Capítulo 21.

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Daniela Darcy amaba la nieve, le parecía tan suave, blanca y bonita. El ambiente que acompañaba las nevadas para ella era tan agradable; Poché lo sabía, así que al ver por su ventana la nieve caer, sonrió al pensar en la emoción que seguramente tendría. 

—Hola, Poché. Buenos días.—saludó Daniela cuando Poché contestó su llamada.

—Buenos días, Calle.—respondió con una sonrisa sin dejar de ver la nieve.—¿Cómo estás?—Daniela se encogió de hombros, no quería mentirle. 

—El equipo de Jacob volvió a perder.—dijo un poco bajo. Poché puso sus ojos en blanco.—No te enojes cuando vayas a verme hoy.—pidió cerrando sus ojos. 

—No lo haré, sabes que no me molesto contigo.—respondió sinceramente.—Sólo con el-...

—Imbécil de mi esposo.—terminó en una risa. Poché asintió, aunque no podía verla.—¿Y tú cómo estás?

—Estoy bien, feliz porque iremos al teatro.—respondió emocionada, y Daniela también lo estaba.—Por cierto, ¿te diste cuenta? Está nevando, Calle. 

—¡Sí!—dijo emocionada, mientras miraba la nieve caer suavemente fuera de la cabina telefónica.—Hace tanto frío. La nieve es un buen calmante para el estrés, yo misma lo he comprobado.—rió, notando cómo los vidrios de la cabina se empañaban por su respiración. 

—También el chocolate caliente.—respondió dibujando con su índice un corazón en la ventana.—¿Te gusta el chocolate caliente?

—Me encanta.—respondió escribiendo la inicial de Poché junto a la suya en la ventana de la cabina, como si fuera una adolescente descubriendo el amor.—¿Y a ti?—preguntó pensando en ella, como ya acostumbraba hacerlo. 

—También.—suspiró con una sonrisa.—Algún día prepararé para ti, o tú lo prepararás. Sinceramente pienso que tú cocinas mucho mejor que yo—rió.—, pero sí quieres yo lo puedo hacer.

—Me gusta cocinar, amaría cocinar para ti.—le dijo emocionada de solo pensarlo.—Prometo que nunca se me quemaría nada.—rió un poco.—Sólo sí es para ti. 

—Incluso quemado me lo comería.—respondió honestamente, nunca la haría sentir mal de esa forma, ni siquiera se atrevería a rechazar su comida.—Cocinas tan rico, Calle.—Daniela sonrió sonrojada. 

—Te quiero mucho.—le dijo simplemente.—Tengo que irme.

—Te quiero incluso más.—sonrió al escuchar su risa.—Cuídate. 

—Tú me cuidas.—respondió sin dejar de sonreír.—Te quiero mucho.—repitió antes de colgar el teléfono. 

Poché suspiró con una sonrisa mientras abrazaba a sí misma su celular, veía la nieve caer y a su mente solo llegaban imágenes de Daniela Darcy, su amante. 

Cuando caminaba hacia la cocina para prepararle el desayuno a Ethan, no esperó encontrarse con su aún novio de pie de brazos cruzados, levemente recostado en la barra de la cocina. 

—Buenos días.—dijo Maxwell al verla caminar hacia, creía, él. 

—Buenos días.—respondió rodeándolo para abrir el refrigerador. Maxwell la miró sin comprender. 

—¿Cuándo vas a hablarme de nuevo?—preguntó siguiéndola con su mirada. 

—Estamos hablando.—respondió sacando la caja de leche antes de cerrar el refrigerador. Maxwell asintió. 

Daniela Darcy. » caché. [adaptación] (TERMINADA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora