Daniela Darcy. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Capítulo 23.

—¿Qué haces, Pouch?—le preguntó Ethan acercándose, con su pijama puesta, a ella en la cocina. 

—Estoy preparando pastel de chocolate—sonrió mientras leía las instrucciones con una mano e intentaba mezclar los ingredientes en un recipiente con la otra.—, o eso intento.—suspiró mientras escuchaba la risa del rubio, y escucharlo la hizo sonreír. 

—¿Por qué haces pastel?—preguntó sin dejar de sonreír. 

—Es para la doctora Darcy—respondió sonrojándose inevitablemente. Ethan asintió un poco sorprendido.—, pero claro que te daré un trozo.—le dijo mientras tomaba un poco de mezcla con la punta de su índice para colocarla en la nariz del niño.

—¿Puedo ayudarte?—preguntó emocionado. 

—Claro que sí.—le respondió Poché haciéndose a un lado para que él pudiera ver la barra de la cocina con los ingredientes cómodamente. 

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Maxwell estaba fuera de su auto, el cual estaba estacionado en el estacionamiento del hospital donde trabajaba Daniela Darcy, esperando a que saliera y caminara hacia su auto para hablar con ella. 

Cuando por fin la vio en medio de la oscuridad y la nieve, caminó rápidamente hacia ella y cuando la vio introducir la llave en la puerta de su auto, la tomó del hombro, asustándola inevitablemente. Maxwell frunció un poco el ceño al verla simplemente llevar sus manos a su rostro, como si quisiera protegerlo. 

—Por favor, no tengo nada.—dijo ansiosa, casi en un sollozo.—No me haga daño usted también.—Maxwell llegó a sentirse verdaderamente mal por haberla asustado, no era su intención en la absoluta. 

—Dani, no.—le dijo suavemente.—Soy yo, Max.—intentó transmitirle confianza con una pequeña risa. Daniela bajó sus manos hasta la mitad de su rostro para asegurarse de que fuera él. 

—¿Maxwell?—preguntó confundida.—¿Por qué me asustaste?—su expresión era caída, aunque estuviera acostumbrada a sentir miedo, no dejaba de ser difícil. 

—Perdón.—habló avergonzada.—Perdón, solo quería hablar un momento contigo, ¿puedes?—Daniela se asustó de nuevo al pensar que le hablaría de Poché, pero mantuvo la compostura. 

—Sí.—respondió luego de unos segundos.—¿Qué sucede?—preguntó intentando sonreír. 

—Es sobre Poché.—suspiró y la sonrisa rota de Daniela Darcy se paralizó. 

—Poché.—fue lo único que se le ocurrió decir. Maxwell asintió. 

—Poché.—repitió.—Eres su amiga, podría decir que te has convertido en su mejor amiga.—Daniela asintió, oh vaya.—Así que, por favor, no le digas que te dije pero...—se acercó a ella un poco.—, creo que me está engañando.—dijo altamente dolido. Daniela parpadeó varias veces tratando de asimilar lo que acababa de escuchar.—Y quería saber...sí tú sabes algo sobre eso. Digo, ella pasa mucho tiempo contigo, quizá te haya dicho algo.—se encogió de hombros intentando disimular su dolor. 

—¡No!—respondió de inmediato, sorprendiendo un poco al hombre.—No me ha dicho nada sobre una, ya sabes, amante.—Maxwell ladeó su cabeza.—No lo sé, lo sien...-lo siento. Soy psiquiatra, no psicóloga.—rió un poco mientras se encogía de hombros. 

—Pensé que sabrías algo.—respondió notando la venda en su frente.—¿Te pasó algo en la frente?—señaló levemente.

—Me caí.—mintió, claro que lo hizo.—Soy muy distraída.—rió. Maxwell asintió, sabía que solo era paranoia de su novia.