El bienestar de los alumnos de la UA se ve en peligro cuando un nuevo grupo llamado "La liga de Villanos" ataca sin compasión a los alumnos de la clase 1-A. El festival deportivo está a la vuelta de la esquina y Nedzu sabe que solo un hombre es capa...
Capítulo 27: Sadao Ryuu, un hombre que jamás se rinde.
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"El mundo es oscuro, el mundo es cruel, pero aún seguimos aferrados".
A veces soñaba con saber cómo se sentía la paz...
Ryuu tiene un sueño y ese es vivir lejos de la gran ciudad. Rodeado de verde, mucha naturaleza y ni una sola persona a su alrededor. Viviría comiendo lo que cultive, tal vez una vida vegetariana le vendría bien. Dormir en las noches sus 8 horas, levantarse temprano para desayunar, leer el periódico, tal vez escuchar un poco de música, luego almorzaría e iría a dormir una siesta debajo de un árbol.
Si se le permite ser egoísta...
Su sueño es despertar junto a Toshinori en las mañanas, que lo despierte con muchos besos en su rostro y un desayuno ya hecho. Sentarse a comer juntos, hablar de tonterías, de lo que harían en ese día, ir a pasear en bicicleta por el enorme campo, bailar música clásica. Ver cómo la piel del otro se va arrugando, tal vez cuando sus hijos estén bien, recibir a sus nietos y mimarlos. Juntarse a comer los domingos con toda su familia, que amen a Toshinori como un tercer padre. Tal vez compartiría recetas con Fuyumi, recomendaría a Natsuo las mejores agencias para llevar a cabo sus prácticas médicas, incluso ayudaría a Shoto con su camino de héroe, tal vez es mucho pedir, pero que con Touya cree un vínculo amistoso o lo tolere cada vez que se vean.
Lastimosamente, siempre debe abrir los ojos para enfrentarse a su realidad.
El ruido de las bocinas de los autos, la gente gritando, los perros ladrando y la música a todo volumen de su vecino sonar porque tiene el sueño tan pesado que no escucha la alarma hasta 5 tonos después.
La gran ciudad nunca le gustó, él era un chico que se crió rodeado de ruidos fuertes y al ser adulto constantemente debía enfrentarse a esas explosiones de sonidos ensordecedores que dejaban pitando su oído. De no ser por el simbionte en su interior, Ryuu cree que pudo quedarse sordo de hace mucho tiempo. También es una de las razones por las cuales eligió el turno nocturno, no hay ruidos fuertes, la mayor parte del tiempo hay absoluta calma y siempre puede deleitar sus ojos con un hermoso cielo brillante de estrellas.
Aunque eso no va al caso, no pudo evitar distraerse por unos milisegundos por la pregunta que le dieron de su más profundo deseo.
Aún estaba en la corte, con todos los ojos sobre él a la expectativa de contar su relato, las versiones de sus hechos y su punto de vista de toda la historia.
—Mi deseo es que mi hijo pueda superar el pasado que lo atormenta, creo fuertemente que no tendrá ningún avance si sigue viviendo bajo el mismo techo del hombre que tanto daño psicológico y físico le hizo. — habla fuerte y claro, las muecas de Enji y su aura caliente le dieron muchos más motivos para seguir peleando por esa custodia.
