——————— • Elisa • ———————Febrero, 1995.
Las figuras de la madera de mi techo nunca me habían parecido más perfectas, por supuesto después de besar a Reginald todo es maravilloso para mi. Así es cada vez que sus labios tocan los míos. En mi cabeza el sol brilla de manera especial todos los días, los atardeceres son dorados y todas esas cosas de los enamorados que pensé nunca serían parte de mí. Ahora me son inevitables. Así se sienten todos los días después de su confesión.
Las palabras de Regs se repiten en mi cabeza una y otra y otra vez, cada ocasión que me encuentro sola. Lo veo en todas partes y cuando no estoy con él extraño su olor, sobre todo en estos últimos días que han estado encerrados en el garage por horas ensayando para su presentación en el Orpheum que cada vez está más cerca. Mi forma de matar el tiempo es haciendo más camisetas de Sunset Curve y preguntándome si estamos saliendo ya de una manera oficial. Parece que no porque aún no se ha hecho la pregunta, pero por la declaración pasada y el como nos besamos cada vez que estamos solos parece que sí.
Y todo es muy confuso y creo que por eso no hemos mencionado nada a nadie. He estado muy tentada a contarle a Alex, es quien podría ayudarme a deducir mejor la situación. O no sé, tal vez solo deseo contarle a uno de ellos, pero no me animo. Cuando Bobby me llama, las palabras siempre se quedan en mi boca atoradas y a la hora de la cena cuando papá pregunta qué hay de nuevo y Luke me mira, quiero gritarlo. Entonces algo me detiene. Definitivamente debo preguntarle a Reg más tarde.
Suspiro y me aviento a la cama para admirar el techo con las estrellas pintadas. Más que gustarme su apariencia, me gusta mirarlas porque me recuerdan la primera vez que Reg estuvo en casa y conoció a mi familia. Todos me ayudaron a pintar la pequeña réplica del cielo nocturno y todo se sentía correcto. Suspiro una vez más. La puerta de mi habitación se abre y la cabeza de Luke se asoma con una vergüenza que nunca había visto en él.
—Eli, ¿estás ocupada? —Luke habla tan bajo que tengo que esforzarme para poder escucharlo. Me tomo unos segundos para digerir las palabras y niego con la cabeza. Él lo toma como señal para pasar. —Quiero mostrarte una canción en la que he trabajado en estos días.
No sé porque suena tan triste, usualmente escribir canciones lo hace feliz y siempre que termina una su energía es desbordante.
—Escuchar tus canciones siempre será de mis pasatiempos favoritos. —Me levanto de la cama y me acomodo a su lado en la alfombra acolchada. Mis manos se retuercen nerviosas en el peluche y me fuerzo a darle una sonrisa.
—Bien, pero esta es especial y... —Suelta un carraspeo. —Bueno será mejor que la escuches. Los ojos de Luke se hacen aguados cuando yo ya estoy llorando desconsoladamente, pero él es tan profesional que termina la canción antes de echarse a llorar sobre mi hombro. Tomo su mano con suavidad esperando que esté listo para hablar, de reojo puedo ver su cuaderno negro con el título Unsaid Emily, algunos tachones y todos los sentimientos volcados de mi amigo en él. Sé que la canción es para su mamá y sé que la extraña más de lo que se atreve a decir en voz alta, pero esa canción lo dice todo.
—Luke eso fue lo más hermoso que he escuchado en toda mi vida. —Le digo una vez que sus sollozos son más esporádicos. —Por favor, necesitas hablar con tu familia. Ellos te extrañan y sé que tú lo haces también. Sé que vas a espiarlos en las noches y que navidad fue dura para ti, pero te juro que ellos te extrañan de igual manera.
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Young (Reggie Peters) (FINALIZADA)
ФанфикLa vida de Reggie antes de morir no era tan mala, especialmente por su vecina, quien siempre motivaba a sus amigos de Sunset Curve a conseguir sus sueños. Reggie no pudo disfrutar mucho tiempo del amor y la juventud pero con Elisa a su lado eso era...