Bonus IV

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———————-•Reggie•————————-

Es la noche previa a que crucemos. Willie acaba de irse hace unos minutos para encargarse de la banda que abrirá el concierto de Panic at the disco! La verdad, no quiero saber que significa. Julie, Luke, Alex, Elisa y yo estamos teniendo una vez más una despedida, solo que esta vez sabemos que será por siempre. Esta será la ultima noche que estemos juntos y queremos aprovecharla.

—¿Puedo hacer una pregunta indiscreta? —Luke dice bajito. Todos asentimos. —¿Por qué le estás diciendo Reggie a Reggie? —Mira a Elisa con curiosidad. Es algo que yo también me había preguntado varias veces.

—¿Qué quieres decir? —Le dice Eli confundida.

—Solo le dices así cuando estás molesta con él. Y es extraño para nosotros. —Alex interviene y luego mira a Julie. —Desde que los conocemos le ha dicho Reg y cuando están románticos es Reginald. —Alex imita el tono meloso de Elisa y las dos chicas ríen.

—¡Oh! No me había dado cuenta. —Dice mi novia en un susurro.

—Entonces ¿estás molesta con él? —Pregunta Julie.

—Bueno, ahora pensándolo bien. Sí. —Golpea mi hombro con furia. —Te comiste esos estupidos hot-dogs y le coqueteaste a la mamá de Julie. Y quien sabe a cuántas chicas. Idiota.

—A la amiga de Carrie le pidió su numero. —Dice Alex como si alguien le hubiera preguntado.

—¡Cállate! —Decimos Luke, Julie y yo al mismo tiempo.

Elisa se queda pensativa un minuto. Minuto en el que yo balbuceo disculpas y estupideces.

—No me importa Reginald. Pensé que sí, pero no quiero pasar el resto de nuestras horas juntos molesta por eso. —Toma mi mano y me sonríe. —Acompáñame.

—Hasta el fin del mundo. —Le digo recordando lo que ella me dijo alguna vez.

—Nos veremos mañana chicos. —Y con eso Elisa me lleva en un destello a un gran patio.

Al fijarme bien noto que estamos frente a la piscina de Bobby. Me dejo arrastrar por ella, nos sentamos en el borde y nos tiramos a ver las estrellas. Es como estar de nuevo en su jardín, con los pies mojados y sin pensamientos malos. No puedo sentirme mal con Elisa tumbada a mi lado. Es como los viejos tiempos, solo que ahora invadimos la casa de Bobby sin que él tenga idea.

—¿Por qué a veces la luna es muy amarilla? —Le pregunto después de un rato mirando la mitad de la Luna.

—Bueno es por su posición. —Dice ella tranquila. —Entre más al horizonte se encuentra, la atmósfera la afecta más. Y también por eso a veces luce más cerca de nosotros.

—Todas las noches le pedí que te trajera de vuelta a mí. —Menciono con vergüenza. —La luna sí es mágica y las estrellas sí son el camino a casa.

—Las estrellas siempre me han llevado a ti y no dudo que volverán a hacerlo. —Ella siempre ha mantenido su cabeza viendo a lo alto. Desde que la conozco. Hoy no. Hoy me mira solo a mí mientras habla del cielo. —Cuando cruces, espero puedas verlas. Al menos así estaremos conectados. Te miraré en las estrellas cada noche.

—¿Crees que ese es tu asunto pendiente? —Elisa inclina la cabeza y frunce el ceño. —Ser astrónoma. Estabas a punto de hacerlo.

—Podría ser, pero ya nunca lo sabré. Una fantasma no puede ser astrónoma. —Dice riéndose, pero es una risa triste. —Voy a extrañarte Reg. Por el resto de mis días.

—Puedo quedarme. Iré con Caleb y le pediré que me deje estar. —Digo decidido. —No me importa que sea una persona desagradable, lo haré si así puedo estar contigo.

—Claro que no. Nunca me lo perdonaría.

—Así no deberás pasarte la eternidad sola, es mucho tiempo.

—No me importa cuanto tiempo sea, no permitiré que te hagas eso. —Dice decidida. —Ni que se lo hagas a los chicos.

—Pero al irme con ellos, te estaría haciendo eso a ti. —Quiero quedarme con ella. De hecho quiero que los chicos también se queden porque me asusta saber que pasaría al cruzar.

—Reginald Peters, eres tan puro de corazón que no lo ves. Caleb te destruiría y eso me destruiría a mí. Quiero que te vayas. No porque ya no te ame, sino porque te amo lo suficiente y más. —Entonces me besa.

Y nos besamos el resto de la noche. Podría decir que con eso la idea se me va de la cabeza, pero con cada beso me es más difícil aceptar que debo dejarla. Por horrible que parezca, una parte de mí espera que no alcance a cruzar.

———————-•Elisa•————————-

La habitación de Julie es preciosa. Sus piñas colgantes me entretienen y adoro cada fotografía que tiene. Me topo con una que me roba el aliento; es ella cantando Edge of Great con los chicos. Es increíble que tenga una foto con ellos, lucen tan jóvenes y felices compartiendo escenario. Paso los dedos sobre la imagen y sollozo un poco.

—Entonces ¿qué sucede? —Julie me saca de mis pensamientos. —¿Por qué querías hablar conmigo?

—Solo quería disculparme.

—¿Disculparte? No me has hecho nada.

—Tal vez no directamente. —Hace mucho no hablo con una chica y es extraño. —Estaba celosa, muy celosa de ti. No quería sentirme reemplazada, pero ellos se veían tan felices contigo que no pude evitarlo.

—¿Bromeas? ¿Tienes idea de lo mucho que ellos te aman? Yo jamás podría ocupar tu lugar. Y no quiero. —Me pide que me siente a un lado de ella. —Eres Elisa Montgomery. Es como un cosa enorme. Eres más importante que todas las reinas juntas y más maravillosa que las siete maravillas del mundo. Tú eres su universo. Si alguien debería sentirse así soy yo.

Niego con la cabeza.

—Julie, cuando ellos crucen ¿podrías permitirme venir a verte? Vas a ser lo único que me quede de ellos. —Le digo sincerándome. Quiero saber que me puedo aferrar a algo.

—No lo había pensado. Tal vez seremos lo único que tengamos de ellos. Y me encantaría conservarlo. —Me sonríe y aprovecho para soltarme a llorar en su hombro.

—Voy a perderlos, los voy a perder por segunda vez en mi vida. Y una vez más no hay nada que yo pueda hacer. Esta vez salvarlos no me ayudaría. —Me duele el hueco donde debe estar mi corazón latiendo. Mis lágrimas son incontrolables y parece que lo que digo también está lastimando a Julie porque llora conmigo. —¿Sabes lo horrible que es amar con cada centímetro de tu cuerpo a alguien y saber que no importa lo que hagas vas a perderlo? Saber que conservarlo significa su perdición y perderlo igual. No importa el camino que elijas en los dos vas a sufrir. Es una mierda.

Paso al menos media hora más berreando en el hombro de la morena. Hasta que me dice que es hora de movernos al teatro porque el concierto está cerca y es el momento de dejarlos partir. Y esta vez para siempre.

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Un capítulo extra para festejar que he terminado la edición.
Y también para invitarles a leer mi historia de Owen, se llama el perfume de tu piel. Está en mi perfil. Sería increíble que le dieran la oportunidad.
Me despido deseándoles un día increíble y esperando que sean muy felices.
Les quiero.
Canario Azul 🔮

Young (Reggie Peters) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora