La escuela nunca es fácil, pero es peor cuando un idiota de último año toma a toda la escuela como rehén en un tiroteo escolar, y aún peor cuando ese idiota es el hermano de tu novia.
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La castaña ya asistía a terapia tras ese evento, sin embargo aún le temía a las armas de fuego y el uso de éstas.
De la nada, Brody entró al baño. De un golpe abrió la puerta - cosa que ni siquiera era necesaria, la puerta estaba abierta - haciendo que mi novia y mi amiga dieran un pequeño salto.
- Díganme que estaban a punto de tener un trío justo aquí - parecía realmente entusiasmado.
Alyssa no dijo nada, simplemente se despidió de nosotras con la mirada y caminó fuera de la ya habitación.
- Las estaré esperando afuera, recuerden dos minutos o las sacaré a rastras.
Tampoco abrimos la boca. Él salió y Elaine tuvo la oportunidad de hacer sus necesidades.
En cuanto salió y se lavó las manos, la abracé. Esperé a tener su consentimiento, y cuando lo tuve la envolví en mis brazos, deseando que nadie nunca le hiciera ningún daño a mi chica. Ella apretó mi cintura con sus extremidades, estaba segura que podía escuchar como mi corazón latía desembocado en su presencia. Nos separamos y tomé su rostro con delicadeza.
- Escúchame linda, no voy a dejar que te lastimen.
- Tengo miedo.
- Lo sé - mis labios presionaron suavemente su frente.
Mi novia asintió y salimos del baño. El castaño estaba afuera, con la misma pose de antes.
- Que lástima, estaba seguro de que estaban teniendo sexo - sonrió - de hecho, estaba a punto de entrar a acompañarlas.
Hice una mueca de asco por reflejo.
No dije o hice nada más, nadie lo hizo. Caminamos en silencio de vuelta a la biblioteca con Brody detrás nuestro. Podía sentir su mirada en mi trasero y eso me daba arcadas.
La biblioteca estaba tal y como la dejamos.
- Te las devuelvo.
- Gracias - respondió la chica de las trenzas.
- Igual y puedes devolverme el favor al rato. Ya sabes, a solas.
- Eres repugnante Brody.
- Por favor Nerea, ¿Tú también eres lesbiana?
Ella no dijo nada, solo cerró las puertas tras nosotras y volvió a su puesto de vigilancia, donde después empezó a comer un sándwich - el cual no tengo idea de dónde sacó -.
Realmente tenía la pequeña esperanza de que cuando regresaramos del baño todos los estudiantes aquí hubieran tenido la valentía de unirse para escapar. Cosa que obviamente no pasó.
Para ser honestos, el instinto de supervivencia que nos obligaba a tener nuestros traseros pegados al piso era más grande que cualquier otra cosa.
Elaine fingía dormir en mi hombro, sé qué intentó hacerlo de verdad, pero su respiración no era del todo tranquila como cuando estaba perdida en el sueño.
Arriba de uno de los libreros había un reloj de pared, lo miré durante casi dos horas hasta que un par de chicos llegaron y le dijeron algo a Nerea.
- ¡Arriba! - mi novia se despegó de mi hombro ante el grito de la chica trenzada - todos, arriba.
Prácticamente podía tocar el miedo en el que navegamos. Se veía, pero sobre todo, se sentía. Como un humo negro que marea y te hace querer correr cuando tus pulmones se quedan sin nada de aire y te sientes desvanecer en el suelo.
Esta vez Elaine me tomó de la mano, apretó con tanta fuerza que una parte de sus dedos se volvió blanca. Ya no temblaba, eso era algo.
Mientras caminábamos hacia la cafetería recordé la vez que me dí cuenta que estaba enamorada de ella.
La castaña siempre supo que le gustaban las mujeres. Para mí fué algo más confuso.
- Alyssa, estoy en problemas. - después de mucho pensarlo, decidí hablarlo.
- ¿A quien te cogiste?
- Esto es en serio.
- Bien, cuéntame.
- Es Elaine.
- ¿A quién se cogió Elaine?
- Por favor, ahora no.
- Lo siento - dejó de sonreír - Cuéntame.
- Creo que me gusta - no podía dejar de mover las manos, estaba nerviosa - creo que me gustan las mujeres en general, pero en especial ella.
- Supongo que no lo sabe.
- No. Pero ese no es el problema - la seriedad con la que la castaña se estaba tomando todo me sorprendió, pero también me hizo sentir cómoda - Esque también me gustan los chicos. No me puedo decidir.
- No tienes que hacerlo.
- Pero es tan confuso.
- Si, pero no estás en la obligación de hacer absolutamente nada. Bueno, le debes decir lo que sientes a Elaine, pero házlo cuando estés lista.
- No sé. Quiero decir, siempre he sabido que me gustan los hombres, pero esto no se siente igual. - Alyssa se puso de pie y me miró a los ojos - Y sí no se siente lo mismo con hombres que con mujeres, ¿Realmente me gustan los dos?
Eso me estuvo dando vueltas en la cabeza durante semanas. Preguntándome a que me sentía atraída y a que no, dudando hasta de mi misma.
Alyssa se sentó en la esquina de su cama. Sus ojos color madera mas serios que nunca, pero también relajados.
- Escúchame. Esto no define que eres o que no, es solo una característica mas de ti.
Tenía razón, me costó entenderlo,pero mi amiga tenía razón.
Resulta que, si me gustan los dos. Y resulta que estoy muy enamorada de mi novia.
- ¡Siéntense! - la gruesa voz de West me recordó que ya estaba en la cafetería - Los quiero separados, solo dos personas en cada mesa.
En mi campo visual aparecieron mas estudiantes, algunos rehenes, otros sostenían diferentes tipos de pistolas. Incluso creo que vi a un chico apuntar a la espalda de alguien con un taser.
Entre mas tiempo pasaba, la idea de salir a salvo de aquí se veía menos creíble.
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Holaaaa.
Tomen, les hice otra foto.
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Aclaro que esta también la saqué de Pinterest, créditos a quien sea que haya tomado la foto de fondo.
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