Mientras mi mente recorría los sucesos de esa noche en particular, volví al presente.
—Perdón, pero debo contestar— Dijo Alba, mirando su móvil.
—Claro, contesta— Respondí y la observé alejarse algunos de pasos de mí.
Esta era la oportunidad perfecta para recuperar el equilibrio. Respiré profundamente un par de veces para calmarme. Escuchar esa canción me provocó un vuelco total, pero también todo lo de antes. Alba estaba aquí. En mi camerino. Y estaba saliendo con una mujer, una muy sexy, pero por supuesto traté de eliminar esos celos.
Mis penetrantes ojos marrones estudiaban lentamente a la mujer segura de sí misma al otro lado de la habitación. No me estaba viendo en esos momentos, así que podía observar lo mucho que ha cambiado físicamente. Su cabello estaba mucho más largo de lo que solía ser. Al principio no lo noté pero ahora que mi cabeza ya no giraba, era capaz de apreciar su transformación. Ella siempre ha sido guapa pero ahora estaba... deslumbrante.
Su tez estaba perfecta con un ligero bronceado, y su estilo seguía siendo impecable. Los jeans apretados abrazaban su figura perfectamente y no pude evitar notar lo bien que acentuaban su trasero. Inmediatamente sonreí internamente cuando me di cuenta de que la estaba observando de arriba abajo descaradamente. ¿Cómo podría no hacerlo? Todo el mundo lo hace, ¿verdad? Su camiseta era simple pero elegante, al igual que la chaqueta beige que estaba usando encima. Mis ojos recorrían el largo de sus interminables piernas cuando la oí hablar otra vez.
—Perdón, no quería ser grosera pero era mi mamá. Te manda saludos— La rubia se dirigió a mí mientras se acercaba.
Tan pronto como la escuché mencionar a su madre mi rostro se iluminó. Solíamos tener una muy buena relación a pesar de que la mía con Alba había sido muy... complicada a veces.
—Aw, saludala de mi parte. ¿Cómo está?— pregunté casualmente, pero el rostro de Alba se endureció por primera vez desde que entró a la habitación.
—Está... mejor. Uhm, se está mejorando. Hace un tiempo le diagnosticaron cáncer de pecho, aunque ahora se encuentra bien.
Mi corazón se apretó honestamente. No puedo creer que esta hermosa mujer que tengo enfrente haya pasado por ese sufrimiento y yo no lo supiera. Sí, nuestra amistad no terminó de la mejor manera, pero me sentía increíblemente culpable en estos momentos por no contactarla.
—Lo siento muchísimo, Alba, de verdad. Por favor, dile que estoy feliz de escuchar sobre su mejoría. Si hay algo que pueda hacer...— Dije sinceramente antes de ser interrumpida.
—Está todo bien, Natalia. En serio, está bien. Pero se lo diré.
Era dolorosamente obvio que ella no quería seguir hablando de eso, y la verdad es que no quería obligarla.
—Probablemente debería irme y dejarte descansar— Alba dijo sonriendo otra vez. Incluso era una más suave que las anteriores, me aliviaba ver que nuestra conversación no había arruinado nada.
—De hecho, no descansaré en absoluto— Me reí y vi su cara de desconcierto. —Organicé una pequeña fiesta porque tengo dos días libres. Eres más que bienvenida si quieres ir. Quiero decir, tú y Martina.
Era la primera vez que mencionaba a Martina, y quería dejar claro que antes la estaba escuchando. Debí haber parecido una idiota pero estaba determinada a hacer las cosas bien. Sin darle la oportunidad de declinar la oferta, saqué un trozo de papel y escribí mi dirección y número.
—Toma, por sí decides ser espontánea una vez más hoy— Le dije con una pequeña sonrisa dándole el papel.
—No puedo prometerte nada. Ha sido genial verte, Natalia— respondió. Podía notar la sinceridad en su voz.
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Do I Wanna Know?
FanfictionNatalia Lacunza y Alba Reche, concursantes del programa español «Operación Triunfo» eran muy amigas desde el minuto cero en el que se conocieron. El fenómeno Albalia las orilló a tomar caminos totalmente diferentes. Dejaron escapar su amistad. Nata...