Bokuto había salido tan rápido como había podido de aquel lugar junto con el Beta, el caballo corría tan rápido como se lo permitían sus patas y Akaashi simplemente se aferraba al Alfa por el frio que se colaba bajo el abrigo, así como el miedo que no le abandonaba del todo. Para cuando llegaron al castillo el de cabello negro solo sentía sueño y su cuerpo entumecido, a penas y podía escuchar al otro que le hablaba mientras le cargaba puertas a dentro.
Cerró los ojos intentando disfrutar del calor que irradiaba el cuerpo del otro antes de que el calor envolviese su cuerpo al entrar a la caliente bañera junto con el Alfa.
El de mirada dorada tenía miedo, no sabía si había echo lo correcto al desnudarle, pero mantenerlo con la ropa mojada era peor, ahora se encontraba con el Beta a penas consiente entre sus brazos mientras le sostenía para que no se hundiera en el agua, su abrigo aún cubría la desnudez del Beta, por las prisas Bokuto había entrado en el agua con la ropa y calzado, poco le había importado. Notó como el rostro del contrario dejó de verse pálido y suspiró aliviado. Aún en esa situación se veía tan hermoso, sabía que no debía admirar aquella belleza, pero sin importar si su mejilla se encontraba magullada disminuían aquella aparente perfección. Paseaba su mirada por aquella piel blanca como la nieve que envolvía el reino, tomando color en aquellos labios rosados, tragó saliva antes de mirar alrededor, se encontraban solos y nadie sabría lo que pasaba ahí. Quería probar aquel par de labios, saciar su curiosidad para poder seguir adelante olvidando las extrañas sensaciones que llegaban a su cuerpo al verle, escucharle u oírle.
Miró con atención como aquel par de zafiros se asomaban levemente bajo sus parpados y eliminó la distancia entre ambos al pegar su frente a la del contrario. Dio un leve respingo al escuchar la puerta abrirse encontrándose con Kuroo en esta.
— ¿Cómo está? – Preguntó preocupado mientras se acercaba a la bañera y se despojaba de su ropa rápidamente para adentrarse al agua tomando al Beta entre sus brazos mientras Bokuto le soltaba.
— No estoy seguro, pero creo que pude llegar a tiempo para que no muriera de hipotermia. – Dijo antes de que su nuca fuese tomada por Kuroo y tirado para que sus frentes se tocaran.
— Te debo demasiado, Bokuto. – Alejó su rostro para enfocar su atención en Akaashi que correspondía el abrazo de su esposo.
— No digas eso. – Dijo bajo antes de tomar algo de agua con sus manos y mojar su rostro. — Tengo que cambiarme o ensuciaré el agua. – Mencionó mientras se levantaba para salir de la enorme bañera y comenzar a desvestirse intentando ignorar como Kuroo se llevaba en brazos al Beta.
Tres días se encontró Akaashi con fuerte fiebre, manteniendo preocupados al rey y su mas leal guardia. Ambos lo visitaban varias veces al día junto con los doctores del reino, a veces ayudaban a cambiar los trapos húmedos por nuevos buscando bajar la fiebre. El Beta abrió los ojos mientras un húmedo pedazo de tela era puesto sobre su frente, se quejó un poco antes de ver que era Bokuto quien se encontraba cuidándole.
— ¿Te sientes mejor? – Preguntó notando como el otro asentía levemente con la cabeza. — ¿Te cansaste de fingir estar enfermo? – Bromeó logrando que el Beta riera levemente antes de que Kuroo entrase en la habitación.
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Izmena
ФанфикAkaashi siempre disfrutó de la comodidad de ser un Beta, de encontrarse libre de ciclos de celo y posibles ataduras. Al ser el menor creyó que solo tenía que ser obediente, no imaginando lo que pronto llegaría para cambiar su estilo de vida, como ll...