Capítulo 34

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Diez horas después estaba agotadísima. Ya no sabía por donde más buscar. Había ido y venido de un lado hacia otro y sin hallar a su pelirroja. Aquello ya la tenía al borde del colapso.

¡¿Dónde demonios estás Juliana?!

Y dejo caer la cabeza sobre el volante. Unas tibias lágrimas brotaron de sus ojos. Tenía miedo, mucho miedo. No quería imaginarse que le pudiera haber sucedido algo a su esposa y a su bebé. Estaba aterrada. Las calles eran peligrosas y a esas horas de la noche lo eran más.

¿Donde podría estar su esposa? ¿Donde?

En ese momento sonó su celular. Lo miró como no reconociéndolo pero luego de algunas timbradas respondió:

¿Bueno?

Hola Juliana! ¿Que tal?

Hola. Bueno yo...buscando a mi esposa.

¿Que sucedió?

Tú sabes.

Vaya. Lo que puede hacer una foto tan inocente

Dijo hablando con sinceridad.

Ya ves.

¿Te dijo algo antes de desaparecer?

Fui directo a la oficina luego de dejarte en tu casa. Quería pasar el día con ella y cuando llego me dicen que horas antes había salido muy alterada. Supongo que debe haber sido por la foto que nos tomaron.

¿Cómo así?

Entre a su oficina y vi el diario en el suelo.

Dios, Vale! Lo lamento! Fue mi culpa...pero me emocione tanto al verte...Si deseas puedo hablar con Juliana y decirle que fue mi...

No, no te preocupes Kate. Yo soluciono esto.

Dijo pensando en que ver a Kate solo alteraría más a su esposa.

¿Y donde las has buscado?

En todos los lugres que se me han ocurrido, pero nada! Ya no se que hacer! Temo que pueda haberle sucedido algo a ella y al bebé.

Yo se que no. Pero...has buscado en los lugares que frecuenta?

Si.

¿La casa de sus padres?

Si.

¿La casa de los tuyos?

Están en Valle aun.

¿Has buscado allá?

Llame y los criados me han dicho que Juliana no ha llegado allá. Le avise a uno de mi entera confianza que si va me de una llamada aunque mi querida esposa se lo prohíba.

¿Amigos?

¿Eh?

Casas de amigos.

No pero...

Una idea se le vino a la mente.

Oh por Dios! ¿Cómo no lo pensé antes?!

¿Que sucedió?

Kate tengo que colgar, debo manejar rápidamente.

Ok, pero llámame o escríbeme en cuanto encuentres a Juliana. También me dejas preocupada.

Ok, cuídate, nos vemos.

Hasta pronto Valentina

Colgó, encendió el auto y salio a toda velocidad hacia su antiguo departamento. Al llegar inspecciono el estacionamiento externo pero no encontró el auto de Juliana. Entonces decidió ingresar al subterráneo, no sin antes fijarse que las luces de su departamento estuvieran apagadas.

Déjame Amarte  Adaptación Juliantina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora