Adios...

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Después de la revelación de los análisis cambió todo.  Era un constante discutir, pelear a los gritos escondidas para que los niños no nos descubrieran. Eso no era todo, de los gritos, pasábamos a tener sexo, pero últimamente era horrible. Paulina llegaba y salía de mi y me pedía que me fuera, peor era si yo llegaba. Al otro día no nos hablábamos, me ignoraba. La primera vez pensé que era una forma de reconciliarnos  pero no, ella era un témpano y yo comencé a apoderarme de esa actitud. Ella siempre que quería estar conmigo me despertaba yo dispuesta, creyendo que así nos amigaríamos y seríamos una familia nos y me dejaba, pero no.

Pasaba tardes hermosas con mis hijos, Nacho cada dia crecia más y era idéntico a mi, no se como Paulina creyó que dudaba de ella. Lo que más me dolía era no poder estar todo el día con él pues Pau se lo llevaba a la florería, entendía que lo necesitaba pero yo también.
Me había rehusado a hablar con mi familia sobre este problema porque, después de todo creía que lo solucionariamos pero ¿Cuando?
Mi celular sonó alarmandome, por un segundo creí que era ella pero no, mi hermana seguro tendría noticias de la oficina.

-¡Hermanita! ¿Qué pasa? ¿todo bien?- Me veía preocupada, supongo que mis ojeras no pasaban desapercibidas.
- Holo Puri, claro todo está perfecto.
- ¿Y Pau? Quiero ver a mis sobrinos.
- Los gemelos en el colegio, Pau tuvo que ir a la florería y llevó a Ignacio.
- ¿Tan pronto? Pero hermana.
- Purificación ¿Necesitas algo?
- Ese mal humor, y yo que te tenía una sorpresa.
Había comenzado a perder la paciencia estas noches sin dormir comenzaban a pasar factura.
-Amor mio.- Claudia estaba junto a mi hermana con una brillante sonrisa. - ¿Cómo es que mis hijastros no están? La tía Clau los extraña e iré pronto a verlos.
-Clau,¿Cuando? ¿Todo bien con Emm? - estaba algo incomoda
-Algo tiene que ver con ella, ahora ayúdame a convencer a tu hermana para que venga conmigo.

Pasamos la tarde hablando, no voy a mentir me sentí un poco feliz de estar cerca de personas que me hacían bien y aunque quise decirles lo que estaba pasando lo evite , no era el momento.
Justo a las 15:00 horas escuché un auto en nuestra acera, me desilusione al instante al ver que era el coche de Jesús de donde descendieron mis bebes.

-Mamiiiiiiii Nacho viene con nosotros ve por el- Mi niña no mentía el bebé estaba dormido en su sillita.

Ellos se veían tan felices, al parecer Paulina había tenido un percance con un evento pero prometió a los niños venir a cenar. Me relaje, podía pasar la tarde con ellos y darle una sorpresa por la noche y así fue. Los ayude con sus tareas, jugamos,vimos un poco de tv e incluso me ayudaron con el baño de su hermanito, ellos estaban tan maravillados. Las horas pasaban y ella jamas llego, hice dormir a mis niños y me dispuse a prepararle su cena favorita aun tenia esperanza.

Justo a las 2:00 am cuando Nacho por fin durmió después de que  tuve que darle de comer con la leche que ella se sacaba Paulina apareció como si nada.

- ¿Dónde estabas? - bajaba por la escalera cuando escuché el auto frenar
- ¿Qué te importa? - me ignoró buscando agua en la nevera
- Soy tu mujer o ¿no?
Me miro fijo, se sentó en el sillón y tomó su saca leche
- Tu y yo no somos nada
- ¿No llevas la argolla?
Se había sacado su anillo de compromiso, esto ya no era nada, como lo decía. Esa noche me dirigí a una habitación de huéspedes pero me llevé el monitor para escuchar a mi bebé.

En consecuencia a todo esto y sus salidas por la noche, decidí alejarme. No sabía dónde estaba, no respondía mis llamadas a su celular y su teléfono fijo.
Junté mis cosas, armé mi valija, le expliqué a mis hijos y fue lo peor, que sus mamis no estaban bien, que los amábamos pero decidimos vivir separadas. Mar lloraba, tuvo un ataque que no podía levantarla del piso, Bruno se me colgaba de todos lados y en mi cabeza quedó grabado el "mamá por favor no te vayas, no nos dejes" "hablaremos a mamá para que volvamos a ser una familia" les expliqué que los vendría a buscar cada mañana, que almorzaremos en "familia", que los traería de vuelta y siempre estaríamos juntos.
Dejar la casa fue lo peor. Salí de esa casa con una pequeña valija sin siquiera saber a dónde ir, la subí a mi camioneta y ella me alumbró con los faros. La estaba esperando para irme. Ella bajó y me miró, entró directamente sin decirme nada.

Llegue a mi casa, la observé vacía, agotada de todo esto, de mi vida. Miré mi celular y ni siquiera me escribió, Mar me enviaba audios y los escuché
"Mami, no nos dimos besos de buenas noches, te extraño mamá"
Ese día fue una noche horrible, no una de las peores de mi vida, pero si estaba en el top 5.

🖤
Las leemos

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