18.Te lo puedo explicar.

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-Yo... Yo creo que Sí. - una amplia sonrisa invadió mis labios.

-¿sí?- Patrick sonrió dudoso.

-sí... -me volvió a besar. Nos volvimos a unir en un perfecto y mágico beso.

-Te- beso -Quiero- beso -Mí- beso- Novia.- beso. Sonreí. Su novia. Mí novio.

-creo que tengo que ir a dormir. Si Liam despierta y no me encuentra se preocupará.-bese sus labios. Me estoy volviendo adicta a ellos.

-¿cómo qué estás durmiendo con Liam?- Patrick se tensó un poco.

Empecé a reír.- por Dios, sabes que Liam es como mi hermano, deja la paranoia. -Sonreí.

-me encanta verte sonreír.-me dio un beso corto.-¿no vas a comer? - ambos miramos lo que había servido para comer.

-creo que no, se me cerró el apetito. Si quieres cometelo tú. Por cierto, ¿qué hacías despierto?-funci el ceño.

-también tenia hambre. Ya había acabado cuando llegaste.

-oh, bueno, creo que ambos debemos de ir a dormir, vamos. - lo tomé de la mano y salimos de la cocina. Subimos las escaleras, llegamos a la puerta de mi cuarto.

-te quiero, descansa bombón.- me besó.

-tú también, descansa honey.

-you are sweet, honey. -sonreí. Le di un último beso y entre a mi cuarto. Por suerte Liam aún no había despertado. Me acosté con cuidado de no despertarlo, nos arrope a ambos. Sonreí al recordar todo lo que pasó. You are sweet, honey. De verdad, soy la novia de Patrick McCabe. ¡OMFG!.
No podía con tanta emoción, quería gritar lo contenta que era en este momento, pero de nuevo el sueño llegó.

Abrí los ojos, ya no tenia sueño, ya me sentía bien, o al menos mejor de como me sentía anteriormente. Me senté en la cama, até mi cabello en una coleta alta. Miré a mi lado, Liam aún dormía. Sonreí al verlo, ¿qué sería de mi sin Liam?.

Me paré de la cama, me dirigí al baño, creo que ya no aplazaré más el baño. Entré y cerré la puerta. Me vi en el espejo, unas hermosas ojeras estaban a la vista. Estaba pálida, más de lo normal. Me quité la ropa, la dejé en el piso, abrí la llave, dejé que el agua cayera por todo mi cuerpo llevando se consigo ese sentimiento de asco. Enjaboné mi cuerpo. Recordé que hace dos días no lavo mi cabello. Lo solté y dejé que el agua lo empapara para poder echar le shampoo. Después de tener el cuerpo completamente enjabonado abrí la llave para terminar de bañar me y salir.

El agua había llevado todo rastro de suciedad en mi. Sequé mi cuerpo y salí del baño, me dirigí al closet, saqué ropa interior limpia, un short, una blusa negra y mis vans.
Volví a entrar al baño. Me puse la ropa. Me eché polvos, rímel, loción y desodorante, crema para el cabello y salí del baño. Era impresionante cuanto tiempo podía dormir Liam. Tomé mi celular, vi la hora, la una y quince de la tarde. Wow, si que habia dormido. Salí del cuarto, bajé las escaleras, me dirigí a la cocina.

-freya, podrías servirme el almuerzo por favor. - freya era la nana, por decirlo así. Ha sido la nana de Patrick desde que nació, o eso fue lo que mamá dijo. Había estado de vacaciones, no sabría decir con exactitud hace cuanto volvió.

Sentí que bajaban las escaleras, gire mi mirada, un Max sonriente bajaba dirigiéndose a mi.

Se acercó, besó mi frente y se sentó a mi lado.

-buen día Jess.

-de buen humor, me gusta.- Sonreí.

-digamos que el hecho de que mi hermana este en casa sana y salva es razón suficiente para estarlo.-me devolvió la sonrisa.

Viviendo Con Mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora