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Lisa fue puntual el día en que organizó para juntarse con Taeyeon, llevaba sus audífonos puestos mientras corría por las calles para llegar a la biblioteca. No tenía el tiempo contado, había salido con diez minutos de anticipación sabiendo que solo taraba alrededor de siete minutos en llegar. Pero llegó antes que Taeyeon, aunque esta no tardó mucho en llegar y sonreírle.

Ambas se sentaron, una al lado de la otra, y Lisa comenzó a leer y explicarle lo básico para poder hacer los ejercicios. Siendo paciente y señalando los errores que fueron corregidos por la rubia cuando supo que hacer.

– Y luego pasas la "X" hacia el otro lado y... voilà.

Taeyeon rió al escucharla, viendo el último problema resuelto. Manoban se recargó en el respaldo de l silla, sonriéndole a la chica rubia que seguí revisando su tarea para guardarla con cuidado en su morral y observar a la pelirroja que se había distraído en el pequeño lapso de tiempo en que no hablaron.

– Gracias por ayudarme, Lisa – susurró Kim con una suave sonrisa, inclinándose lo suficiente para sentir el cálido aliento de Manoban mezclarse con el propio.– ¿Puedo agradecerte de alguna forma?

– Uh... – Lisa vio la situación, tragando pesado y dando una nerviosa risa antes de aleje ese lo suficiente de la otra chica.– ¿Te gustaría ir a almorzar?

Taeyeon asintió, empujando su silla para levantarse y colgar su morral en su hombro. Lisa solo guardó sus audífonos y teléfono en los bolsillos de su hoodie. No había llevado mucho, ni siquiera llevo dinero en efectivo, todo podía ser pagado desde su teléfono.

– ¿Ya encontraste a tu alma gemela?

Manoban se quedó callada, observando a la chica de ojos café unos pocos segundos. Se detuvo para pensar en su respuesta, tratando de imaginarse que pasaría si decía que si y si decía que no. Si aceptaba haberla encontrado, debía de decir quien era y eso la llevaría a nombrar a la pelinegra, lo que la empujaría a estar más tiempo con Jennie y soportar su intensidad, romanticismo barato y pasividad. Pero decir que no, dejaba abierta la posibilidad de que Taeyeon hiciera algo para serlo. Conocía pequeños métodos para cambiar a tu alma gemela, escuchó a Ariel hablar de eso en clase.

Tienes que enamorar a la persona que quieres, claro que esta no debía de haber encontrado a su alma gemela. Si la enamorabas, se volvía tu alma gemela y la frase cambiaría, pero también las almas gemelas de esas dos personas automáticamente se volvían almas gemelas. Era confuso al principio y Lisa dudaba que funcionara, pero viendo a Taeyeon y su extraño interés en ella, asumió que la rubia si creía en el cambio.

– Uh... ¿Tú lo hiciste? – preguntó Lisa.

– Si, pero no lo sabe – susurró Taeyeon inclinándose hacia la pelirroja.

Lisa se alejó al ver sus intenciones, tratando de poner una excusa para no besarla.

– ¿Qué pasa?

– Mal aliento – contestó de inmediato Manoban.

– ¿Tengo mal aliento?

– ¡N-no! T-tú no... uh... yo tengo mal aliento y... uh... eso.

Taeyeon se rió al ver a la pecosa con un fuerte sonrojo en su rostro, balbuceando y con las manos aferrándose al borde de su hoodie favorito.

– No me molesta – confesó Taeyeon volviendo a invadir el espacio de Lisa.

"¿Por que las rubias invaden mi espacio? Shu shu... Aléjate. Ya tengo problemas con Jennie y su problema de molestarme... ¿Qué estará haciendo ahora? No, alto. Jennie no, Taeyeon si. Estas con Taeyeon, saca a Kim de tu cabeza."

Lisa entró en pánico al verla inclinarse, había cerrado los ojos para poder besarla y Manoban estaba aterrada por eso, lo cual era tan raro. Ya había besado a Taeyeon y se sintió bien, pero ahora algo le decía que eso estaba mal, que no debería besarla. No a ella.

Y una gran idea llegó a su cabeza.

La pelirroja colocó su dedo sobre los labios de Kim, dando una risa nerviosa mientras se alejaba de forma lenta.

– ¿Sabías que el ser humano solo conoce el 5% del océano? – soltó sin más, sonriendo orgullosa por su pequeño dato curioso que.... ¿como decirlo?... le robó a la pelinegra.

Había escuchado a Jennie decirlo la vez que almorzaron juntas, quizás fue de las pocas cosas que Lisa recordó de esa cita.

– Woah, eso es...

– ¿Fascinante? – preguntó.– Si, también lo pensé cuando escuché a Jennie decirlo.

– ¿Jennie?

– Si, me invitó a almorzar una vez y me lo dijo, no se porque es lo único que recu-

– No – la interrumpió Kim.– Jennie está por ahí.

Lisa frunció el ceño, girándose para ver a la pelinegra riéndose con una chica castaña que siempre la estaba siguiendo.

"¿Por qué se ríen?"

– Vámonos Lily – pidió Taeyeon, tomando su mano y arrastrándola fuera de la biblioteca.

Lisa no tuvo tiempo de decir o hacer algo, solo dejo que al rubia la sacara de allí y sin que Jennie pudiera notar su presencia... aunque la pelinegra parecía estar más al pendiente del libro que tenía en las manos que en otra cosa.

– ¿Crees que sea bueno releer los siete libros de Harry Potter? – preguntó Jennie.– Olvídalo, claro que es bueno.

La pelinegra dejó el primer libro de aquella gran saga y prosiguió a buscar su tarjeta de identificación para poder llevárselo por el mes. Luego buscaría el segundo y así sucesivamente hasta acabárselos. Quizás luego podría releer "The Lord of the Rings" y obligar a sus padres a ver las películas con ella.

O a Lisa.

– ¿Sabes? Creo que deberías leer otra cosa, ya sabes, algo nuevo – sugirió Yerim con timidez, movía su pie de manera nerviosa y no dejaba de ver el suelo.– Como...

– Dirás After o Twilight y te dire que no gracias, prefiero algo más...

– ¿Fantástico? ¿Lleno de magia?

– Algo así – sonrió Kim recogiendo su tarjeta y el libro.– Pero Harry Potter fue, es y será parte de mi vida... ¿Crees que le guste a Lisa?

– ¿A esa rara? – Yeri soltó una risa al mencionarla, dejando de hacerlo apenas vio el ceño fruncido en la ojimarrón. Se aclaró la garganta para poder corregirse.– D-de seguro le gusta, es... uh... muy geek.

Eso hizo sonreír a Kim, abrazando con fuerza el libro. Y la solo idea de poder tener algo en común la hizo feliz, chillando mientras salía de la biblioteca con Yeri detrás de ella.

Quizás podía encontrar algún lugar que estuviera ambientado al Caldero Chorreante o el comedor en Hogwarts. Cualquier lugar, pero que pudiera transmitirle ese sentimiento de estar allí.

Jennie dejó en manos de Yerim el libro, sacando su teléfono y presionando el contacto de Lisa. Tenía una idea y la pelirroja no podía negarse.

¿Qué quieres?

– Universal Studios, tu y yo. Todo un fin de semana, yo me encargo del pago y el hospedaje. Nos iremos el viernes en la moche y regresarnos el domingo en la noche. ¡No puedes decir que no! – grito antes de terminar la llamada, fue rápida y Lisa no pudo decirle nada al respecto.

Si todo salía bien, la pelirroja al menos podría sonreírle y tratarla mejor.

What did you say? | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora