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Ambos seguían pegados como dos lapas. No dejaban de besarse en todo momento y de hacerse caricias por todo el cuerpo disfrutando de los jadeos del otro.

Habían perdido la noción del tiempo ya que ambos habían anhelado tanto ese momento de cariños y palabras bonitas que no podían pararlo ahora.

Xingqiu sentía mucho calor en ese momento, no podía evitar sentirse excitado después de haber escuchado los jadeos de Chongyun.

Y Chongyun, por su parte, comenzó a besarle más lentamente disfrutando de cada roce que se daban. Sus manos se resbalaban sobre la ropa del otro intentando meterse entremedias y poder tocar esa piel tan suave que tanto le gustaba.

Xingqiu se mordía el labio intentando no hacer muchos ruidos, en el fondo le daba un poquito de vergüenza y no podía evitar ponerse más rojo que un tomate al sentir como Chongyun tocaba su cuerpo tan ligeramente.

Hubo un momento en el que ambos se miraron a los ojos, viendo la vergüenza del otro reflejada en su rostro ninguno de los dos pudo contenerse la risa.

Ambos comenzaron a reírse por el ambiente tan novedoso que habían formado de repente.

–No te rías así.– dijo Chongyun también
riéndose.–Me hace gracia tu risa.–

Xingqiu intentó ponerse serio pero no pudo, y al intentarlo puso una mueca extraña a lo que Chongyun soltó unas cuantas carcajadas más exageradas.

–¿Te estás riendo de mi cara?– dijo xingqiu en un intento de sonar serio, aunque por dentro se estaba muriendo de la risa.

–No, para nada.– una clara burla salió de la boca de Chongyun haciendo que xingqiu alzase una ceja.

–Así que ¿esas tenemos eh? Ya verás.– nada más terminar la frase, se avalanzó sobre Chongyun quedando encima de él, aprisionándole sobre la cama.

El ojiazul todavía seguía con una media sonrisa en su rostro y xingqiu obviamente quería ganar aquella estúpida batalla que se había formado entre los dos.

Unos segundos después, Xingqiu comenzó a hacerle cosquillas al ojiazul, este rogaba que parase mientras se reía a carcajadas pero los movimientos del ojidorado no cesaban.

Cuando vio que algunas lágrimas causadas por la risa salieron de los lindos ojos de su Yunyun, paró las cosquillas para verle con cara burlona.

–Ahora soy yo el que se ríe de tu cara.– dijo cruzándose de brazos y sonriendo.

Chongyun miró desafiante a xingqiu aunque de un momento a otro comenzaron a besarse de nuevo, una y otra vez.

Los minutos pasaban y ambos seguían juntos recibiendo cariño de parte del otro, hasta que xingqiu recordó algo repentinamente.

Hoy tenía una cena importante con sus familiares y... con esa chica que iba a ser su futura esposa.

Entró en pánico mirando la hora, era demasiado tarde, su padre lo mataría cuando llegase a casa.

–¿Estas bien?– el exorcista preguntó algo confundido al ver el comportamiento tan extraño y repentino del contrario tan de repente.

–Tenía... Tenía una cena importante hoy.– dijo nervioso sin dejar de mirar el reloj que estaba sobre una de las mesillas de noche que tenía Chongyun a los lados de la cama.–Si voy ahora mi padre me rajará en canal y venderá mis órganos como mínimo.–

Chongyun se horrorizó al escuchar eso.

–¡No vayas entonces!– dijo alarmado abrazándole fuertemente.–Prometiste que te quedarías conmigo..–

A xingqiu le sudaban las manos, ¿Que haría ahora?

–Tengo que ir.– dijo con tono desanimado acariciando el cabello del contrario.–Te prometo que mañana nos veremos ¿si?–

¿Que podría salir mal?

.
.
.
Xingqiu ya había salido de la casa del ojiazul, se había despedido de él con un beso largo el cual recordaría siempre, al igual que todos esos besos y caricias que se dieron durante todo el día.

Sin duda ese había sido el mejor día de su vida.

Caminaba por las calles de liyue que ya estaban casi desiertas, no era tan tarde, pero normalmente la gente se iba temprano a sus casas por lo que sobre esas horas no había nadie.

Durante todo el trayecto estuvo pensando sobre que pasará cuando se presente en casa, ¿Que debería decir?, ¿que estuvo toda la tarde besándose con el chico que ama? Ahí seguro que su padre lo mataba de una.

De tanto pensar en excusas sin darse cuenta ya había llegado a la puerta de su casa, sintió como su corazón palpitaba de sobremanera y también sentía como el sudor no dejaba de salir y salir por el nerviosismo.

Suspiró con resignación y abrió la puerta.

Esa puerta daba a su patio, por lo que caminó por el caminito que había hasta llegar a la puerta principal, pero allí vio como Xu hablaba nerviosamente alterado con uno de los guardias.

–¡¿Como que no sabéis dónde está?!– gritaba agarrando la chaqueta del guardia y zarandeándolo hacia delante y hacia atrás.

Por un momento giró la vista y vio a xingqiu como caminaba hacia el.

En ese momento Xu sintió como el alma se le volvía al cuerpo.

Corrió hacia él y le agarró de los hombros bruscamente.

–¡¿Donde estabas?! ¡¿Con quien estabas?! ¡¿Como has podido desaparecer así de la nada?!– Xingqiu se sentía aturdido por tantas preguntas repentinas.–Tu padre está demasiado enfadado.–

Xingqiu tragó duro, no sabía ni el lo que le esperaba al cruzar esa puerta.

Se alejó de Xu, a pesar de que este le siguiese reclamando las preguntas anteriores que le había hecho.

El galante se paró frente a la puerta, y colocó una mano sobre el manillar aún sin girarlo.

Pero antes de poder abrir la puerta, ésta se abrió bruscamente asustándolo.

Subió la mirada y observó la cara tan terroríficamente que su padre tenía en esos momentos, nunca lo había visto tan enfadado.

–Perdón p...-

No pudo terminar la frase porque un gran puñetazo asestó contra su cara haciendo que su cabeza girase hacia un lado por el impacto.

Sus ojos estaban abiertos como canicas, intentando procesar toda la información que acababa de recibir tan fuertemente.

Aún aturdido, su padre le agarró del cuello de la camisa atrayéndolo a él con fuerza.

–¿¡Quien te crees que eres, eh?!– esa voz le hizo temblar al instante.

Todo cayó en un rotundo silencio, xingqiu confundido le miró nuevamente pero pudo ver como su padre estaba examinando atentamente su cuello.

De un segundo a otro, volvieron a hacer contacto visual y la pregunta que le hizo le dejó totalmente helado.

–¿Que son esos putos chupetones que tienes en el cuello?– Xingqiu sintió como el alma se le salía por la boca nada más escuchar eso.

Ahora si que si estaba jodido del todo.

¿Acaso me quieres? [Xingyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora