Cuernavaca

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Si bien el día había sido maravilloso, yo seguía asustada y nerviosa. Ese sueño había sido muy vívido. Aproveche cada beso y cada caricia. No quería perderla jamás. Durante el día me pellizque varias veces para saber que estaba despierta, aunque la succión de mi bebé en mi pecho me alertaba. El médico me había indicado no tomar más los calmantes y seguir con un protocolo de leche de banco y leche mía en menor cantidad, pero mis pechos explotaban así que mucho tuve que desecharla. Por momentos no paraba de besarla y María José pensaba que yo quería ir a más pero no; solo quería besarla y que me mirara con sus ojos hermosos. Dios que hermosa era. Esa tarde mientras ella hablaba yo llamé a mi mamá para que me contará cómo estaban los nenes y ahí pude desahogarme. Los niños jugaban en ese momento y yo solo quería que ella también me abrazara.

- Hola mami

- Mi niña ¿Cómo estás? Te extraño mucho mi amor.

- Y yo mamá, acá nerviosa

- Pau, debes estar fuerte pero igual debes confiar con María José, si sientes algo debes hablarlo para que el médico ajuste tu medicación. Tu tranquila que Carlos no va a salir, ¿sabes quién vino?

- No, no mami ¿quien?

- Norberto, él se ocupó de todo, tú en paz, pero ¿Qué más te tiene así amor?.

- Si mama.

- ¿Qué pasa mí cielo?

- ¡Ay mamá! - suspire- fíjate que tuve un sueño horrible.

- Y no es para menos, pero me quieres contar.

- Si, por eso te llamo. Soñé que perdía a María José, que el tiro que se disparó a Carlos, le dio a Majo y la perdía mamá - comencé a llorar y mi mamá me calmaba- Llevaba este embarazo sola, y tenía una nena.

- ¿El embarazo de Ignacio?

- ¡Ay mami,! ¿Te puedo contar un secreto?

- Siempre.

- Estoy embarazada de nuevo

- !Ay! mi amor, pero ¿Por qué no nos contaste qué pasó? Con razón María José se puso así

- No mamá Majo no sabe

- ¿Cómo no sabe?

- A ver, tú tenías razón, estábamos separadas, yo estaba mal y la alejé de mi por una estupidez.

- Bueno amor pero ahora ya está y ese bebé trae bendición.

- No lo iba a tener. lo había decidido...

- Paulina, ¿cómo?

- Estaba de nuevo sola, otro niño y con Ignacio pequeño, pero además de soñar eso de María José, soñé a mi bebé, era una niña igual a ella mamá, no sabes lo hermosa que es, no puedo sacarme la sensación de esa niña de mis brazos.

- ¿Qué decidiste amor?

- Que me muero por tener esa nena mamá y que sea igual a María José. - me reia y lloraba a la vez.

- Escucha amor, mejor que ese sueño no se materialice...

- Si, tienes razón. Y dime, ¿Qué puede ser ese sueño?

- No sé mi vida, pero normalmente si uno sueña que alguien muere, le alarga la vida.

Eso me motivó, pero aún tenía algo malo en mi pecho

- Mamá quiero pedirte perdón, eres una buena madre, una excelente abuela y yo siempre vivo reprochándote cosas, la verdad es que tú solo no entendías

- Pude haber actuado diferente pero gracias hija, es bueno sacar las cosas.

Hablamos un poco más pero a decir verdad aún me sentía mareada, María José vino a mi con su hermosa sonrisa y nuestro niño en brazos podía ver en sus ojos que algo quería y la verdad es que lo conseguiría ni iba a negarle nada.

- Mi amor estaba pensando en que ya es momento que los gemelos vengan, los extraño y bueno Clau se ofreció a traerlo así también ellas pueden conocer a Ignacio, se mueren por hacerlo.

- Claro mi vida, también extraño a mis bebés - me acerque un poco más a besarla, gesto que no le agradó del todo a Nacho- le escribiré a mi madre para que nos envíe ayuda mientras tanto le daré de comer a este pequeño glotón.

Si bien aún tenía un poco de desconfianza deseaba con todo mi alma cambiar, los siguientes días lo pasamos los tres solitos, Nacho creía tan rápido que no lo podía creer un pequeño diente se estaba comenzando a asomar cada vez que reía.

Extrañaba a Majo pero entre el dolor de mi cuerpo y la dependencia de Nacho decidimos dejarlo para la vuelta a casa. La mañana en que llegaron los gemelos tuve mi primer síntoma del embarazo consciente, desperté con náuseas incontrolables y antojo de pizza, mantener este secreto no sería fácil sin embargo deseaba darle la noticia con una gran sorpresa.

Las visitas llegaron y con ellas los gemelos vueltos locos por estar con nosotras, ninguno cuestionó nada, están más que felices de volvernos a ver.

Conocer a Emily fue muy ameno, a pesar de ser reservada se notaba lo inteligente que era, Claudia por su parte estaba más que feliz con Nacho en sus brazos, nos hablaba de la boda y nos hizo prometer que viajaríamos todos juntos por lo menos una vez al año. Después del almuerzo decidimos pasar la tarde en la piscina, Majo estaba muy entrada en su papel de madre a la vez que hablamos con Emily, Clau la miraba llena de amor.

- ¿Cómo es Paulina? - sacándome completamente de mi observación.

- ¿Disculpa? - sacándome completamente de mi observación.

- ¿Cómo es estar embarazada?

- Es maravilloso, sentir a un ser formándose en tu interior, sus movimientos y respiración, pero no te voy a mentir que tiene más momentos malos que buenos, aún así mis hijos son lo mejor que tengo.

- Los tres son niños increíbles, Paulina espero ser tan buena madre como tú.

Debo admitir que tardé un poco en asimilarlo pero en cuanto reaccione tuve la intención de abrazarla

- ¡Felicidades! A ti y a Emily ¡Dios! ¿Cuánto tienes?

- Gracias, tres meses aún es muy pequeño y espero que en la boda aún se oculta

- Esto debemos celebrarlo, ¡Majo!

-No Pau, Emily aún está procesando todo, veraz quiero ser madre desde hace mucho tiempo ya había decidido serlo sola pero llegó Emily y todo fue tan rápida, me pidió matrimonio, dos días después le llamó el médico diciendo que podíamos comenzar ya el procedimiento y bueno ella no estaba tan de acuerdo pero respetó mi decisión, la amo y sé que podemos ser felices los tres juntos.

- Estoy segura que si Clau, te lo mereces.

Pasamos dos días más en Cuernavaca, mis hijos fueron el centro de atención, por mi parte no podía dejar de pensar en el pequeño bebé creciendo dentro de mí, había comenzado a cuidarme un poco pero en cuanto vuelva iba a ver cómo estaba, sería mi prioridad. Quería verlo pero sobre todo que Majo lo supiera, ella en cambio no paraba de demostrar lo mucho que me amaba eso llenaba tanto mi corazón, los malos pensamientos y sensación se iban poco a poco. Definitivamente este era comienzo de una nueva vida

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Holis ♥

Les deseamos una hermosa semana. 

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