Querido diario:
Cuando llegué a casa luego de la fiesta, me quedé recostado en mi cama y no pude hacer otra cosa más que pensar sobre eso que había descubierto.
Me gustaba Emma Page, bueno... me gusta Emma.
Es confuso ¿de acuerdo? Hace mucho tiempo que no me gusta nadie, la última chica me había roto las ilusiones tratando de hacerme cambiar, ni siquiera llegamos a ser nada. Sofía nunca fue una gran candidata para aquello.
Sí... Sofía es esa chica que una vez me gustó, pero solo fue eso, porque tiempo después me alejé de todos ellos. Es mejor que haya sido así.
De todos modos, esto es diferente. Porque Emma no es como Sofía, eso lo sé muy bien y me gusta. Emma a demostrado ser una buena compañía y a diferencia de Sofía, nunca me hizo sentir que debía cambiar algo en mí. Ella siempre trató de estar cerca de mí incluso cuando yo daba todas las señales de que la quería lejos.
La noche me la pasé pensando en Emma Page. Si me hubieran dicho hace un mes atrás que terminaría pensando una noche entera en Emma, me hubiera reído y le hubiese recomendado a esa persona un buen terapeuta. Pero aquí estamos.
No voy a tratar nada, si a Emma no le gusto, está bien. No haré nada para conquistarla o algo así, creo que es lo mejor. Es mi amiga después de mucho tiempo de haber estado sin amigos, no voy a arruinarlo por tontos sentimientos.
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Diario de un chico solitario
Ficção AdolescenteDaniel Jefferson siempre había sido muy solitario, no le gustaba la compañía de nadie. Y aunque había cierto chico que decía ser su amigo, no lo era. Él no quería ni necesitaba amigos. Su madre y su hermana no entendían porqué había adoptado esa fo...