Bokuto había acompañado a Kuroo hasta el barco en el que se iría, le preocupaba el no estar a su lado para protegerlo si algo sucedía, confiaba en sus compañeros para que protegieran a su mejor amigo, pero seguía diciéndose a si mismo que ninguno sería tan fuerte y leal como él para mantenerle a salvo.
Con desgana regresó al castillo, tenía que cuidar del Beta, no creyó convertirse en niñera a esas alturas, pero no podría rechazar un pedido del otro. Si realmente aquel Beta podría llegar a hacer feliz a su rey, entonces él con gusto lo soportaría y no es que le desagradara, al contrario, era lo mucho que llamaba su atención lo que le molestaba.
Nunca traicionaría a Kuroo, pero no podía evitar las sensaciones que llegaban a él cuando su mirada se cruzaba con aquella azulada que parecía poder leer hasta el pensamiento, lo encontró en la sala del trono y tras tomar algo de aire e ignorar el hormigueo en su estómago se acercó.
— Su majestad. – Se apoyó en una de sus rodillas mientras ponía su brazo en el pecho, sería lo más distante que pudiese para dejar en claro para sí mismo aquella línea que jamás podría cruzar.
— Bokuto. – Escuchar su nombre le hizo sentir un escalofrío, pero se obligó a ignorar tal sensación. — No seas tan formal conmigo, mi esposo, Kuroo dijo que eres como su hermano, así que eso nos convertiría en cuñados ¿No es así?
— En ese caso, no tengo que preocuparme demasiado por cómo le hablo. – Se levantó y miró hacía cualquier parte de la habitación para evitar el contacto visual, aunque no duró mucho de esa manera al notar como el otro se acercaba.
— No estoy acostumbrado a que me hablen de otra manera que no sea respetuosa, pero me gustaría, si no te molesta, practicar contigo el hablar de manera menos formal.
— ¿Y porque quiere practicar sobre eso? – Preguntó genuinamente curioso.
— Kuroo me ordenó no ser tan recto. – Bajó la mirada hacía sus manos, así como el otro estaba haciendo lo posible por comprenderle, de igual manera quería regresarle algo de esa gratitud.
— Puedo ayudarte, pero ¿Crees poder soportar no ser tratado como intocable? – Dejando de lado lo que pudiese sentir al ver la belleza de aquel Beta, le emocionaba el poder hacerle bromas a futuro sin tener reprimendas, incluso ver como se enojaba al ser acusado de algo nuevamente.
— Haré mi mayor esfuerzo, por el momento te agradecería mucho que me llevases a la biblioteca del castillo.
— De todo lo que podrías pedirme. – Dijo bajo, le parecía aburrida aquella petición, pero no tenía otra opción más que obedecer. Le indicó que le siguiera, creyó que le pediría algo como salir del castillo, andar a caballo, ir de casería, cualquier cosa divertida, no ir a leer empolvados libros.

ESTÁS LEYENDO
Izmena
FanficAkaashi siempre disfrutó de la comodidad de ser un Beta, de encontrarse libre de ciclos de celo y posibles ataduras. Al ser el menor creyó que solo tenía que ser obediente, no imaginando lo que pronto llegaría para cambiar su estilo de vida, como ll...