Daniela Darcy. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Epílogo.

Un año después...

—¡Amor!—dijo Daniela emocionada al verla cruzar la puerta, dejando los preparativos sobre la mesa.—¡Llegaste a casa!—dijo emocionada caminando hacia ella. 

—Llegué a casa, Calle—respondió con una sonrisa mientras cerraba la puerta tras ella.—, pero solo mira lo preciosa que te ves.—dijo mientras la veía acercarse a ella. Daniela vestía un vestido blanco y su bello rostro sin maquillaje intacto, era por fin realidad.—¿En serio eres mi novia?—Daniela negó con su cabeza. 

—Prometida.—dijo mostrando el anillo que tenía en su dedo anular una vez se detuvo frente a ella. Poché asintió fingiendo recordar, nunca podría olvidarlo.—Te extrañé.—le dijo antes de darle un pequeño beso en sus labios, el cual Poché correspondió con una sonrisa. 

—Y yo a ti.—respondió al terminar el beso, y al hacerlo darse cuenta de que Daniela seguía preparando el departamento para la cena de navidad.—¿Estás emocionada?—Daniela asintió colocando sus manos sobre los hombros de Poché. 

—De hecho, ya casi termino.—sonrió.—Este año he sido más feliz de lo que alguna vez creía posible. Ya no tengo miedo a que mi ex esposo regrese.—Poché sonrió. Jacob Darcy estaba en la cárcel, altamente golpeado por su compañero de celda, el cual fue paciente de Daniela y le tenía un profundo respeto y aprecio, vaya casualidad.—Ya no tengo miedo porque me hiciste fuerte. 

—¿Por qué eres tan perfecta?—preguntó sin realmente saberlo. Daniela se encogió de hombros.—Sabes, me siento feliz por haberte conocido. 

—Nos vamos a casar.—respondió con una pequeña risa antes de apagarla ligeramente.—¿Te molestarías si...-te...-si...—Poché llevó sus manos suavemente a las mejillas de Daniela para presionarlas y que sus labios formaran un pico. La menor parpadeó un par de veces sintiendo el agradable contacto. 

—¿Me molestaría si...?—preguntó sin dejar de sonreír. Daniela no pudo evitar reír. 

—Sí te digo que estoy un poco nerviosa por eso.—suspiró inaudible. Había superado tantas cosas, pero algunas simplemente no eran fáciles de dejar ir. Poché ladeó su cabeza.—Tengo un poco de miedo por lo que pueda...pueda, ya sabes, pasar en nuestro matrimonio.—la mayor sonrió un poco, no estaba enojada. 

—Me parece que alguien tiene miedo a que la golpee—canturreó directa Poché caminando hacia la sala. Daniela la siguió con su mirada hasta que se sentó en la silla donde estaba sentada antes, tomando uno de los sobres que había sobre la mesa.—, y no te culpo, si te soy sincera.—rió. Daniela caminó lentamente hacia ella.—Yo también estaría asustada. Ha pasado un año desde la última vez que te golpearon, y han pasado tres semanas desde la última pesadilla.—suspiró.—No es algo que se deba tomar a la ligera, es algo que se seguirá causando diferentes tipos de secuelas en ti. Lo sabes perfectamente.

—¿Entonces no estás enojada?—Poché negó con su cabeza.—¿Por qué?—preguntó sin comprender.—Acabo de decirte que tengo miedo de casarme contigo.—se atrevió a decir. 

—Yo también tengo miedo, sabes.—suspiró dirigiendo su mirada a ella. Daniela ladeó su cabeza.—Me da miedo no ser al final la persona correcta para ti. 

—Lo eres, eres maravillosa y te amo muchísimo.—interrumpió Daniela de inmediato. Poché se encogió de hombros mientras se levantaba.—Sé que nunca me harías daño. 

—Entonces, mi amor—dijo entregándole el sobre en sus manos antes de conectar sus ojos directamente con los suyos.—, créetelo.—le sonrió antes de caminar hacia la habitación que compartían juntas. 

Daniela suspiró mientras volvía a sentarse detallando el sobre. 

"Te invitamos a nuestra boda, Daniela y María José."