Capítulo 15.

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—¿Qué haces?—preguntó Maxwell sentándose a su lado en la mesa. Su novia estaba escribiendo algunas cosas en el papel mientras leía en su laptop, pensó que estaba preparando alguna clase. 

—Estoy escribiendo.—respondió sin verlo. Maxwell miró el reloj de su muñeca. 

—Casi a la diez.—dijo dirigiendo su mirada a ella, totalmente concentrada en lo que hacía. Poché estaba escribiendo a mano cada detalle y cada cosa que pudiera ayudarla a ayudar a Daniela Darcy, su amante.—Porque ya-...—el sonido del celular de su novia lo interrumpió. Poché se detuvo para tomar su celular y sonreía al creer saber quién era. 

—Hola.—saludó sin dejar de sonreír llevando su mano a su mejilla. Maxwell frunció el ceño confundido. ¿Quién hacía sonreír a su novia a tal hora teniéndolo a él a un lado?

—Hola, Poché.—saludó aún una animada Daniela al otro lado de la línea.—Sé que es tarde, lo siento. Pensé que no responderías, quería darte las buenas noches.

—Claro que sí. Es tarde.—respondió un poco preocupada por ella.—¿Cómo te fue? ¿Ya cenaste?—preguntó mientras se levanto colocando su celular entre su hombro y mejilla. Maxwell vio como Poché cerraba su laptop y tomaba sus papeles para acomodarlo todo en sus brazos antes de despedirse de él como pudo como su mano y caminar hacia la habitación. 

Maxwell tomó el papel que su novia había olvidado en la, y solo podía sentirse molesto al leer el nombre Daniela en el. Lo arrugó formando una esfera y lo lanzó con fuerza al suelo. Harto, cansado, furioso. 

—Me fue bien, acabo de llegar a casa.—sonrió mientras se fijaba repetida veces que nadie la estuviera observando desde afuera para luego pedirle explicaciones.—Aunque no estoy en casa, estoy en la cabina telefónica. Acabo de llegar del trabajo.—Poché se sorprendió, eran muchas horas al día y Daniela no parecía cansada. Cansancio significaba irrespeto.—Sabes que tengo citas a diferentes horas e informes que hacer, generalmente siempre tengo trabajo.—suspiró al recordar quien estaba al de eso, la misma persona que vigilaba cada paso que daba.—Excepto cuando vas a verme.—sonrió. Poché asintió dirigiéndose a la cama para sentarse sobre ella. 

—Cuando salgo del hospital regreso a casa.—dijo sonriendo y Daniela no podía dejar de hacerlo, a pesar de que no había comenzado a preparar la cena.—Ayudo a Ethan a terminar sus deberes y preparo las clases del día siguiente, a veces preparo la cena o Maxwell la trae.—rió un poco. 

—Tu novio.—dijo un poco incómoda, quizá celosa. Daniela había dejado de sentir celos con los años, dejando de sentir en general, como si de una maquina se tratase; pero al conocer a Poché esas emociones volvieron a hacer presencia en su vida. 

—Ya hablamos de eso.—rió suavemente.—Yo solo estoy esperando por ti.—respondió sinceramente, quizá siendo egoísta. Poché sabía que al menos Maxwell no merecía ser engañado, pero de igual manera no estaba haciendo mucho para evitarlo. 

—Lo sé.—suspiró tomando el teléfono con ambas manos, sintiendo lo frío que estaba. En cualquier momento podría comenzar a nevar o a llover, pero Daniela Darcy no podía llevar guantes en sus manos y la razón era porque al usarlos cubría su anillo de casada y provocaba la omisión del hecho de su matrimonio, y eso era algo que su esposo, Jacob Darcy, simplemente no podía permitir.—Es solo que-...

—Daniela.—la chica escuchó su nombre en la voz que la hacía temblar, no de buena manera y no en buenos momentos. La voz de Jacob atravesó la cabina telefónica, sin poder entender qué hacía su esposa afuera tan tarde. Vio su bolso colgando de su brazo, clara señal de que ni siquiera había comenzado la cena, automáticamente su ceño se frunció. 

Daniela Darcy. » caché. [adaptación] (TERMINADA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora