La escuela nunca es fácil, pero es peor cuando un idiota de último año toma a toda la escuela como rehén en un tiroteo escolar, y aún peor cuando ese idiota es el hermano de tu novia.
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Probablemente haberla dejado sola con Brody era una mala idea. Demonios, no lo había pensado, solo lo hice.
- West - él estaba de pie, dándome la espalda - Quiero hablar contigo.
Volteó hacia mí. Sus ojos, idénticos a los de mi novia, me miraron como si fuera una niña pequeña interrumpiendo la junta de trabajo de su padre.
- Parece que todo el mundo cree que esto es una oficina de quejas.
Se refería a ella, a su hermana menor. Eso me enojó aún más.
- No te conozco lo suficiente como para preguntar porque haces esto. Pero no puedes olvidar algo, Elaine, tu hermana está aquí dentro con todos.
Miré al piso de los nervios. Fué ahí donde noté muchos pedazos de vidrio roto regados cerca de la pared más cercana a la salida.
- No entiendo que carajo quieres lograr, así que termina ahora, antes de que te calle con una bala.
Bien, eso sí me asustó.
- No. Ella está asustada y lo sabes.
- No sabes una puta mierda, lárgate niña.
- Me voy a quedar aquí. Porque tiene que haber al menos una persona que se preocupe por Elaine.
- Maldita sea ¡¿No te das cuenta de que hago esto por ella?!
Eso era mentira.
- La amo lo suficiente para darme cuenta de que tú no.
En un movimiento lo suficientemente rápido como para no poder predecirlo, el pelinegro tomó un trozo de vidrio del piso, caminó en pasos grandes hacia mí y me apuntó con él.
Apenas retrocedí un par de pasos, dejé de respirar y por más que intentaba, no podía despegar la vista de la punta filosa que se acercaba a mi piel.
- Espero que no lo hayas dicho enserio, porque si es así tenemos un gran problema - dijo. Yo sentía como me rozaba la comisura del labio, justo donde mi novia tenía una pequeña cicatriz.
Entendí porque Elaine estaba llorando, ahora yo también quería hacerlo; alejarme, abrazarla y sollozar.
- Si eso es todo lo que venías a decir, puedes irte - exclamó después de quitarme el vidrio del cuello.
En realidad todavía tenía muchas cosas que decir, pero tenía tanto miedo que no sería capaz de decirlas. Cerré un puño, que de inmediato empezó a temblar por la fuerza que aplicaba en él. Tenía que regresar, tenía que hacerlo, para protegerla a ella.
- No sé que le dijiste, pero se veía muy herida - caminé a la puerta de inmediato, temía que mis palabras lo enojaran y esta vez si se atreviera a herirme - Si de verdad la amaras tanto como dices, no la harías llorar - abrí la puerta rápido y salí.
Todo pensamiento acerca de lo que pasó fue opacado por la imagen de Brody medio acorralando a Elaine contra la pared.
- ... solo digo que si quieres probar algo diferente no me molestaría que me ... - sus ojos por fin se separaron de ella, fijándose ahora en mi - Ah, ¿No te parece que esta muñeca y yo hacemos una hermosa pareja?
- Si - puse la sonrisa mas falsa que pude - De no ser porque a Laine no le gustan los hombres y soy su novia.
La castaña salio de su encarcelamiento - la pared y el brazo de Brody - y se acerco a mi en silencio. Sorprendentemente el castaño no dijo nada, solo hizo un gesto con la mano queriendo decir que no le importaba y nos escolto a una distancia considerable.
- ¿Que paso ahí dentro Bell? - pregunto ella, con la cara aun húmeda y la voz un poco rota.
- No estoy segura - suspire - Nisiquiera se que es lo que estaba buscando desde un principio.
- Yo tampoco. Bueno, se que quería convencerlo de terminar todo esto pero no se me ocurre como. Debí haberlo planeado antes.
- No te estas culpando ¿verdad? - silencio, esa es su única respuesta - Linda - bajo el ritmo de mi caminar para mirarla a los, ese color marrón que ahora brilla por las lágrimas - No tienes responsabilidad de nada de esto, nada. El lo decidió, y no me importa lo que diga, tú no tuviste ni tantito que ver en esa decisión.
Por un segundo no supe si lo que dije le ayudo o no. Porque empezó a llorar de nuevo, intentaba controlar sus sollozos, no era un llanto ruidoso, pero tampoco era del todo callado.
El nudo en mi garganta se hizo mas intenso, de pronto me sentí mareada, confundida. Aunque todo tuvo un poco mas de sentido cuando Elaine acercó su mano a la mía, al principio no fue más que un roce tímido, similar al que acostumbrábamos hacer cuando aún no eramos una pareja oficial, me encantó. Sus dedos abrazaron los míos - un poco húmedos por haberse secado las lágrimas - su piel contra la mía era lo único que de verdad importaba.
- Hey, no se detengan - el pelinegro detrás nuestro sostenía una expresión entre confundida y molesta - se pueden manosear todo lo que quieran cuando lleguemos. A solas.
Acatamos sus órdenes. Cuando llegamos de nuevo a la biblioteca Brody simplemente se fué. Se veía diferente, tenso. Tal vez al fin si le afectó el regaño de West.
La biblioteca seguía exactamente igual que cuando la dejamos, otra vez. Más le valía al pelinegro terminar con esto antes, porque estaba segura de que algunos pronto se hartarían y atacarían.
Otras horas silenciosas, esto era tan repetitivo que comenzaría a hartar. Aún si solo había pasado un día. La noche cayó en nosotros, mi novia y yo recargadas la una contra la otra. De fondo se podía escuchar uno que otro ronquido, algunos alumnos dormían en posición fetal en el piso, aunque también estaban los que no podían dormir por el estrés y solo descansaban en silencio. Yo sí dormí, pero me despertaba aproximadamente cada dos horas, somos siempre.
Cuando amaneció, la castaña aún dormía contra mí, la falta de sonido todavía era perceptible en la habitación.
- ¡Arriba! - gritó Nex, una media hora después - West nos llama.
Elaine se despertó de golpe por el ruido, no fué la única. No fué tan difícil calmarla.
- ¿Descansaste bien linda?
- Para haber sido en una biblioteca dentro de un secuestro en masa, sí.
Me dió risa hasta que recordé que era verdad.
Repetimos todo, formamos una fila y avanzamos hacia el auditorio con los brazos en alto. Nuestros brazos y respiraciones eran notoriamente más lentas, estábamos agotados.
Los asientos estaban totalmente ocupados por estudiantes, excepto por la primera fila que estaba llena de profesores, todos con una especie de tela en la boca y las manos esposadas contra su espalda.
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Miren, una imagen referente a West.
Aclaro que otra vez, la imagen de fondo no es mía, solo le puse las letras.
