Bonus V

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———————-•Reggie•————————

Enero, 1994.

Las cosas se han vuelto complicadas para mí y mi familia, para Alex quien no quiere contarnos nada y para Luke quien comentó que su madre y él tienen largas discusiones sobre la banda.

Este Año Nuevo no pinta tan bien como quisiéramos. El garaje se ha convertido en un lugar donde nos juntamos a contar nuestras penas durante todo el día. Incluso Bobby se abre con nosotros y nos habla sobre lo imperfecta que es su familia y como su padre ha pasado gran parte de su vida haciéndolo sentir como si fuera poca cosa. A veces me quejo de mi familia, pero la de él... es solo una basura.

Entonces llega Elisa con su radiante sonrisa haciendo que mis problemas desaparezcas por unos momentos. Sus ojos profundos me ven y me escanean rápido, hace lo mismo con los otros tres chicos y entonces decide abrazarnos. Se sienta entre Alex y yo, tomo su mano y Al acaricia su cabello.

—He traído algo para todos ustedes. —Suelta contenta.

—No tenías que hacerlo El, nunca hablamos sobre regalos. —Menciona Bobby abatido.

Confirmo que Bobby solo la quiere como una hermana.

—Es verdad nunca dijimos nada de obsequios Lizzi. —Elisa le regala a Alex esa mirada que te deja frío.

—No empiecen con esa basura. Sé que no dijimos nada de regalos y que no era necesario, pero vamos chicos ¡es un Año Nuevo!

—E... no por favor.

—Cállate L, ni siquiera los han visto. Solo tómenlos o me harán sentir tonta. —Todos tomamos una pequeña caja identificada con nuestras iniciales. —Y Mercer, llámame Lizzi una vez más y no verás nunca más la luz.

Trago saliva como si la advertencia hubiera sido hacia mí, creo que todos tenemos el mismo temor en los ojos. Me dedico a rasgar el lindo papel rojo que puedo asegurar tardó horas en elegirlo. Al abrir la pequeña caja me encuentro con un reluciente y pequeño círculo plateado que tiene grabadas las palabras "SC-RP-Bajista".

—Wow, esto... solo... wow.

Sí Luke acaba de explicar cómo nos sentimos todos.

—Gracias Lizzi. —Elisa está a punto de golpear a Alex, pero este se le abalanza y la toma por sorpresa en un abrazo que la desarma. —Esto es fantástico. Y lo sé, no más Lizzi para ti. Al menos este año.

Camino con Elisa por todo el borde de la playa, nos dirigimos a ver el atardecer después del ensayo. Su mano roza con la mía en varias ocasiones mandando pequeños choques por mi espina dorsal, hasta que decido tomarla.

—Sabes lo mucho que te quiero, ¿verdad?

—Sí, lo sé. —Le respondo con un nudo en la garganta. —Y yo te quiero a ti. Más que a mi bajo.

Ella sonríe, la brisa le revuelve el cabello con gracia, sus mejillas están sonrosadas como siempre. El aire húmedo y salado me hace humedecer mis labios con frecuencia. Ella se ve nerviosa y muerde su labio, toma aire profundo y sigue hablando.

—¿Te molestaría que un día yo comience a llamar a Alex, Luke y Bobby mejores amigos también? —Está evitando mi mirada. —Quiero decir, tú y yo estamos en otro nivel, ¿no es cierto?

Tiene razón, su amistad ha sido mi fortaleza por mucho tiempo y sé que ella se siente igual, es algo que no he sabido ponerle nombre, pero el amor que siento por Elisa, va mucho más allá de ser mejores amigos.

—Somos algo más que eso. —Continua hablando sin mirarme. Giro su rostro tomando su barbilla con suavidad y acaricio su rostro. —Somos como...

—¿Hermanos? —Digo casi aterrado ante esta idea. ¿Por qué?

—¡No! ¡No! ¡Absolutamente no! —Genial, estuve a punto de vomitar. —Somos algo diferente y mucho más fuerte, algo a lo que no le encuentro un nombre. Va más allá de la simple amistad y no hablo en definitiva de un amor familiar o... romántico. —Dice lo último más bajo y temblorosa. —El amor que tengo por ti Reginald, es más poderoso, fuerte y puro. Es como si fueras mi alma gemela.

Me alivia tanto que diga eso, porque me siento igual.

—Eres la única con quien puedo mostrar mi dolor o temor y no vas a juzgarme. No sé qué significa, pero entiendo lo que dices. Somos uno solo y aún así...

—No necesitamos estar juntos, para sentirnos completos.

Es precisamente eso, lo que me hace sentir seguro de ella.

—Ven conmigo. Tengo algo para ti. —Ella coloca una mueca de duda en su rostro. —¿Qué? No eres la única que puede dar obsequios.

—Lo sé, Peters.

Corremos a mi casa, donde afortunadamente solo está mamá que nos ha preparado esas galletas que Elisa ama. Entramos a mi habitación después de comerlas y que mamá le hiciera cientos de preguntas. Rebusco con desesperación en mi cajón.

—No pensé que podría dártelo hoy, de hecho iba a esperar unos días para que los demás no se sintieran mal porque no les di nada. —Esa sonrisa está ahí de nuevo. —Y lo conseguí mucho antes de que tú nos dieras algo.

—Bueno, eso es obvio Regs.

—¿Qué esperas? Ábrelo.

Muero por ver su reacción y de verdad espero que le guste y no le parezca absurdo. Saca el pequeño brazalete y su mirada se ilumina, más que cuando mira las estrellas. Esta es esa mirada que me dió después del baile. Una mística y profunda.

—Reginald Peters, esto es perfecto. ¿Dónde lo has conseguido? —Dice mientras intenta ponerse el brazalete sin éxito. —¿Puedes ayudarme?

—Es una cuerda de mi bajo. —Suelto mientras me concentro en amarrar su brazalete. —Quería darte algo que significara mucho y que te hiciera recordarme cada vez que lo vieras y los dijes, bueno hay un planeta porque algún día serás la mejor astrónoma que haya pisado el universo, unas baquetas por Alex, la guitarra por Bobby y el micrófono por Luke. —Le voy señalando los dijes. —Estas dos estrellas son tus padres y este corazón somos nosotros.

—Oh por Dios, ¿esto es real? ¿Estoy soñando? —Sus ojos se vuelven cristalinos y se avienta a mi cuello. —Es lo más hermoso que me han dado. Eres más maravilloso que el universo, más magnánimo, interesante y para ser honesta podría pasar más horas admirándote a ti que al cielo.

Su voz se ahoga contra mi pecho, me hace un poco de cosquillas, siento sus manos rodeándome el cuello. Respiro su aroma, su cabello entra en mi nariz y no me importa, la abrazo con mas fuerza.

—Es real, tan real como tú y yo.

—No puedo creer que estuvieras dispuesto a dejar una cuerda de tu bajo para mí. —Dice llorando. Mi corazón se hincha con todo el cariño que siento ahora.

—Dejaría cualquier cosa por ti, a cualquier persona. Volvería siempre a ti porque te pertenezco, mi corazón te pertenece.

No necesito más palabras, la abrazo por un largo rato. Podría hacer esto todo el día.

La amo, de verdad, la amo.

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Feliz Año Nuevo supongo, no tenía planeado publicar esto ahora, ni nunca porque es un capítulo exclusivo que había escrito para mí y que ahora está en Fanficton.Net (no olviden ir a leer Young allá) y que juré que iba a dejar solo para esa plataforma, pero hace unos días alguien comentó lo mucho que le había gustado la historia y ya saben que Young es mi hija favorita y no pude dejar de pensar en lo valioso para mí que sería poner esto aquí. Wattpad me ha dejado llegar a algunas personas que me han comentado que les gusta lo que hago y esto es para ustedes, las tres o cuatro personas que leyeron esto y les gustó lo suficiente para hacérmelo saber, para alegrar mi 2022. Les deseo un maravilloso 2023, son lo más top del mundo. Les quiero mucho ❤️

Canario Azul 🔮

Young (Reggie Peters) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora