La escuela nunca es fácil, pero es peor cuando un idiota de último año toma a toda la escuela como rehén en un tiroteo escolar, y aún peor cuando ese idiota es el hermano de tu novia.
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- ¡Silencio! - nos gritó la chica que nos vigilaba.
Nos quitaron nuestros celulares, pasó la chica con una charola y nos obligó a apagarlos y dejarlos ahí. Espero que alguien haya tenido tiempo de llamar a sus padres, o mejor, a la policía.
Y pasaron el par de horas que le prometí a la castaña, y no, esto aún no terminaba.
Claro, no podían retenernos en este maldito lugar y esperar que nuestras necesidades básicas no hicieran acto de presencia.
- Voy a preguntar si nos dejan ir - me levanté.
La chica que sostenía el arma y mis custiodaba era alta, con un par de trenzas de boxeador y una perforación en la nariz - la cual no estaba permitida en la escuela, pero no creo que ningún maestro se esté preocupando por eso justo ahora - no encajaba con los estándares de belleza, pero la mayoría la consideraba bonita.
- Disculpa, ¿Cómo te llamas? - pregunté cuando llegué enfrente de ella.
- Siéntate - ordenó, apuntando torpemente con su arma.
- Mira, mi novia necesita ir al baño. Solo es eso, lo juro.
- Dime que no quieres acompañarla.
- La verdad, sí.
La chica de las trenzas suspiró, como con cansancio.
- Solo vuelve a sentarte. Vamos, en el piso y con la espalda en la pared, como los demás.
- Solo es una ida al baño. No creo que tardemos más de diez minutos.
- Si no están aquí en ese tiempo, tú y tu novia se van a cagar, y no precisamente de las ganas - Ella era intimidante, pero no por la pistola, si no por sus gestos y tono de voz.
- Gracias - el entusiasmo se reflejó en mi voz - muchas gracias.
Di media vuelta y noté que el resto de la habitación me miraba, cada rostro representaba una emoción diferente.
Le tendí la mano a Elaine para que se pusiera de pie, ella entendió al instante.
- Muchas gracias - intentó sonreír, pero todavía estaba demasiado nerviosa para lograrlo.
El baño estaba justo enfrente de la biblioteca, por lo que la castaña del percing nos siguió un par de pasos fuera de ésta.
Afuera estaba el chico que ayudó a West a llevar a otro estudiante a quien sabe dónde. Eso solo aumentó el nerviosismo de mi novia.
- Brody, no se supone que estés aquí - la chica de las trenzas también estaba sorprendida.
- Tampoco tú, Nex - dijo el castaño.
- Estoy aquí porque estas quieren cagar.
- Que casualidad - dijo Brody después de haber soltado una pequeña carcajada - Yo también vine a vigilar a una que quería cagar.
Brody se apartó de la puerta, dándonos acceso a ésta. Sostenía un revólver en cada mano.
Lo observé un momento antes de entrar.
Lo ubicaba de vista. Toda la escuela lo hacía. Su cabello café caramelo, y su atractiva sonrisa se sumaban a qué supuestamente, cogía muy bien. Claro que solamente se sentían atraídas a Brody por su físico, si no fuera guapo nadie se fijaría en él.
- Cuídalas por mí, yo tengo que ver a los de la biblioteca - pidió Nex, para luego dar media vuelta e irse.
- Claro hermosa - alcanzó a decir el castaño antes de que ella se perdiera de vista.
Elaine y yo entramos rápido al baño, antes de que Brody tuviera siquiera la oportunidad de dirigirnos la palabra.
El color blanco de las paredes y las baldosas del mismo color entraron en mi campo de visión. También una chica, quien se encontraba lavandose la cara con desespero en uno de los lavabos.
- Alyssa - mi novia la reconoció al instante.
Ella de volteó y se abrazaron rápido. Después yo caminé e hice lo mismo.
- Puta madre, creí que nunca las volvería a ver.
Alyssa. La amiga que me presentó a Elaine. Probablemente nuestra mejor amiga y la única de nuestro grado que realmente conocíamos.
- Creímos lo mismo - confesé. Los ojos avellana de nuestra amiga, del mismo color que su cabello, ahora estaban un poco mojados por el agua del grifo y seguramente por un par de lágrimas derramadas.
Ella siempre nos apoyó, a ambas. En ese momento sentí que debíamos regresarle el favor, ya que el tono rojizo de sus ojos indicaba un gran malestar.
- ¿Te hicieron algo? - Elaine fué la primera en preguntar.
- No, no, no es eso - sus palabras chocaban entre sí.
- Sabes que puedes contarnos lo que sea - la miré a los ojos, parecía que rompería a llorar si alguien la tocaba.
- ¡Te queda menos de un minuto llorona! - la voz de Brody nos sacó a las tres del trance.
- No es nada chicas, enserio - aseguró mientras secaba su cara con las mangas de su ropa - Es solo que, ya saben. Estas situaciones me generan un particular estrés.
Era cierto, nuestra amiga tuvo un asalto a punta de pistola hace un tiempo, afortunadamente no le hicieron más que robarle su celular y cartera. No tenía pruebas y decía no estar del todo segura, pero creíamos que su atacante fué alguien de nuestro grado.
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Holaaaa.
Les hice una imagen de la protagonista.
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Ese es su apellido y aesthetic.
También quiero aclarar que la foto en sí no es mía, osea la saqué de Pinterest y luego la recorté y le puse letras encima. Créditos a su autor/a original.
No tengo nada más que decir, nos vemos en el siguiente capítulo.
