Epílogo

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Si me hubieran dicho, mira vas a tener que vivir momentos muy oscuros pero tendrás una felicidad plena hasta el último día de tu vida, pues yo viviría todo dos veces con tal de disfrutarlo. Disfrutarlos...
Paulina dormía en mis brazos y podía escuchar el ruido de las olas romper cerca de la costa, tenía abierta la ventana y sentía la brisa cálida que se colaba por las sábanas que nos cubrían. Acariciaba su piel, su mejilla y su cabello, podía ver como unas canas blancas asomándole, ella se rehusaba a pintárselas, la amaba pero yo, las quería fuera. Paulina sintió que me desperté, más se acurruca a mi, pero escuchaba a lo lejos la alarma de mi celular, me imaginé donde podía estar, a un lado del sillón donde paulina me desnudó y me hizo él amor dulcemente como se lo había pedido o rogado en la cena. Hacia dos semanas que estábamos en Maldivas, habíamos rentado una pequeña casa, pero pasado ese plazo sabíamos que no estamos mas solas. Primero fue María, que me necesitaba, que me extrañaba y no quería estar sin mi. Paulina intentó convencerla pero Bruno también nos necesitaba. Por ende nos mudamos a un lugar un poco más grande, ellos venían con sus familias.
Bruno venía con su esposa y mis pequeños nieto. Ella era parte de la familia, una artista plástica que se conocieron con bruno en la universidad y jamás se volvieron a separar, mientras él diseñaba como el arquitecto hermoso que es, mi nuera pinta cuadros para las propiedades que él vende. Mi mar es otra cosa. Mi reina es la abogada de mamá, solita se abrió su camino pero siempre bajo mi protección, al tiempo de terminar su carrera y trabajar en mi bufete, la niña llevo a su hermano Teti a una guardia por dolores en la panza y conoció al que sería "el amor de su vida" esa era yo,
Pero como hacía, no? Mi yerno Luciano era un viudo de 27 años, había perdido a su ex esposa por un cancer terminal, pero ella le dejó un recuerdo, un niño que es el alma de nuestra casa, Lucio, mi primer nieto. Para Pau y para mi fue una experiencia única, la disfrutamos tanto, si bien luego vinieron las gemelas de Bruno, Lucio siempre será el primero y el amor de la vida de Mar. Hasta eran parecidos, mismo color de ojos y mismo geniecillo, si lo sabré yo.
Mi hijos más pequeños, ignacio y Alfredo es otra historia. Que niños terribles por Dios. Una madre devota al cientos por cientos. Ignacio fue un niño muy demandante y aún la diferencia de edad con Mar siempre era una pelea tras otra, por suerte crecieron siempre muy unidos y sin diferencias que se marcaran. Ignacio fue un adolescente muy complejo, el se dejó llevar por la gente de su universidad y lamentablemente tuvimos que experimentar cosas muy feas, pero que juntas como madres sacamos a flote. Al poco tiempo y el en rehabilitación conoció a un buen hombre, Néstor, un poco más grande que mi niño, profesor de filosofía y su novio, aunque creo que vienen a anunciar algo más en estas vacaciones. Finalmente Alfredo, el siempre tuvo el temperamento de Paulina, el eterno amor de mamá y mami, nuestro pequeño milagro. Alfredo comenzó la carrera de contador público, siempre de novio con Sara, la hija de mi amiga Cladia y Emily, pero en un descuido según el, nos convirtieron en abuelas antes de terminar ambos la universidad. Ambas abuelas, las cuatro ayudamos en todo lo que pudimos para que ellos pudieron terminar de estudiar, pero a decir verdad, ellos eran muy independientes.
Pero a pesar de todo; creo que este fue mi mayor reto, el que les contaré a continuación. Cuando Alfredo dejó de Kínder pau se enfrentaba a sus treinta y tantos, estaba pasando por una pequeña crisis de edad, algunas mujeres se hacen cirugías; otras se van de viaje, pero mi esposa no, la mía quería una bebe, no un bebé, quería una nena. Paulina no quería esperar más para volver a ser madres y aunque se habló, ella soñaba con un bebé más antes que llegara la menopausia.
Perdí los lugares donde no lo hemos hecho. Incluso rentamos un departamento y lo adaptamos solo para poder darnos placer y complacer todas nuestras fantasías. Había pasado un año y pau se estaba conformando que solo seríamos lo que estábamos hasta que me sorprendió en casa feliz, con los ojos llorosos y me abrazo diciendo que seriamos uno más en la casa y sería una hermosa nena. No podíamos saberlo, pero en un estudio de los órganos del bebé, pau pidió saber el sexo y adivinen que? Una nena hermosa.
Si bien exitieron miedo y dudas de Mar por la insistencia de su mamá de tener una hermanita, luego de mucho drama, comprendió que no debía tener miedo. Cuando nuestra Victoria nació, Mar estuvo junto a su madre y ayudó en todo, por primera vez una vida que traíamos al mundo no era una copia exacta mía, sino que era paulina en pinta. Hasta el último lunar era igual a ella. Lo que si no heredo de su madre fue su hermoso carácter, ese era el mío.
Pero nuestro amor pasó ese momento obsesivo de mi señora esposa por algo que llegaría sin que nosotras lo hubiéramos planeado. Antes que victoria llegara, pau optó por adoptar, quería una nena más en la familia por ende esa era la búsqueda, no quería ningún tipo de procedimiento médico para volver a quedar embarazada, así que decidimos volver a intentarlo, sabíamos que se se demoraría. Una tarde con los niños cuando apenas Victoria vi tenía 2 años, nos avisaron que la adopción se había concretado pero era un niño y no una niña. La verdad es que la actitud del lugar fue un horror, el niño tenía 2 años y pesaba menos que bruno a esa edad, el nene tenía problemas motrices según lo que ellos decían y era "inestable" ese niño necesitaba una familia y nosotros le daríamos ese amor de hogar. Paulina no consulto mucho, hablo con el pediatra de los niños y luego con un psicólogo infantil que Salo nos dio. Cuando lo conocimos congeniamos al instante, él tenía un nombre que le habían dado en el hogar, pero no le gustaba, yo le conté que cuando era pequeña jugaba con un oso enorme (parecido al que le llevamos cuando lo buscamos) que me protegía en las noche y se llamaba Rodolfo, que me encantaba y que era genial para ponerle a su oso, el me miro y tomó mi mano "puedo llamarme así" yo lo abracé en mi pecho y le dije que él podía llamarse como quisiera. Si bien la crianza fue compleja, no pude agradecer más a la vida que tener la hija que tenía, Victoria le decía a todos que el era su mellizo, que era suyo y de nadie más, como bruno era de María. Ellos se llevaron al instante.
Los problemas de Rodi eran falta de amor, al mes sus ojos brillaban, compartían habitación con victoria porque así lo dispusieron, aumento de peso y brincaba por toda la casa. Al principio costó todo, bañarlo, que comiera porque escondía la comida por temor a que le faltara después, pero su primer cumpleaños que insistieron se festejará el mismo día de su hermana el era otro niño. Hoy es un hombrecito hermoso, un adolescente que es casi tan alto como Bruno que es el mayor de todos, su fisonomía es parecido a Pau pero heredó mi sonrisa irresistible. Con él cerramos la fábrica de bebés, nuestro pequeño Rodi.

- amor?- la intente despertar
- Ay amor no quiero levantarme pero ya ni que, los niños están llegando - me decía Paulina suspirando
- Yo no sé si lo dices por los nietos o por los hijos-
- ¿No te dije? Solo van a quedarse nuestros hijos unos días, luego si vendrá el resto de la familia
- ¿Y eso?
- Quieren a sus madres para ellos solos. Pero no, necesitan descansar un poco y las chicas y chicos se quedan en otra casa en el continente
- Pero y Néstor? - era el único sin hijos ¿que iba hacer?
- Es verdad ¿no? Pues capaz se va de spa, rentaron un hotel con todas las comodidades. Ahí le consulto a Nacho, pero segurito lo deja ahí, ese es el que más pegado quiere estar. No me extraña que no estuviera aquí una semana antes entre estas cobijas.

Y así comenzaron a llegar mis niños. Habíamos armado una mesa enorme y por más que explicábamos que éramos una familia amplia, siempre faltaban sillas así que usábamos las del desayunador o los sillones. No podía quejarme, deseaba eso para mi.
Mar nos contaba los casos que tenía y estaba a tope, Bruno la bromeaba y abrazaba y los más pequeños siempre era algo de la universidad. Tuvimos un momento donde todos comentaron lo que había sido su tiempo en parejas y las ganas de Ignacio de adoptar un niño, Rodi estaba feliz de la decisión que tomó su hermano.
Yo no podía estar más feliz mirándolos, observando cómo habían crecido mis bebés, mis niños que ya eran hombres y mujeres, que nos habían hecho abuelas, era increíble eso.
- ¿mamá qué pasa? - se me cristalizaron los ojos ante la pregunta de Bruno
- Que me hacen muy feliz - y me largue a llorar
- Ay mami
Todos me abrazaron y paulina me tomaba del cuello y besándome las mejillas
- te amo -
- Te amo Pau, te amo para siempre.

Los niños comenzaron a tomar sus batas para irse a la playa, con Pau fuimos detrás de ellos y los veíamos como se arrojaban agua. Por un segundo los volvió a ver súper pequeños, como cuando íbamos todos de vacaciones. Mar me miraba y me sonreía, como olvidar esa sonrisa, es la que me regaló la primera vez que la vi, doy gracias a la vida por mis hijos y por esa mujer que ahora acomoda mi parasol perfectamente para evitar que mi piel se exponga completamente a los rayos. Era completamente feliz, pero obvio la felicidad plena no existe pero estos momentos lo era, de eso es la vida, de momentos y los míos desde que conocí a Paulina eran inolvidables, tanto los buenos como los malos, por suerte los primeros eran más.
Ella recostó su cabeza en mi pecho y jugaba con mi cabello.
- en que piensa tanto esa cabeza que anda tan sensible
- Pues a ver, uno qué te amo mucho mi cielo, dos ¿en cuanto estos niños han crecido? y tres que estos niños no nos van a dejar ni un segundo para demostrarte lo que te necesito.
Y me le aventé del camastro a la arena y caímos riéndonos.
Y ahí nos quedamos abrazadas viendo cómo se aventaban agua y arena los niños, nuestros hijos, Como se sonreían y como el sol caía.
- siempre fuiste tú, mi amor
- ¿Que? - me había descolocado, ella me miraba fijamente
- Que siempre fuiste tu, nuestro destino estaba escrito desde antes, por más que intentáramos separarnos, alejarnos, siempre tu estabas junto a mi de alguna manera.
- Nunca te librarás de mi Paulina de La Mora
- Ni quiero
Y ahí se fue ese atardecer. Tome la mano de Pau y nos fuimos acercando cada vez más al agua, abrazadas y envuelta en las olas de ese mar tan apacible

Fin

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🌸 feliz navidad y próspero Año Nuevo.
Queremos agradecer la paciencia y el respeto ante todo que nos tuvieron. Esto es el final de una historia que vinimos trabajando hace unos años y espero que generara el amor que intentamos trasmitir.
Queremos recordar que nosotras leemos TODAS las historias de María José y paulina, canon y no canon, nos parecen una chulada y muchas no se han continuado y nos da mucho coraje eso porque hay gente que las sigue y las quiere leer y es por eso que aunque estábamos hasta los ovarios de cosas decidimos terminarla.
Espero que les guste; que la amen como nosotras amamos a las conejas tóxicas estas. Les leemos en comentarios y le queremos contar que estoy trabajando en una historia bastante canon. Pero luego hablaremos de eso.
Les deseamos lo mejor 🌺🌹

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