Pasaron toda la tarde juntas. Durante todo ese tiempo Valentina quiso decirle la verdad a Juliana pero aún no se atrevía. Sabía que cuanto más tiempo pasara sería peor… pero temía la reacción de su novia. Solo le quedaba confiar en que Juliana la amara lo suficiente como para perdonarla.
Unos minutos antes de las diez de la noche Juliana llegó a su casa feliz de la vida. Cuando pasó por el recibidor su madre la llamo:
Juliana, hija acércate.
Voy mamá.
Al entrar se dio con la sorpresa que tenían visita. Y no cualquier visita. Era su amigo Gabriel.
¡Gabriel!
Dijo lanzándose a abrazar a su amigo.
Juliana, ¿Cómo has estado?
Dijo poniéndose de pie para responder al abrazo.
¡Vaya! Muy bien gracias. Pero… ¿Cuándo llegaste?
Hace algunos días.
¿Porque no me avisaste?
He tenido algunas cosas que hacer en el banco.
Dijo mirando a Alejandro que desvió la mirada.
Sentémonos.
Los padres de Juliana se retiraron despidiéndose de los dos. Dejándolos para que puedan conversar.
Tienes muchas cosas que contarme Gabriel. Te has desaparecido por mucho tiempo.
En realidad solo ha sido un año.
Bueno si, cuéntame. ¿Cómo estas?
Bien. Todo bien.
Se quedaron conversando tranquilamente. Se contaron acerca de sus relaciones, sus trabajos y muchas cosas. Aunque Juliana aún no le había dicho exactamente acerca de su relación con Valentina. Hablaron tanto que terminaron muy tarde y como ambos debían trabajar al día siguiente quedaron para encontrarse y seguir hablando...
La doctora Valdés salió hace aproximadamente una hora.
¿No dejo dicho donde se le podía encontrar?
No. Solo dijo que ya regresaba. Tiene una consulta dentro de veinte minutos, así que no debe demorar.
Está bien. Por favor dígale que.
Dijo pensándolo unos segundos, Valentina vino a verla.
Está bien señorita, se lo diré a la doctora en cuanto llegue.
Hasta pronto.
Adelante. Hasta pronto.
¿Donde se habría metido Juliana? Hace dos horas estaba tratando de ubicarla y nada más que la casilla de voz le respondía.
¿Para qué demonios tiene el celular?
Dijo dándole un golpe al timón de su auto.
Nunca en todo el tiempo que llevaban de relación había sucedido algo parecido. Nunca Juliana se había desaparecido así. Hasta había apagado el celular. Si bien era cierto que había ido a visitarla de sorpresa eso no significaba que se desapareciera así.
Encendió el auto y regreso a la oficina. Aunque la perspectiva de hacerlo se le presentaba bastante tediosa. Más aún con el humor que se cargaba en esos instantes.
Cuando llego a la oficina, Marcus ya la esperaba.
Parece que no te fue bien.
Ni lo digas. No quiero hablar de eso. Estoy lista, podemos empezar a revisar los reportes de cierre de mes.
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Déjame Amarte Adaptación Juliantina
RomanceJuliana creyó que al irse del país perdería todo contacto con aquella chica, pero grande fue su sorpresa cuando aquella chica estaba parada frente a ella con una hermosa sonrisa en los labios, para Juliana verla fue demasiado que por poco y se desma...