Lazos de la Gran Manzana ©

Capítulo 11 - Propuestas

Nueva York

27 de marzo del 2019

La licenciada Altman está estudiándome, espera concentrada por mi respuesta, una que sea coherente y que defina los sucesos que he vivido en los días recientes.

Apenas coloqué mi trasero en el sillón, escupí una gran cantidad de oraciones sin sentido, revelando preocupaciones, emociones y sentimientos. La aturdí con tanta información que intentó sin éxito procesar las diferentes ramificaciones que tengo conmigo.

Fue clara al solicitarme una síntesis de qué ocurrió y cuál es la sensación que predomina en mi interior, sin embargo, tengo minutos sin hablar, procurando conseguir las palabras exactas y creo que las encontré.

—En resumen, me acosté con el doctor Cooper, también saldré a cenar con otro hombre en unos días, si bien no es una salida oficial o que se catalogaría como una cita, para mi mejor amiga lo es. Por otro lado, tengo esta inmensa necesidad de confesarle a Oly, la hermana menor de Thomas, lo que he hecho, en unos minutos me reuniré a desayunar con ella y estoy dispuesta a contarle todo.

—Bien, dentro de ese esquema que has organizado, ¿qué sentimiento prevalece?

—Remordimiento, como si hubiese sido infiel, y odio sentirme de ese modo. Soy consciente de que no tengo por qué sentirlo, al final de cuentas, él no es más que un recuerdo, hermoso, pero recuerdo al fin.

—Ese es el motivo que te lleva a considerar que debes ser sincera con la hermana de tu ex. Tu subconsciente quiere paz y te hace creer que al compartirlo con el único nexo que mantienes con él alcanzará libertad.

Suspiro con molestia, Altman tiene demasiada razón. Soy tan idiota, estaba convencida de mi progreso y acabo de mandarlo a la mierda.

—¿Hablo con Oly o no?

—Soy tu terapeuta, no tengo por qué decidir que harás o decirte qué debes hacer. Reflexiona lo siguiente: ¿Haber tenido sexo con el doctor Cooper modifica el amor que todavía conservas por Thomas? ¿La salida con este otro hombre tiene un valor sentimental para ti?

—Ambas preguntas son un no. Alex es mi mejor amigo, por más sexo que tengamos lo que pesa entre nosotros es nuestra amistad, y en cuanto a la salida, iré por compromiso.

—Comprendo, pero analízalo un tiempo más largo, que sea tu tarea para la próxima semana —plantea persuasiva.

—Está bien, aunque aspiraba que en la siguiente sesión tratáramos mis pesadillas.

El timbre anuncia el fin de mi hora.

—Tranquila, a medida que resolvamos este tipo de tópicos, tendremos mayor posibilidad de enfocarnos en los sueños. Te espero el miércoles que viene.

—Gracias —manifiesto con sinceridad levantándome.

Apresurada, marcho al área de neurocirugía; Alex tuvo guardia la noche de ayer, debe estar por salir a casa y justo necesito que me saque de aquí en su camioneta.

Mi celular vibra en mi mochila, con rapidez reviso y es una notificación de Molly, está esperando por mí en un café cerca de Cross News. A pesar de que hablamos con regularidad, desde mi reposo no nos hemos visto.

Estaba tan decidida a desahogarme con ella, sin importar si me juzgaba o no, si me odiaba o no, o si la decepcionaba.

La imagen a unos metros de distancia de mí detiene mis cavilaciones.