Siempre serás tu

Vendaval

•Como la vida y la muerte
Como quien no se arrepiente de perder
Una gota de piedad
Para esta tempestad que llevo dentro•

Narra María José

Después de la tempestad viene la calma es lo que decían y tal parece que es real, después del malentendido que ocurrió y de casi perder al amor de mi vida todo parecía indicar que volvimos a la normalidad. La noche anterior había sido una de las peores de mi vida pero  hoy tuve el despertar más hermoso, Paulina y yo estamos conectadas a niveles que ni yo misma puedo entender, volverla a sentirla fue tan reconfortante.

Deseaba quedarme ahí para siempre.  Pero el deber llamaba, prometí ir solo por unos documentos pero ni bien llegué a la oficina mi asistente me recordó aquella importante cita. No me quedó más que enviarle un mensaje para avisar que me quedaba solo un momento, el cual tuvo como respuesta la foto donde ambos hacían un puchero ¿Y si dejaba todo esto de lado? Si al fin y al cabo la firma estaba montada, mi presencia era para firmas y almuerzos, mi único sueño siempre fue ser mamá y tenía tres niños que me necesitaban. Algo que siempre me giraba en la mente. Era algo que necesitaba definir pero ya tenía una idea de cómo hacerlo.

Pasé la mañana entre documentos, mensajes de amor y fotos de mis bebés enviados por Clarita, hasta que llegó uno de mi amor

Pau 💖
Mi amor, te estaré esperando, me muero por volver a tenerte entre mis brazos, no sabes lo mucho que te necesito. Eres el amor de mi vida. Ya hablé con mamá y se quedará con los gemelos y Nacho.

Su amor era lo mejor que me había pasado, aún no entiendo cómo dudo que lo nuestro era más fuerte que todo en este maldito mundo, ahora me tocaba demostrárselo cada día de mi vida.

Cerca del medio día me dispuse a ir a la reunión de trabajo, pretendía terminar todo tan rápido pues quería pasar la tarde con mi familia, consentir a mi reina, jugar con mi rey y pequeño príncipe. Una llamada me sacó de mis pensamientos.

- Hola Clau

- Hola mi amor ¿Cómo están las cosas? - siempre tan preocupada

- Todo va perfecto, desde el episodio de  ayer pudimos resolverlo o eso parece, hoy cenaremos solas.

- ¡En hora nueva! Sabía que todo se resolvería amiga, entonces ¿Cuando podré conocer a mi nuevo hijastro?

- Arréglare una cena para el fin de semana, así Pau conoce a Emm también.

- Eso sería perfecto rubia, que ustedes no pueden faltar a la boda.

- Eso jamás amor, te dejo que llegue a mi almuerzo de negocios. Esto ya me está hartando
- Le hablaste a Pau de que quieres dejar de trabajar y ser una mantenida - ella se reía del otro lado del teléfono y noté que Emmily estaba junto a ella escuchando.

- Hablaré eso hoy mismo. Las dejo, nos vemos pronto.

Albert Longoria era al parecer un nuevo magnate hotelero que pretendía expandir un nuevo negocio en México y me había solicitado personalmente ser quien llevará el caso, acordamos almorzar para revisar los pormenores del proyecto.

La reunión fue fortuita, el no paraba de halagar mi carrera y belleza, a decir verdad no parecía el típico rico pero era lo último que me importaba. El proyecto comenzaría en cuanto los permisos fueran dados además que mi buffet quedaría como encargado de los futuros pormenores legales, me despedí de el sintiéndome un poco extraña. Creo que me había echo mal la comida ya que todo me daba vueltas pero preferí ignorar, al llegar al estacionamiento, mi intención era pedirme un auto para que me llevara a casa, pero cuando tome mi móvil  todo se volvió Negro.