Sentir el agua fría resbalar por mi piel todavía caliente, era lo único que mantenía a mi mente fuera del sueño que había tenido. Daba miedo ver el efecto que Alba tenía en mí, cuando ella ni siquiera estaba realmente allí. Ya había tenido sueños así antes, pero no de esa intensidad; no dejando a mi cuerpo en un frenesí total, doliendo en todos los lugares equivocados.
Suspiré profundamente y salí de la ducha para entrar en mi gran vestidor. La variedad de ropa y zapatos era interminable, pero eso hizo aún más difícil que me decidiera. Por lo general no me importaba tanto cuando estaba en casa y quería esconderme lo mejor que podía, así la gente no me reconocía a todos los sitios que iba, pero vestir un jersey, gafas de sol y un gorro no funcionaría para esta noche. Traté de averiguar lo que se pondría Alba. Su estilo era ecléctico estos días. Cena, repetí en mi cabeza una y otra vez, con la esperanza de obtener una idea de lo que debía esperar de la mujer más joven. Podría ser un restaurante de sushi de moda o simplemente una cena casual en algún lugar donde la gente no pudiera vernos.
El tiempo pasaba y yo seguía sin saber qué hacer. Decidí llamar a la mayor fashionista que conocía: Marta. Desafortunadamente ella no cogió el móvil y me quedé con la misma gran cantidad de opciones de ropa que antes. Mi nivel de frustración estaba llegando a su punto más alto antes de llamar a la siguiente persona que apareció en mi cabeza. Me gustaban bastante las cosas de alta tecnología y había una gran pantalla incluso en mi armario, en la que podía conectar mi teléfono y hacer un face time con la persona a la que estabas llamando.
—¡Hey, chica!— Julia apareció en la pantalla y me sentí aliviada de que por lo menos cogió el teléfono. Su rostro se proyectaba sobre la pantalla grande mientras yo estaba dando vueltas por el vestidor.
—Oye, ¿estás ocupada?— Le pregunté con una urgencia notable en mi voz.
—No, estoy simplemente relajándome. ¿Qué pasa?— preguntó la castaña.
—Necesito tu consejo sobre lo que debo ponerme esta noche porque sinceramente voy a perder la cabeza. Es una cena, eso es todo lo que sé, pero no tengo ni idea de dónde vamos o qué tipo de ambiente va a ser... Odio las primeras citas— divagué sin darme cuenta.
—¿Primera cita? ¿Quién es?.
—Es... um— dudé porque no tenía ni idea de si debía o no decirle. Tal vez Alba debería hacer eso ya que su vínculo era más fuerte que el nuestro. —Es complicado.
—¿Complicaciones antes de la primera cita?— Preguntó con una ceja levantada.
—¡Ese no es el caso!— Casi me asusté porque mis nervios me estaban matando.
—Woah ¿por qué tan alterada? Nunca te he visto tan nerviosa sólo por una cita— Julia se dio cuenta.
—Es... es especial, ¿vale?— Admití en voz baja y miré a la cámara de mi teléfono, así era visible para ella.
—¿Esto es porque necesitas echar un polvo?— preguntó y sonaba seria, pero yo solo rodé mis ojos. La última vez que había tenido esta discusión; había terminado conmigo y Alba teniendo una noche alucinante en Las Vegas. Sólo el recuerdo de aquella noche me puso nerviosa.
—Yo sé que estás en todo esto de la meditación y cosas celibato pero todos tenemos necesidades— mi antigua compañera de programa continuó.
—¿Podemos no hablar de eso en este momento?— dije agitada porque justo me había olvidado del sueño y sus palabras estaban trayendo de vuelta las imágenes que había intentado reprimir con tanta fuerza. Por supuesto Julia tenía razón, porque obviamente había una razón por la que tenía sueños como esos. Los últimos dos meses fueron bastante tranquilos respecto a eso.
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Do I Wanna Know?
FanfictionNatalia Lacunza y Alba Reche, concursantes del programa español «Operación Triunfo» eran muy amigas desde el minuto cero en el que se conocieron. El fenómeno Albalia las orilló a tomar caminos totalmente diferentes. Dejaron escapar su amistad. Nata...