Querido diario:
Ayer fui a la casa de Joshua, me invitó porque era el cumpleaños de su hermana pequeña y no tenía amigos pequeños para invitar, así que supuso que invitarme a mí —un chico de diecisiete años —era buena idea.
Creí que al llegar sería como esas típicas fiestas infantiles en donde hay niños pequeños corriendo por todos lados, padres hablando entre ellos, y decoraciones chillonas por todos lados. Pero no fue así. La casa sólo tenía unos cuántos globos, había bocadillos para pocas personas y nada de dibujos animados por ningún lado. Al principio me dio curiosidad que pareciera una fiesta de adultos en lugar de la celebración de una niña de seis años, luego Joshua me lo explicó:
Su padre trabaja mucho para llevar la comida a casa, trabaja como policía local y no pasa mucho tiempo en su casa. Su madre trabaja en una tienda de ropa para tener dinero extra, lo cual lleva a que la pequeña Olivia pase la mayoría de su tiempo con una niñera encerrada en casa. Esa es la razón de que no tenga amigos pequeños y que sus padres no lograran preparar un ambiente infantil como se debe.
Al principio la pequeña Olivia actuaba algo tímida con mi presencia, Joshua trató de contarle cosas sobre mí y yo hablé sobre cosas de niña pequeña con ella. Sus padres fueron muy amables conmigo y no dejaban de agradecer el hecho de que me haya tomado el tiempo de pasar a la celebración del cumpleaños de una niña a la que no conocía. Les dejé en claro que no tenía problemas en estar ahí. Creo que les caí bien.
Fue bastante cómodo estar con la familia de Joshua, nunca había pasado un momento así con mi familia y por un momento me dieron ganas de que algo así me pasara a mí. Por un momento, no pude dejar de imaginar a mi padre siendo un buen padre, a mi madre siendo la mujer feliz que merece ser y a mi hermana alcanzando sus metas. Y yo... siendo aquél chico que alguna vez fui.
Me di cuenta de que quiero eso para mí algún día, quiero poder ser un buen padre y quiero que mi esposa o lo que sea que tenga, sea una mujer feliz. Quiero hacer feliz a alguien.
Quiero ser una buena persona y por nada del mundo quiero que las personas que me rodeen terminen como las personas que rodearon a mi padre. Siendo infelices e inseguros.
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Diario de un chico solitario
Genç KurguDaniel Jefferson siempre había sido muy solitario, no le gustaba la compañía de nadie. Y aunque había cierto chico que decía ser su amigo, no lo era. Él no quería ni necesitaba amigos. Su madre y su hermana no entendían porqué había adoptado esa fo...