【Ⅲ】

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Capítulo 3: Sadao Ryuu, el padre más responsable.

 ❝𝓓𝓮𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓼𝓸𝓵𝓸﹐ 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓸 𝓲𝓻𝓶𝓮 𝓪 𝓬𝓪𝓼𝓪❞

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 ❝𝓓𝓮𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓸 𝓲𝓻𝓶𝓮 𝓪 𝓬𝓪𝓼𝓪❞







       El ambiente entre nosotros era demasiado pesado, no ayudaba mucho el hecho de estar ambos encerrados en un cuarto pequeño como lo es el comedor, irónico que sienta un infernal frío en plena primavera y que también esté cerca del idiota de fuego que me miraba demasiado fijo. Bebí de forma ruidosa mi té para molestarlo y ver si así al fin abre de una vez la boca para terminar de una vez con esto.

Me trae malos recuerdos estar con él.

No quería estar aqui, odio estar aquí, pero por ellos aguanto hasta la más infernal de las torturas con tal de conseguir su libertad. Hace un año logré evitar un matrimonio forzado, hace unos meses que obligue a nuestro tercer hijo a estudiar algo que él no quería y, ahora, luego de tantos años luchando, la custodia compartida se decidirá hoy. Estoy ansioso, quiero tener ese papel entre mis manos y encontrar las palabras que tanto anhelo leer.

Sadao Ryuu está capacitado para recibir a sus 3 hijos en su hogar.

¿Y bien? ¿Vas a hablar o me vas a seguir viendo la cara como un idiota por media hora más? — apuro molesto cuando ya no pude más con su silencio. Estoy impaciente, desesperado y ansioso.

—¡Ah! Si... — rebuscó en sus bolsillos hasta sacar un sobre que me extendió con todo el puto tiempo del mundo, como si quisiera alargar el momento, pero yo se lo arrebaté de las manos para abrirlo — ¡No seas impaciente!

Cierra el pico... — leí rápidamente todo el discurso innecesario, buscando desesperado esas palabras en negro hasta que otras palabras escritas me dejaron congelado en mi lugar. Miré a Enji, luego la hoja entre mis manos y nuevamente al pelirrojo —... ¿Qué mierda es esto?

—Mis condiciones.

La ira burbujeó lentamente en mi interior, mis manos temblaron y arrugaron poco a poco el papel que en cualquier momento destruiría. No me importó que se haya alterado por mi reacción y haya tomado un poco de distancia de mí, ahora mismo yo...

AGARRAME QUE LO MATO.

Ya sé que son tus putas condiciones de visitas...— respiro hondo luego de hablar con voz ronca. Dejó con brusquedad los papeles sobre la mesa y clavo mi dedo sobre este demasiado alterado — ¡Esto no es a lo que vine! ¡Me engañaste!

—No te engañé — reclama, calentando el termómetro de mi furia a una velocidad que, dependiendo de lo que salga de su boca, estalle —. Te llamé para que leas mis condiciones, en un mes el juez lo validará y cuando termines tus papeles con el psiquiatra y la aseguradora, podrás visitarlo.

𝐇𝐞𝐫𝐨𝐞 || ʙɴʜᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora