Ino y Naruto son amigos desde muy pequeños, siendo ellos dos muy inseparables, por lo que nunca pensaron que esta amistad que tenían poco a poco terminaría en un romance.
Los personajes no me pertenecen son de Masashi Kishimoto
Un grupo de niños iban corriendo por las calles de konoha cruzándose con una niña de ojos azules y pelo rubio. Al pasar entre los niños, ella voltio a verlos pero en ese transcurso, vio poco a poco como pararon y empezaron a pelear.
Naruto estaba tratando de escapar de ellos, sin embargo para su mala suerte no logro evadirlos, y al atraparlo no supo cómo reaccionar, sin embargo aunque quería defenderse, eran demasiados para él, pues algunos minutos antes había recibido una paliza y aunque pudo escapar en ese momento, ahora mismo no tendría la misma suerte.
-fuera de aquí niño zorro- dijeron las voces de los niños - no perteneces aquí.
Los golpes seguían consecutivamente sin la necesidad de parar, por lo que Naruto empezó a dar golpes para defenderse pero no fue muy efectivo.
Cuando pensó que podría ponerse peor, uno de ellos iba a dar el golpe final, cuando en un movimiento alguien se interpone.
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-¡Ya basta!-
La presencia de la chica hizo que nadie moviera un solo músculo, mientras era vista por todos, en especial por Naruto, quien no se espero que alguien le ayudará en ese momento.
Los ojos de Naruto víctimas de la impresión, vieron en ella a alguien con mucha determinación, y eso se quedó en su mente, y sin darse cuenta sintió alivio.
-¿Ino?-pregunto uno de ellos- ¿Que estás haciendo?- los niños empezaron a sorprenderse de la actitud de la rubia, quien no se movía de su posición.
-dejen de golpearlo - reafirmó la rubia con furia.
-no te metas en esto- refutaron ante sus palabras.
-son unos cobardes al atacarlo en grupo- respondió Ino con indignación.
Al ver que la rubia no se iría, todos empezaron a verse las caras y como si pensaran lo mismo simplemente optaron por retirarse.
- Nos vamos chicos, no vale la pena- todos los niños se fueron de allí mientras Ino seguía viéndolos fijamente.
Al ver que ya se habían ido todos, se puso a respirar un poco y a calmarse para luego voltear y ver al rubio que con una cara aún sorprendida, no se movió en ningún momento.
-¿Estás bien?- preguntó Ino con un rostro preocupado.
-estoy bien- dijo naruto sin titubeos, sin miedo, debido a que lo único que solo quería era corresponder a quien podría ser el mayor gesto de cariño que conoció en estos días.
-¿Cómo te llamas?- preguntó la rubia mientras veía al chico.
-mi nombre es Naruto- dijo el niño con algo de pena, pues pensaba que lo rechazaría.
-es un gusto- Ino al ver que el chico no se levantaba del suelo, le dió la mano para que pudiera pararse, y con esto el niño tomó la mano de la rubia, provocando cierto desconcierto de que sea tan amable con él, y logrando que no sintiera ningún dolor producto de los golpes.
Al llegar a casa Ino abrió la puerta, y buscando a sus padres, se dió cuenta que no había nadie, por lo que aprovecho en llevar a Naruto a la cocina e invitarle un poco de comida, cosa que el niño acepto con gusto.
-mira tengo un poco de ramen pero si deseas otra cosa puedo seguir buscando- Ino estaba desanimada ya que no había muchas cosas para compartir.
-no te preocupes, en realidad esto es mi comida preferida- Naruto se dispuso a comer sin parar, mientras Ino veía que al parecer no mentía, ya que basto unos segundos para que el terminara de comer.
-espera ¿Y tus heridas?- Ino se sorprendió cuando vio como las heridas de Naruto estaban desapareciendo, como si fuera magia.
-descuida, ya no siento tanto dolor- sonrío sin decir más, ya que sabía muy bien que desde que recordaba, cada vez que lo golpeaban, por alguna razón se curaba demasiado rápido, pero en vez de reflexionar sobre ello, decidió no hacerle mucho caso, por lo que simplemente para él esto era normal.
-¿y siempre estás en problemas?- preguntó Ino con curiosidad pues estaba interesada en su historia por lo que no se resistió a preguntar.
-siempre me meto en problemas, por lo que ya es algo normal para mi, aunque eres la primera en ayudarme, ya que la mayoría por lo general no se acercaría a mí- Naruto estaba algo sonrojado de tener que pedir ayuda.
Ya que realmente no quería que la gente lo viera de esa manera pero lo que más le daba mucho curiosidad era que tal vez que Ino no sabía quién era, y que su ayuda solo fue el resultado de un accidente que terminaría pronto.
-ya me acordé, eres el niño zorro que pinta las paredes de los puestos.
- ¿Eh? - Naruto no sabía que decir.
-si, dicen que eres el chico que siempre trata de llamar la atención.
-¿Eso piensan todos?- preguntó el rubio extrañado
-creo que solo yo- respondió ino con una sonrisa
- y si me conoces, ¿por qué me ayudaste y me invitaste a comer?.
-pues no podía dejarte allí, ademas pensé que no habías comido, pues te vez muy delgado.
-no es mi culpa, cazar peces en el lago es difícil- dijo Naruto con un puchero.
-¿cazas tu comida?, Eso es raro, ¿Todos lo hacen? - pregunta Ino con inocencia.
-¿Eh? Pues creo que sí.
- ¿me enseñarías a pescar?- preguntó Ino.
- claro pero debo advertirte, me tomo tiempo aprender a pescar así que no me culpes si no consigues ningún pez.
- te diré algo, creo poder hacerlo mejor que tú- Ino se mostró confiada de su respuesta.
- está bien, vamos.
Al salir de la casa, ambos rubios empezaron a pescar consiguiendo varios peces que luego frieron, y fue cuando Ino probó su pez que se sintió bien de haberlo atrapado, pues le gustó que su esfuerzo haya valido la pena, aunque fuera después de varios intentos.
Mientras la chica se comía su pez, Naruto sonrío por la expresión que hacia al saborear su platillo, ya que era muy divertido verla de esa manera.
Al terminar de comer, ambos hablaron antes de irse, haciendo la promesa de encontrarse mañana para jugar.
-¿Entonces somos amigos?- preguntó Naruto.
- Sip, amigos - respondió Ino quién se había divertido.
Ambos se despidieron dejando a Naruto aún en el prado del bosque con una sonrisa y diciéndose así mismo.
