México VIII

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                                                                                                                                                           Narra Paulina.

La mudanza a México era un hecho, sentía nostalgia y un poco de resentimientos, mis gemelos eran pequeños y tantas mudanzas los terminarían afectando. Por otro lado mi Nachito con solo tres meses, el cambio de horario y un viaje tan largo le afectaba terriblemente, había comenzado con cólicos que no me dejaban dormir.

Tres días nos tardamos en empacar la que fue nuestra vida por seis meses, el lugar donde nuestro hijito había nacido y donde soñaba me casaría por fin con el amor de mi vida, tres días de peleas con Mar quien preguntaba hasta el cansancio si volveríamos a Madrid o si podía seguir con sus clases de pintura desde México, por su parte Bruno a quien la idea le parecía estupenda preguntaba si volvería a su colegio y clases de Karate, sumado a que Ignacio estaba un poco resfriado mi cansancio era tanto físico como mental, pero ahora por fin María José estaba presente en todos los sentidos, había venido a almorzar quedándose el resto de la tarde empacando junto a nosotros hasta que esa llamada nos sacó de la atmósfera familiar.

- Maria deja eso, no nos vamos a llevar todo. - acariciaba a mi nena y me sentaba junto a ella.

-Pero mamá es mi carrito, mami me compró la colección- Mi niña hacía su tradicional puchero.

- ¿Entonces dejarás el otro y llevarás este?

Negó con su carita de tristeza, tomó su nueva colección y enfiló de vuelta a su habitación, estaba comenzando a crecer, sentí unas manos en mi cintura lo que me hizo volver a la realidad.

-Mi amor

-Hmmm - hundió su cara en mi cuello. - mi madre está armando un almuerzo de despedida mañana, solo la familia.

- Majo no, aun no terminamos y quiero descansar con el niño que aún tiene un poco de fiebre.

- Lo se mi vida pero ellos se quieren despedir.

-¿Despedir? Vamos a volver María

-Tú entiendes amor.

-No María José no entiendo ¿Vamos a volver al cabo de un año? quiero que me lo prometas.

- Si mi amor, te prometo que vamos a regresar y casarnos aquí, pero por ahora vamos a ir a almorzar con la familia, por favor- y ahí estaba el puchero de Mar.

Al final solo pude ceder, así como también cedi a las insistencias de mi suegro por enviarnos en avión privado o la de mi mujer que contrató seguridad para la casa en México y a decir verdad, ceder me estaba cansando.

El almuerzo fue extraño, me sentí como un mueble más hasta que Puri llegó entendía que Norma estaba devastada porque sus nietos se iban pero sentía cierto recelo hacia mi. Decidí encerrarme en mis pensamientos, suficiente tenía con la presión en mi pecho cada vez que recordaba mi próxima llegada a México.

-¿Verdad Pau? - me acariciaba la pierna Maria José

-Disculpa ¿Qué decías?

-Queremos que las primeras vacaciones de Ignacio sean en la playa, quizá un crucero, solo tenemos que esperar un poco a las vacaciones de los niños.

- Pero hija ¿Cuándo volverán?- Majo volvió su vista a mi, aparentemente nerviosa.

- Respóndele a tu madre mi amor.

-Ese no es el tema, Madre ustedes pueden ir y visitarnos cuando lo deseen y lo sabes.

-Pero yo quiero ver crecer a mis nietos, jugar con ellos, no me quiero perder nada de Ignacio.

- No quiero pelear mamá, esto solo nos compete a Paulina y a mi. - Se levantó, buscó a Ignacio en su cochecito y se lo llevó al jardín.

Su actitud me dejó helada, el resto de la tarde todo fluyó un poco más, a la noche Norma insistió en que los mellizos durmieran con ella para poder disfrutarlos un poco más y extrañamente mi mujer se negó, tomo a un Bruno dormido entre sus brazos, besó la frente de su hermana y me dejó ahí con dos niños sin decir más.

-Pau, cuida mucho a mi niña y a mis nietos, iré a verlos pronto.

-Si Norma, no se preocupe.

Ella alzó una vez más a Mar, beso a Nacho y nos dejó ir. Tenía la intención de encarar a Majo pero el hambriento de Nacho busco mi pecho ni bien arrancamos a casa, durante el trayecto Bruno despertó, necesitaba saber el porque Majo se comportaba así con su madre.

Al llegar a casa me beso y llevó a los niños a ducharse, después volvió por la cuna de nacho llevándolo a él también, lo tomé como una señal y me dispuse a ducharme, tenía la esperanza de que ella entrara, la necesitaba tanto, mis manos comenzaron a bajar y mis gemidos se hicieron presentes.

-¿Comenzando sin mi?

- Majo

- No, no continua, me encanta verte, tenemos 2 horas para nosotras.

- Esto te va a encantar más- me dedique a darle placer, la saboree completa hasta sentir sus manos en mi cabeza pero también la prepare. -Te espero en la cama mi vida.

En menos de cinco minutos la tenia lista para mi, le hice el amor lento ella pedía y yo se lo daba, me sentí amada y deseada como meses atrás no y cuando creí que habíamos terminado todo volvió a comenzar, no tomamos precauciones pero eso ahora no era importante.

Cuando nuestra alarma sonó estábamos abrazadas cual adolescentes.

- Voy yo amor, tu aséate.

-¿Segura? - me decía aun desnuda en la cama...

-Si, me traigo su cunita, hoy quiero dormir abrazada a ti.

Cuando volví con nuestro hijito Majo ya estaba recostada, ella se hizo cargo hasta que yo volví con mi pijama puesto.

-Este precioso ya se quedó dormido ahora nos toca a nosotras.

- Majo - no me dejo tampoco que le pregunte nada.

-Vamos a dormir mi amor, ven.- Nos recostamos abrazadas, sentía su corazón latir con tanta paz- Te amo mi amor, ustedes son todo para mi, jamás olvides eso.

Me deje ir entre sus brazos, soñando con la maravillosa vida que tengo a su lado.

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Holis, meses de locos ♥

Pero tenemos nuevas nuevas.... ♥.♥

Si, si ya hicimos nuestro drama en Twitter. Acaso no es lo que todos nos preguntamos '¿porque Monolo no espero unos meses y asi Paco pudiera Ir a mexico? si, un odio extremo.


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