Paulina.
Cuando abrí mis ojos sentía que mi cabeza iba a explotar. Me incorporé muy lentamente y noté que unas manos estaban entrelazadas en mi vientre. No recordaba mucho pero al girarme estaba María José y del otro lado en su cuna de colecho, mi niño. Me giré para tenerla frente a mi y ella sin abrir los ojos me sonrió. En un momento todo lo que había vivido en estas semanas, se transformó en un feo sueño del que me había despertado.
Le rose suavemente la cara con la punta de mis dedos y ella sin sacar la sonrisa me beso el meñique. Me sonreí pero ese gesto hizo que mi cabeza estallara aún más. Le di un beso en la mejilla y salí de la cama. Me dispuse a lavarme los dientes mientras el agua se mezclaba y se comenzaba a hacer vapor por toda la habitación.
Me desnudé, me metí a la ducha y deje que las gotas de la lluvia se deslizaran por mi espalda mientras el dolor de cabeza iba cediendo, pensé en qué analgésico iba a poder tomar cuando sentí sus suaves besos en mi nuca, los mismos iban en vaivén con sus manos alojadas en mi cintura. De mi cuello, siguió un
rio de besos hasta mi cintura y comenzó a girar levemente. Sabía cómo darme placer, sabía cómo hacerme el amor y lo estaba haciendo. Con sus dos manos en mis caderas, y mi movimiento, pude sentir como su lengua se movía en mi clítoris, por momento succionaba en otros era simplemente su lengua. Cuando sentí que llegaba en su boca, ella se empapó de mí y fue subiendo por mi entrepierna hasta morder un pezón. Me sonrió y me besó. Un beso que yo necesitaba hace días, fue un beso tierno, cargado de amor y dulzura y en un momento sentí que esto era una despedida, un adiós. Todo se volvio negro de solo pensarlo y aunque me estaba bañando con agua caliente me dio un escalofrio, haciendo temblar todo mi cuerpo. ¿Ella se iba a casar con Claudia? No quería pero lo necesitaba, necesitaba saber.
María José entraba dentro mío con un leve movimiento y alzándose me subió a una altura donde pudiéramos estar cómodas ambas.
- ¿María José? - hasta que por fin hable
- Buen día hermosa - ella seguía entrando en mi pero yo estaba algo nerviosa y lo noto - ¿no quieres? - salió de mi y me apoyó lentamente en el piso de la ducha. - su cara era de mucha preocupación y la tomé de la cara para que estuviera más segura que no iba a mentirme. La conocía, no era buena ocultando cosas.
- Si quiero, pero necesito saber algo
- ¿Qué quieres saber? - acomodaba sus manos en mi cara y la acariciaba
- ¿Esto es una despedida?
María José apoyó su frente en la mía y besó suavemente mi cabello húmedo.
- si mi amor, una despedida de los días horribles que tuvimos. Te amo
Y solo pude regalarle una sonrisa a medias y la abracé con mis manos en su cuello. Ella volvió a entrar en mi y con palabras dulces me hizo el amor duramente. En un momento visualicé el Intercomunicador y vi que mi niño dormía tranquilamente acomodado en su camita. Precavida...Salimos de la ducha entre besos y nos secamos mutuamente. Volví a mirar a mi niño que se movía un poco y lo acomodé cerciorándome si era hora de su comida. Me acomode en la cama y lo desperté un poquito para que pueda comer tranquilo.
- ¿tiene hambre? - miraba María José sobre mi hombro
- Un poquito
- Los niños se fueron a la escuela temprano
- ¿Todo bien con ellos?
- Si, Mar estuvo un poco extraña, pero ya hablé con ella
No acote más.
Ella tomó el celular y me tomó una foto. Estaba con su bata rosa y con mi niño dándole de comer.
Me beso la frente y me dijo que no iría a trabajar, solo se ausentaria por la tarde iría por algunas cosas a la oficina nada más.
- ¿Y tu casa?
- Ah emmm Clau y Emily, me echaron de mi propia casa, ¿puedes creer?
- ¿Vino Emily? - lo dije normalmente como si la estuviéramos esperando
- Si, necesita conocer a Ignacio con todas las fuerzas de su corazón. Está embobada. Pero no me dejaste llevarlo
- Podrá venir aquí y verlo
Eso era un avance
- escucha, yo si iré un rato a la florería. ¿Quieres que a la noche cenemos?
- ¿Como una cita?- María José se emocionó y besó la cabeza de Nacho
- Si, como una cita. ¿Quieres ir a algún lugar en especial?
- No, a cualquier lugar, si es contigo me va a encantar
- Los niños los dejaré con mamá ¿si? No quiero cargar a Clarita con esa responsabilidad
- Por mí sin problemas. Mírame... te amo. Tu eres mi vida, no podría estar en un mundo donde no existas -
Tomó mi mentón y me besaba dulcemente.
No quise argumentar, metí en la cuna al niño y la tomé luego a ella de la mano, le pedí que desayunáramos en el balcón, pero ella me dijo que Rosario lo iba a limpiar, que aprovechemos el jardín.
Volví a levantar al niño y ella llevaba su silla transportable para que siga durmiendo. Ella hizo un además para que salga y yo volví mi cara para mirar mi ventana y la misma estaba cerrada con el black out.
-María José
- no quiero hablar de eso, por favor. Solo me conformo que no vas a volver a pensar o intentar algo así
Y me abrazo y me pego junto a su pecho. Ahí estábamos con Ignacio abrazados a su mamá.
La verdad yo no recordaba mucho, eran todos flashes muy rápidos, yo jamás acabaría con mi vida, tenía tres hijos, era impensado. Eso me hizo recordar que debía hablar de otro asunto con María José, pero sería luego de la cena, había tomado una decisión y ella lo iba a entender.——————————————————-
Chiques, como están?
Bueno estamos a muy poquito de darle fin a esto, siempre gracias por leernos aún. Les enviamos muchos besos 🤍
Las leemos siempre 🤟🏻
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Siempre serás tu
FanfictionLa última parte de está historia de amor. Paulina se vuelve a enfrentar a sus miedos, al abandonó y la soledad. María José está muy lejos de curar sus heridas y las de Paulina. La distancia y el desencuentro complementan estos momentos oscuros. A...