Capítulo 15

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POV ALBA

La cabeza me daba vueltas. No sabía qué más hacer. A pesar de que había intentado enterrar cualquier emoción que sentí en el último mes sentía demasiadas cosas. Por alguna razón Natalia sacó toda la ira que no era para ella, pero yo no pude controlarme cuando ella empezó a hacerme preguntas.

Estaba enfadada con el mundo. Natalia estando todavía ahí para mí me hizo enfadar, porque yo quería que ella fuera feliz, y yo no estaba haciéndola feliz. Al menos no en este momento. No estaba segura de si sería capaz de entregarme a ella de la forma en la que lo hacía antes. Ese miedo de perder a alguien que amaba tan profundamente ahora estaba más dentro de mí que nunca.

En mi cabeza no había un final feliz para nosotras. Ella se daría cuenta en algún momento de que podría estar con alguien mucho mejor que yo. Entonces ¿por qué iba yo a ponerme a través de todo esto, cuando sabía que al final la perdería? Al ver su mirada hacia mí con esos ojos oscuros penetrantes sólo creaba aún más agitación interior, yo no quería lidiar con esto. No quería sentir nada. Pero no podía esperar que ella simplemente esperara hasta que estuviera de vuelta a mi antiguo yo. Tal vez nunca volvería a ser como antes; yo estaba destrozada y Natalia merecía más.

Ella todavía estaba esperando por mi respuesta y vi el miedo en sus ojos. Me sentí mal por, básicamente, hacerla pasar siempre por lo mismo, pero yo no podía darle lo que ella quería.

—No te estoy alejando— le dije con una voz más suave, porque no quería dejar salir toda mi ira en la persona equivocada. —Pero tampoco quiero que me esperes. Sé que eso no tiene ningún sentido.
Natalia todavía me miraba fijamente, tratando de leer lo que estaba pasando en mi cabeza. ¿Cómo lo iba a saber si ni siquiera yo lo hacía?

—Sé que piensas que no eres digna de esperar, pero yo sí— dijo en voz baja. Por lo general mi corazón latía más fuerte cada vez que ella decía cosas como esas. Pero no lo hizo. No podía sentir el órgano que, en sentido figurado, se supone que le pertenecía a ella. —Dime lo que necesitas, lo haré.

—Necesito espacio— dije con una respiración profunda, y vi la cara de Natalia caer. Odiaba esto. Odiaba herirla, pero mantener lo que habíamos estado haciendo últimamente era demasiado hiriente. Aparte mis ojos rápidamente del dolor visible en los marrón oscuro, me sorprendió oírla hablar de nuevo.

—Entonces te daré espacio— dijo, la miré y la vi tratando de mantenerse fuerte. Sus labios intentaron formar una sonrisa tranquilizadora pero parecía más triste de lo que ella probablemente había notado. —No quiero presionarte, y no quiero perderte a ti tampoco. Vamos a tomar un poco de tiempo separadas, toma todo el tiempo que necesites y cuando estés lista, ya sabes dónde encontrarme.

Esto fue difícil para ella y yo lo sabía. La gente a menudo cree que Natalia era controladora y prepotente, pero yo sabía por qué aparentaba ser así. Ella no podía evitarlo cuando se trataba de la gente que amaba y se preocupaba. Se preocupaba tanto que estaba en su naturaleza tratar de hacer todo lo posible por los que estaban sufriendo. Era uno de sus rasgos que siempre había amado. Su voluntad de apartarse y darme el espacio que necesitaba, está probablemente destrozándola, pero me pareció que era la mejor decisión para las dos. No quería que sufriera más de lo que ya lo ha hecho y la forma en que la trataba no era justa.

—Nos vemos— dijo en voz baja, porque yo no decía nada y salió de la cocina.
Verla irse fue un alivio y la tortura al mismo tiempo. ¿Cómo diablos podía estar sintiendo tantas cosas tan contradictorias a la vez?

Esa noche fue el comienzo de mio empezando a sentir de nuevo; no importa lo confuso que era. A pesar de que nuestra confrontación no terminó bien, ella me había obligado a hacerla frente, por lo menos una fracción de lo que había estado pasando.

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