Capítulo 24

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Alba's POV

Quería matar a Marina cuando escuché su voz gritando por el apartamento. ¿Acaso no se dio cuenta de la indirecta cuando Natalia no le contestó el teléfono? Todo mi cuerpo seguía en frenesí cuando me puse algo de ropa. No tenía tiempo para recuperarme de la espectacular actuación que Natalia me había dado. Estaba claro que ella siempre había tenido una personalidad mandona, pero verla transformada de esa forma todavía hacía ruborizarme. Rápidamente me pasé la mano por el pelo, dejé la habitación y traté de parecer lo más serena posible.

Tan pronto como vi a mi hermana llorando, mi enfado desapareció. Estaba sollozando incontrolablemente y no se ponía así desde que nuestra madre falleció. Si había algo que odiaba sobre todas las cosas, era ver a mi hermana sufriendo. Natalia la sostenía con fuerza y sabía que Marina estaba en buenas manos, porque yo también había sido abrazada de esa manera por la mujer de cabello oscuro. Era el lugar más reconfortante y cómodo en el que se podía estar cuando te sientes triste; en los brazos de Natalia.

La forma en que ella envuelve sus brazos alrededor de tu cuerpo y te sostiene tan cerca te hace sentir a salvo. Aunque mi hermana estaba dolida, amaba ver a Natalia de esta manera. Ella siempre había sido una excelente hermana con los suyos, incluso con Marina. Era algo casi instintivo que tenía, incluso con los fans en nuestros tiempos de OT. Jamás le incomodaba abrazar a los fans histéricos que a veces nos conocían. Mi mente se inundó de imágenes de esa época, pero tenía que centrarme en el momento, así que me acerqué a ellas.

—¿Qué ha pasado?— pregunté y vi a Marina mover su cabeza.

—Carlos me ha dejado. Ni siquiera me dio una verdadera razón— estaba sollozando y Natalia la soltó para así sentarnos todas en el sillón. No pasó mucho tiempo antes de que Marina se acurrucara cerca de la mujer de ojos oscuros, pidiendo más consuelo. Por lo que Natalia estaba más que contenta por dar y puso un brazo alrededor de ella y gentilmente frotó la espalda de la pequeña.

—Eso no tiene ningún sentido. Pensé que estabais en el paraíso— le dije.

—Sí, yo también. Así que puedes imaginar la sorpresa que me llevé cuando me dijo que no estaba listo para esto y toda esa mierda— Marina explicó, pero se rió ligeramente. —Quizás yo también debería cambiarme de acera.

Natalia y yo también nos reímos e intentamos animarla por las siguientes dos horas. Pedimos pizza porque Marina no quería comer de mis macarrones y vimos películas. Había tenido una idea diferente de lo que sería mi noche con Natalia, pero verla siendo tan compasiva y cariñosa con mi pequeña hermana no tampoco era tan malo. Era increíblemente tierna con los niños pequeños y no pude dejar de pensar en lo maravillosa madre que sería algún día. Tragué un poco cuando me di cuenta de lo que estaba pasando por mi mente. Acabábamos de convertirnos en una pareja y yo ya estaba pensando en sus habilidades maternales, pero es que era adorable cuando concentraba toda su atención en cualquier niño que encontrase.

Luego de que la película terminara, Natalia se quedó dormida en el sofá y asumí que estaba cansada por el vuelo y todos sus viajes en general. Así que dejé que durmiera tranquila y hablé con Marina un rato. Durmió conmigo y se fue bastante temprano a la mañana siguiente, mientras que la mujer de ojos oscuros seguía casi muerta, durmiendo. El cansancio era evidente cuando la conocida estrella de pop durmió casi dieciocho horas seguidas. Una parte de mi estaba preocupada y revisaba si seguía respirando bien, y sí, estaba durmiendo como un bebé. Gran parte de mi día se había ido, como si ella no estuviera conmigo, por lo que estaba un poco decepcionada de que no pudiéramos disfrutar del pequeño tiempo que teníamos, pero estaba mucho más feliz de que ella se hubiera podido relajar.

Finalmente escuché como se movía y bostezaba sin hacer mucho ruido, mientras me acercaba a ella. Sus ojos se abrieron muy lentamente y se enfocaron en mí cuando me estaba sentando a su lado. En realidad amaba verla tan soñolienta, cuando su pelo estaba tan desordenado, sus ojos brillosos y el simple hecho de que parecía más joven.

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