Don't kill them

Girls

West era el mayor, por lo que para Elaine, su hermano siempre estuvo ahí. Creo que por eso fue la mas afectada al ver que él no era lo que pensaba.

El pelinegro tampoco la miro a ella, probablemente no pensó en lo fuerte que seria para su hermana pequeña ver como entraba y disparaba a todas partes.

- Laine - la llame por su pequeño apodo, susurrando.

Siempre supe interpretar bien sus emociones por medio de sus gestos o acciones, y esta vez cualquiera podría apostar que desbordaba miedo.

- Estoy asustada Bell.

- Lo sé linda - intente tomar su mano con la mía, pero se aparto de golpe, como si temiera que fuera a hacerle daño.

Tampoco era la primera vez que hacia eso, y me dolía. Decidí que hablaría con ella en cuanto el maníaco de su hermano terminara todo esto.

De la nada, salieron dos personas de la biblioteca, ambas con armas de fuego en las manos, no sabía sus nombres, pero estaba segura que podrían matarnos en cualquier momento.

Nos apuntaron y señalaron hacia la biblioteca para que entraramos. Cuando mi pie tocó la habitación, escuché un grito detrás y me giré para ver lo que sucedía.

- Camina lentamente de regreso o ella muere - West tenía la punta de la escopeta apuntando directo a una chica de su grado, sus palabras iban dirigidas a otra alumna, que al parecer intentó escapar - no sé si sean amigas y la verdad es que no me interesa -la escena mantenía a Elaine aterrada, no sé movía, ya ni siquiera temblaba, solo estaba ahí parada, paralizada - pero no quieres ser responsable de su muerte. ¿O si?

No estaba del todo segura de los nombres de las dos chicas, aunque me parece que la que West tenía apuntando se llamaba Damara.

La chica que había intentado huir regresó, caminó lentamente hasta llegar a dónde estaba el resto.

- Niña obediente - hizo una mueca, creo que intentó que fuera una sonrisa, pero definitivamente no se veía feliz.

Mi novia no despegaba la mirada de su hermano, como si lo viera por primera vez y no lo reconociera.

Hasta que el pelinegro le soltó una estruendosa bofetada a Damara. Elaine retrocedió de golpe ante la imagen, como si el ardor en la cara lo sintiera ella.

- ¿Qué? ¡Pero si yo no hice nada!

Quería hacer algo, pero no me atrevía después de ver la rudeza con la que tomó a Damara y me apuntó directo a la cabeza.

Solo logré tomar de la mano a Elaine, quien al principio se apartó por reflejo y dejó de ver a West para mirarme a mí.

- Estoy aquí - fue todo lo que dije, o más bien susurré, pero creo que nadie me escuchó.

Tenía que sacarla de ahí, ahora antes de que algo le ...

Un chico también de último año se abalanzó sobre mi cuñado como si éste no tuviera una puta arma en las manos.

El chico - del cual no sabía su nombre - era bastante flaco y algo bajo de estatura, así que fue cuestión de pocos segundos para que West se lo quitara de encima y pusiera la escopeta en su cuello.

Entre tanto movimiento y forcejeo, salieron algunas balas disparas del arma. Se escucharon unos cuantos sollozos y algunos gritos cercanos. Mi pulso aumentó aún más, mi primer reflejo fue pararme delante de mi novia, con la esperanza de nada me hiciera daño.

Retrocedimos y mis ojos buscaron los suyos. Estaban totalmente mojados, me sorprendía que no estuviera llorando ya. La conocía tan bien para saber que tenía ganas de dejar salir todas esas lágrimas, pero ella odiaba llorar.

- Tú encárgate de esa - West de levantó del piso y le ordenó a otro chico que también poseía un arma de fuego - Yo me ocupo del héroe.

- ¡Ya escucharon niñitas! - gritó el segundo atacante - ¡Todos a la maldita biblioteca o esto se vuelve una carnicería!

Formamos la fila otra vez y avanzamos escoltados por una chica que tenía una pistola en la mano, estoy casi segura de que no la sostenía de la forma correcta, pero de cualquier forma prefería no comprobarlo.

No tenía idea de que le pasaría a los chicos que West se llevó. Solo hablé una vez con la chica para pedirle un sacapuntas, pero creo que ellos merecían algo mejor.

- ¿Crees que pueda hablar con mi hermano? - las lágrimas acumuladas seguían ahí.

- Linda, justo ahora creo que no es la mejor idea.

- Bell, es mi estúpido hermano. Me tiene que escuchar.

- Esperemos a qué se calme un poco y luego lo intentamos - le intenté sonreír, pero no lo logré.

- No los va a lastimar. Ni a los chicos que se llevó, ni a ninguno de nosotros.

- ¿Estás segura?

- Sí - su voz sonó segura, pero sus ojos, ellos no mentían.

- Solo un par de horas Laine, todo pasará en un par de horas.

Por la forma en que tomó mi mano supe que no me creyó, y yo tampoco.