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Anne Muchetti
Responsable

Yet I'm feeling like
There is no better place than right by your side
I had a little taste
And I'll hold this for ya at the party anyway
'Cause all the girls are looking fine
But you're the only one on my mind

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La mirada desaprovatoria de su madre estaba sobre ella. Apenas era el desayuno y ya sabía por que le miraba así, todavía no estaba casada. Notando aquella tensión su padre, Vito, tosió ligeramente. Vito y Giuseppe pertenecían a la guardia nacional, ya que aún que fueran de ascendencia italiana, Vito Muchetti se sentía más francés que cualquiera. Tratando de acabar con ese desayuno lo antes posible se excusó y salió hacia su habitación. Al llegar se puso un vestido rosado y tras acomodar su pelo en una coleta ladeada salió del lugar camino a la biblioteca.

Al llegar allí comenzó a buscar entre los libros su favorito, Romeo y Julieta de William Shakespeare. Aquella historia era preciosa, un romance prohibido le parecia idílico, además alguien que muriera por su pareja y el hecho de que realmente había sido amor a primera vista. Eso le hizo recordar a Enjolras, haciendole soltar un suspiro. 

Se había enamorado sin conocerlo, como Julieta de Romeo, aquel hombre de aspecto angelical tenía toda su atención en ese momento. Trató de hacer algo que no había hecho desde que le conoció, no pensar en él. Se centró en aquella trágica historia, mordiendo su labio para que salieran exclamaciones por lo que leía, o para no llorar cada vez que se acercaba una parte triste. En eso pudo ver como un hombre había dejado caer por accidente un pequeño libro. Rápidamente lo tomó  y se acercó a él con una pequeña sonrisa.

―Disculpe, monseur, creo que se le ha caido esto―El hombre se giró y le sonrió amablemente.

―¡Lo estaba buscando! Muchas gracias, madamoiselle―Tomó con cuidado el libro―Mi nombre es Joly

―Yo soy Anne, todo un placer monseur Joly―Su voz era calmada y cálida, le solían decir mucho a Anne que su voz era muy reconfortante.

―¿Que leía usted, madamoiselle? Si se me permite la pregunta, claro―Le sonrió alegre mientras dejaba un beso en su mano.

―Romeo y Julieta, de William Shakespeare―Explicó con una dulce sonrisa.

―Oh, toda una obra maestra...Que nunca he leido, siempre me he sentido atraido más hacia libros sobre medicina―La muchacha no pudo evitar soltar una ligera risa ante la emocion y felicidad del contrario.

―¿Entonces le gusta la medicina?―La pregunta era obvia, pero no quería dejar de hablar con aquel hombre, ya que le había resultado muy amable y alegre.

―Me apasiona, actualmente me encuentro realizando esa carrera, en un futuro voy a ser doctor...Diría que el mejor, pero mi amigo Combeferre también la estudia―La muchacha asintió a pesar de no saber de quien le hablaba― ¡Si quieres te lo puedo presentar!

―¡Claro!― El hombre comenzó a caminar fuera de la biblioteca hasta un café cercano.

Cuando la chica leyó el nombre del café no pudo evitar que algunos nervios invadieran su cuerpo, era el café en el que habían acabado Lily, Ivette y ella. Él abrió la puerta dejandola pasar y una vez entraron le siguió hasta unas escaleras. 

―¡Chicos! Os quiero presentar a mi nueva amiga―Anne se sorprendio ligeramente lo rapido que el hombre consideraba a la gente sus amigos, pero no le desagradó.―Se llama Anne.

―La conocemos, un placer volver a verla madamoiselle Anne―Miró al pelinegro que como la noche que les conoció hizo una divertida reverencia.

―Una pena que Enjolras ya no esté entre nosotros para verte, una verdadera lastima...―El otro pelinegro tambien estuvo la noche que les conoció, Grantaire.

Esa frase le cayó como un cubo helado ¿Había muerto? Si era así no volvería a verlo, y si no estaba muerto no tenía sentido que Grantaire lo dijera de ese modo ¿no?

―R, parece que digas que se ha muerto cuando solo se ha ido ya―El chico que estaba junto a Courfeyrac se acercó amable―Soy Combeferre, todo un placer

―Oh, el otro medico, el placer es mío―Combeferre miró con el ceño fruncido, pero con diversión, a Joly.

―Le hable de tii―Exclamó en un susurro el hombre.

Invitaron a la chica a sentarse con ellos, charlando alegremente. Incluso se quedó a comer en el lugar, una comida deliciosa según su juicio. Un par de horas después llegó un niño corriendo que saltó sobre Courfeyrac, que lo atrapó en el aire.

―¡Hoy he hecho una amiga! Es muy buena, me dio de comer, me dejo lavarme y ¡Mirad! ¡Ropa nueva!― El niño gritaba alegre y la castaña pudo ver en los ojos de su portador un brillo especial, parecía el de un padre feliz mirando a su hijo.

Dado a que esa noche debía asistir a una cena con su familia se retiró en seguida, pero algo sorprendente ocurrió en su hogar, su madre estaba feliz. En cuanto ella llegó la animó feliz a subir a su habitación para ayudarla a vestirse y peinarse, cosa que ella entusiasmada aceptó, pues extrañaba que su madre se comportara como una madre con ella.

Lo que no sabía era que la madre estaba tan emocionada por la cena, por ello andaba tan feliz, pero aún que lo hubiera sabido, igual habría estado feliz, pues desde pequeña su familia habia sido genial y cariñosa, pero algo había cambiado con sus padres. Con su padre no se notaba tanto, pues desde que era pequeña lo recordaba como un hombre serio, pero cariñoso, pero su madre era otro mundo. Ahora ya no bromeaba con ella, no dejaba besos cariñosos por su cabeza y aún que antes no le gritara, ahora no paraba de hacerlo, y no paraba de culparse a si misma, pensando que ella había hecho algo malo, pero no, ella no había hecho nada, era lo que se recordaba despues de pensarlo, no era su culpa y nunca lo sería ¿No? ¿Y si lo era? ¿Y si no recordaba pero había hecho algo?

En ese momento se alejaron esos pensamientos de su cabeza mientras su madre cepillaba su pelo con amor.

Sempiterno [Les Miserables Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora