The Perfect Formula For a Waltz

III

Verano, 1781

Francia

Otra de las extravagantes fiestas de la Reina María Antonieta sería llevada a cabo en el Palacio de Versalles esa noche.

Sería algo diferente, usualmente sólo las damas más frívolas de la alta nobleza se hacían presentes junto con los caballeros más poderosos de alto estatus; pero esa noche atendería toda la nobleza sin importar si son influyentes, ricos, poderosos, o solo un relleno sin importancia para sus títulos.

Se estaba ocultando el sol, el ocaso inspiraba a la bella mujer a alistarse para esa velada organizada por la mujer más odiada e importante de toda Francia.

Su imagen impecable hacia que casi no se notará que era de la baja nobleza, o que prácticamente la habían despojado de su título, pero todos allí la conocían, algo irónico para su apodo, "La Baronesa que no existe".

Al bajar de su carruaje, que era llevado por dos equinos pura sangre perfectamente arreglados, sintió el peso del mundo encima suyo, en la entrada del palacio de Versalles, debía de causar una buena impresión al entrar al salón principal.
Camino con elegancia y porte firme, y al entrar logro ver la crema de la nobleza y realeza Francesa, extravagantes doncellas e infames señores, nadie la voltio a ver, no era nadie entre esa multitud, ya no era la mejor noche de su vida, por alguna razón sentía que algo inhabitual pasaría, en ese momento solo deseaba que el crepúsculo de ese día nunca hubiera llegado.