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Hoy era viernes de nuevo, justo el día del rito de la linterna en Liyue. Chongyun estaba bastante nervioso, hoy sin lugar a dudas se declararía a su mejor amigo, era una total locura si lo mirabas desde su perspectiva, pero no podía echarse atrás ahora que había podido aceptar sus sentimientos.

No quería decirle nada a xiangling por el momento, quería ver qué pasaba y lo que sucediese si se lo contaría con detalles incluidos a su amiga, era lo menos que podía hacer ya que xiangling le había ayudado demasiado con ese tema.

Faltaban unas pocas horas para el gran festival, por lo que decidió que haría una linterna y la lanzaría junto al espadachín. También debería preparar un lugar bonito para llevar al nombrado y que se impresionara totalmente con los detalles, quería muchas cosas pero sin ayuda era casi imposible.

Salió de casa después de ducharse, ya que había entrenado bastante desde muy temprano. No iría al restaurante Wanmin como siempre, hoy haría todos los pendientes que debía hacer para más tarde.

Fue a comprar los materiales para la linterna y a su paso ayudó a una señora que cargaba con algunas bolsas muy pesadas, se veía que la anciana no podía con tanto peso así que insistió en ayudarla amablemente. Después de eso salió rápidamente de Liyue a buscar un lugar que fuese perfecto para ver todo el espectáculo de las linternas sin que tuvieran que estar rodeados de gente, buscó por muchos sitios y tuvo que volver varias veces hacia Liyue para verificar que desde aquel punto podrían ver bien todas las linternas.

Unas dos horas más tarde terminó de trabajar en el lugar, había escogido el final de una colina muy hermosa que tenía un árbol grande, debajo de éste puso una toalla redonda que tenía detalles muy bonitos de color amarillo en la que ambos cabían perfectamente, colocó algunas velas bonitas y revisó los alrededores donde había hilichurls para que no tuvieran algún percance con alguno en su preciosa cita, bueno... Cita cita no era, aunque para chongyun era totalmente eso, alomejor para xingqiu era solo una quedada normal, de sólo amigos.

Cuando sólo quedaba media hora, fue como pudo hacia su casa para ducharse de nuevo, el haber estado arreglando y colocando cosas, luchando contra hilichurls por las afueras y todo ese trabajo que hizo, se había ensuciado bastante y de echo un metachurl había conseguido hacerle unas buenas heridas que debía limpiar, no quería pasar a por xingqiu todo ensangrentado y sucio.

Salió de casa como nuevo y a paso rápido fue hacia la del espadachín. Habían acordado en que el ojiazul iría a buscarle a su casa, por lo que debía darse prisa si quería que xingqiu viese el atardecer desde la hermosa colina que había elegido.

En cuanto llegó, los guardias le dejaron pasar como de costumbre y esperó en la entrada a que el espadachín bajase.

—Hola Yunyun.— dijo xingqiu bajando las escaleras.

—Hola qiu.— No podía evitar estar nervioso, además los apodos que utilizaban entre ambos eran algo vergonzosos pero aceptaba en el fondo que le encantaba que le llamase así de vez en cuando.—¿Vamos?—

El de mirada brillante aceptó y ambos salieron de allí. Caminaron hacia la salida de Liyue y a partir de ahí, chongyun paró.

—¿Pasó algo, Yun?— dijo dándose la vuelta para ver qué ocurría.

—Necesito taparte los ojos.— xingqiu levantó una ceja y luego sonrió.

—Bien bien, como gustes mi querido chongyun.— el nombrado se acercó bastante hacia el espadachín, sacó un antifaz de sus bolsillos y delicadamente se lo puso para que no pudiese ver nada.

—Bien, yo te voy a guiar hasta el lugar.— dijo poniéndose detrás del galante y le agarró los brazos suavemente.

Xingqiu estaba bastante nervioso, no veía nada y además estaba teniendo muchos roces con chongyun, quería morirse de la vergüenza pero sabía controlarse al menos.

¿Acaso me quieres? [Xingyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora