Decir que su cita había terminado bien era una completa mentira.
Lisa le dirigía muy pocas veces la palabra y era para corregirle algo que ella decía mal o solo para comentar algo con respecto a su comida. Al menos le decía algo y eso lo agradecía, quizás porque creyó que Lisa no le hablaría en toda la comida y ella tendría que sacar miles de temas de conversación para escucharla.
Si bien Jennie era paciente, no negaba que con Lisa estaba perdiendo la paciencia. ¿No se suponía que cuando encontrabas a tu alma gemela, vivirás feliz? ¿Por qué le tocó a ella una persona que no creía en eso? La única persona que no creía en todo ese asunto y lo veía como algo tan ridículo era su alma gemela. Lalisa Manoban era esa persona que te hacia perder la paciencia con sus respuestas sarcásticas y aquel caparazón que evitaba ser dañada por cualquier persona. Pero Jennie no dejaría de insistir hasta que la pelirroja aceptara lo suyo y confiar en ella porque parecía no haber tenido problema alguno al aceptar la invitación de Taeyeon.
A diferencia de Jennie, Lisa prefería mantenerse alejada de todos y seguir en su pequeño mundo de música y pintura. Había logrado evitar a la pelinegra el resto de la semana y se sentía orgullosa por eso, nadie molestándola con el tema de almas gemelas. Tuvo toda la semana ocupada con sus dibujos y sus intentos por animar una pequeña secuencia que involucraba unos adorables muñequitos de nieve.
Hasta que el sábado recibió un mensaje por parte de Taeyeon preguntado cómo estaba y si se encontraba ocupada. Manoban contestó enseguida, esperando una respuesta que se volvió una solicitud para videollamada.
Era raro que Lisa aceptara hacer una videollamada con alguien que no era Jongho o Yunho, y solo lo hacía para jugar con ellos. Pero ahora estaba por hablar con Taeyeon y no sabía que decir.
– Hola Lily – saludó la rubia con aquella sonrisa.
– Hey, ¿Qué haces?
– Tratando de entender unos ejercicios y recordé que eres buena con las matemáticas, ¿Podrías ayudarme? – preguntó Taeyeon con un pequeño puchero.
« Mhm... parece Jennie cuando hace eso.
Espera, ¿Qué? Mierda Kim, ¿Por qué tienes que ser una molestia aún cuando no estás cerca? »Lisa gruñó ligeramente mientras sacudió la cabeza para terminar la llamada y disculparse con un pequeño mensaje de texto, usando la excusa de que debía hacer algo muy importante.
– ¡Lily! Jamás pensé que este día llegaría, más bien... uh... Nop, nunca pensé que la que llamarías serías tú – se rio Kim.
– Eres molesta, ¿De acuerdo? Solo quería decirte eso y que no intentes acercarte a mi porque juro ponerte una orden de alejamiento – escupió Manoban encendido su notebook para seguir con su pequeño proyecto.– ¿Hola? ¿Ahora tú te harás la difícil?
– Ese papel encaja perfecto contigo, alma gemela ~
Lisa terminó por arrojar su teléfono a la cama tras terminar con esa improvisada llamada que había hecho con la pelinegra. Al menos le dejo las cosas en claro y se sintió más tranquila, dudaba que Jennie Kim quisiera seguir insistiendo luego de escuchar su sutil amenaza que involucraba una orden de alejamiento. Pero tristemente su teléfono volvió a escucharse, el ringtone era la clásica canción de "Halloween" que jamás cambio luego de aquella festividad.
Se levantó solo para ver quien era y se detuvo apenas escuchó el timbre. Quizás se trataba de Jongho que olvidó sus llaves o Yunho. El timbre volvió a escuchar y Manoban bajó para encontrarse con Taeyeon.
– ¡Taeyeon! ¿Qu-que haces aquí? – balbuceó la pelirroja.
– Si, ¿Qué haces aquí?
Lisa abrió los ojos al escuchar esa segunda voz, mirando como a unos metros estaba Jennie cruzada de brazos. Miraba a Taeyeon como si estuviera a punto de asesinarla y eso no parecía algo bueno. Kim se giro para encontrarse con una molesta Jennie que no dudaría en alejarla de Lisa si intentaba algo extraño.
– ¿Por qué está ella aquí? – susurró Taeyeon cerca de Lisa, la cual se encogió de hombros.
– ¿Y ella por qué está aquí?
– Lisa iba a ayudar con-
Jennie se había puesto a un lado de la rubia, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Era una escena de celos y Lisa no sabía que demonios hacer al respecto. Era la primera vez que dos chicas estaban delante de ella, exigiendo su atención y una de ellas le estaba haciendo una innecesaria escena de celos.
– Tú – comenzó, señalándole a la pelinegra que bajo los brazo.– Adentro y Taeyeon... uh... ¿Te parece mañana? – continuó Manoban al tiempo que se balanceaba ligeramente.– Es decir... estudiar en mi casa significa ver a mis padres cariñosos y a mi cuñado exigiéndole amor a mi hermano que terminarán en gritos porque están perdiendo en un videojuego.
Taeyeon asintió con una pequeña sonrisa, inclinándose para besar la comisura izquierda de la pelirroja y rozar sus manos.
– ¿Mañana a las diez? – preguntó Taeyeon.
– ¿Qué te parece a las once treinta y luego te invito a almorzar? – sugirió Lisa.
– ¡Y yo tuve que invitarte a ti! – chilló Kim desde la sala.
Taeyeon se rio ligeramente, asegurando estar en la biblioteca a las once treinta y esperarla ansiosa.
Lisa cerró la puerta, girándose para encarar a la pelinegra que le sonreía como si nada hubiera sucedido y eso solo empeoró las cosas porque la pelirroja la acorraló contra la pared. Jennie trago pesado al ver la situación en la que se había metido por haber sido impulsiva. Miro los ojos de Lisa, bajando poco a poco hasta sus labios. La pelirroja tenía demasiadas pecas esparcidas por todo su rostro que le causaban demasiada ternura a la menor. Pudo apreciar una pequeña cicatriz en el mentón de Lisa, del lado derecho y que apenas se veía.
– ¿Vamos a besarnos o algo así? – susurró Jennie.
Pudo ver cómo Lisa tensaba la mandíbula y se alejaba de ella. Se notaba que la pelirroja no la quería allí, pero intentaría cualquier cosa para conseguir que Lisa le hiciera un poco de caso.
– Largo.
– Me haces pasar a tu casa, invades mi espacio personal e ilusionas con besarme para luego sacarme, ¿Qué ocurre contigo?
Manoban comenzó a reírse ante eso, sujetando los hombros de la pelinegra para empujarla hasta la puerta. No dejaría que Jennie siguiera ahí, menos que hablara cosas fuera de lugar y pensara algo erróneo.
– Largo o llamó a la policía.
– Lo haré, lo haré – susurro Jennie saliendo de la casa.– Pero acepta otra cita.
– No.
– Entonces no me iré.
– ¿Otra cita?
– Solo una más y prometo dejar de molestarte.
Una oferta tentadora que Lisa terminó aceptando luego de unos minutos de estar en silencio.
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What did you say? | Jenlisa
FanficEn tu decimosexto cumpleaños, las primeras palabras que te dirá tu alma gemela aparecerán en tu muñeca. ❝ 𝑌𝑜𝑢'𝑟𝑒 𝑎 𝑤𝑒𝑖𝑟𝑑𝑜 ❞ ❝ ...𝑎𝑛𝑑 𝑦𝑜𝑢'𝑟𝑒 𝑏𝑒𝑎𝑢𝑡𝑖𝑓𝑢𝑙 ❞ ____ QUIER...