El bienestar de los alumnos de la UA se ve en peligro cuando un nuevo grupo llamado "La liga de Villanos" ataca sin compasión a los alumnos de la clase 1-A. El festival deportivo está a la vuelta de la esquina y Nedzu sabe que solo un hombre es capa...
Capítulo 25:Sadao Ryuu, un guerrero de la libertad.
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“Oh, sé que probablemente sea demasiado tarde para intentarlo y disculparme por mis errores, pero solo quiero que sepas: espero que él te compre flores, que él te tome de la mano y que te dé todas sus horas cuando tenga la oportunidad. Que haga todas las cosas que yo debería haber hecho... Cuando yo era tu hombre.”
Un ronroneo comenzó a sentirse en su interior, esa suave, pero las vibraciones constantes hicieron que sus pestañas albinas batieran cuál alas de una mariposa para despertar de su relajante siesta. Normalmente, su vista siempre enfoca el techo, pero ahora enfocaba a la pared, de espaldas a la puerta.
Algo no andaba bien en él. Le estaba asustando aquello, el JAMÁS duerme de espaldas a la puerta.
Le tomó tiempo recuperar la sensibilidad, pero cuando lo hizo notó el peso extra sobre él y unas manos sobre las suyas. Las analizó, notando la piel engrapada y esas quemaduras que revelaban la identidad de su hijo Touya. Lo estaba abrazando por detrás, se ve que en un punto de la tarde se coló a su cuarto para dormir con él y ahora lo tenía aferrado a su cuerpo como una garrapata en la piel.
Notó que una de sus piernas descansaba sobre su muslo, sentía su respiración pesada en sus cabellos y notó que la razón por la cual Ruki ronroneaba era porque nuevamente el cuerpo de Ryuu se estaba congelando por su quirk.
¡Hasta que despiertas! ¡Me estaba sintiendo en un microondas con el mocoso!
Levemente se movió, pero eso solo provocó que su hijo se aferre más a él, ahora sus brazos se entrelazaron en su pecho por debajo de sus axilas y sintió su ojo temblar por los leves ronquidos.
—Tsk... — se movió como gusano para zafar, pero ahora era la fuerza que sintió era de alguien que estaba despierto. — Oi, suéltame.
—...No quiero... — murmura ronco.
—Tengo que ir al baño. — avisa molesto.
—Puedes aguantar... — propone atrayendo su cuerpo, prácticamente se estaba apegando a él como si fuera una manta. — Mhm... Estás fresco...
A ciegas tocó el rostro de su hijo, tal vez tocó bruscamente sus facciones antes de llegar a su frente para sentir su temperatura. Estaba normal, destro de lo que cabe, Touya no tenía fiebre y lo que estaba haciendo era simplemente algo propio de él.
—Suéltame. — ordena mientras se comienza a arrastrar, pero Touya se aferraba tanto a él que lo terminó arrastrando consigo. — ¡Oye! ¡Te voy a llevar como no me sueltes!
—Mhm, hazlo... Pero no hagas mucho ruido, quiero seguir durmiendo.
A Ryuu se le marcaron varias venas del enojo, pero como dijo, arrastró a su hijo con él. Touya jadeó de sorpresa cuando sintió que flotaba, al abrir los ojos notó que efectivamente su padre lo estaba llevando en su espalda como una mochila, pero la diferencia de altura era tanta que le hacía gracia sentir sus pies acariciar el suelo.
