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pov's kim solhee

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pov's kim solhee

'¿Mamá fue quien le dio su número? ¿Ó él se lo pidió?' Esas preguntas pasaban por mi mente en hora de clase, estuve toda la mañana algo fastidiada y no sé bien la razón, tal vez porque el Señor Jung se negó a hablar conmigo de una buena forma. Puede que por su apretado horario... pero me hubiera gustado hablar un poco más, descubrir si es simpático, las buenas cualidades suman puntos para que sea el futuro esposo de mi progenitora.

—¿En qué piensas? —fui obligada a salir de mi burbuja cuando a mi lado mi amigo insistía en que le prestara atención—. Te ves distraída desde hoy en la entrada.

—Sólo pensaba, ya sabes, cosas de chicas.—me limite a decir.

JiMin es mi amigo desde hace dos años, nos conocimos por casualidad en clases de artesanía, es agradable pasar tiempo con él porque no se compara a los otros chicos de nuestra escuela. A diferencia de ellos mi amigo es amable, respetuoso y sobre todo limpio, no huele a hormonas –y una semana sin bañarse– como el resto. Suele acompañarme a casa porque mamá no puede pasar a buscarme, se preocupa por mi. ¡Es tan tierno! Cuando asintió a mis palabras pellizque su mejilla, se quejo, golpeando mi mano.

—Eres un buen amigo, JiMin. —sonreí— Gracias por acompañarme. —dije una vez que estuvimos frente al edificio. Mi amigo suspiró, rascando su nuca con la mirada en otra parte.

—Esta bien. Adiós.—confundida vi como se iba, ¿Qué mosca le pico?

Estaba por seguirlo de atrás, pero el ruido de un auto acercándose hasta parar frente a mi en la calle me hizo pausarme, reconocí el mismo vehiculo gris de esta mañana. El portero se acercó cuando el hombre bajó, no sé mucho de carros ni de sus marcas, pero este sin duda parece uno lujoso. Quedé hipnotizada por su forma, sin duda quiero uno así cuando sea mayor. El Señor Jung le dio sus llaves al portero Lee, al percatarse de mi figura parada allí se me acercó con una sonrisa, sus hoyuelos volvieron.

Trague saliva algo cohibida cuando estuvo frente a mi, ya no tenía su maletín y se veía algo más despreocupado.

—¿Vuelves de la escuela?

—Sí. —tome coraje para levantar la vista— ¿Cómo le fue en el juicio?

—Gane. —contestó con alegría, al instante comenzó a caminar hacia el interior del edificio, indicándome que lo acompañe, lo hice, inconscientemente— ¿Y a ti cómo te fue hoy?

Es tan raro oír esas palabras, «¿Cómo te fue hoy?» No suelen preguntarmelo para nada, mi madre llega cansada luego de sus actividades así que es más normal que cada una solo hable de algo trivial y más tarde ir a dormir para al dia siguiente volver a la rutina con una sonrisa en el rostro. Es mi mejor amiga, verdad, pero sigue siendo un adulto con una vida problemática llena de citas con hombres, en su vano intento de superar un trauma emocional de su conflictiva infancia.

Que difícil... incluso yo a mi edad entiendo lo que ella no.

—Me fue bien.—conteste una vez dentro del elevador.

—¿Tú madre está en casa?

Su pregunta me hizo hacer una mueca.

—No, no llega hasta las diez.

—¿Estarás sola hasta esa hora?—soltó con sorpresa.

Desde pequeña ese es el horario de llegada de mamá, a veces acostumbraba a simplemente cenar sola en lo que ella llegaba de la casa de alguno de sus novios. Nunca lo he visto mal, porque cuando estaba en casa de papá pasaba lo mismo. Moví mi cabeza para confirmar las palabras del Señor Jung, él hizo una mueca que quitó cuando las puertas se abrieron.

—¿Puedes preguntarle a tu madre si esta bien que cenes conmigo?

—¿Eh?—abrí mis ojos en su dirección.

—Es algo triste estar solo, créeme, lo estoy todos los días.

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need to know ➵ ʙᴛs;; jhs [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora