto, ¿cuándo me presentarás a alguno de tus amigos, o al menos a uno? - Recordé que no conocía a nadie del circulo amistoso de Patrick.
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Viviendo Con Mi Enemigo
Romance- ¡No, no, no y no! ¡prefiero vivir sola y debajo de un puente! ¡me niego! ¡me niego a vivir con mi enemigo!. ¿Por qué el mundo me odia tanto?, ¿por qué de todos lo hombres que hay en el mundo, a mi madre se le da por estar con el padre de mi enem...