El Nuevo Señor Oscuro(El Señor De Los Anillos Fanfic)

Extra 1: Amenaza Pestilente.

En alguna otra parte del mundo.
La curiosidad, aquella herramienta que le da el significado a la palabra vida, ha desviado a diversos seres de la existencia misma al borde de la auto aniquilación o les a propulsado a niveles insospechados para alcanzar sus máximas cuotas para no rendirse inteligentemente.

La fuente de innumerables riquezas y también de infinidad de calamidades, todas englobadas en una sola palabra: Curiosidad. Hay un dicho que siempre se ha repetido, no se sabe quien o que lo inicio, sin embargo hay en aquel mensaje una cruda verdad: el diablo está en los detalles.

El concilio blanco no tuvo ni la más mínima idea de con que o con quien se estaban metiendo, y precisamente eso mismo, la ignorancia y el desconocimiento son un arma y la perdición así como lo es la sabiduría, empleada en manos inexpertas o ineficaces, desencadenan caos a su pasó.

En otro continente todo un malévolo desorden fue desatado hace mucho tiempo ya, el día en que una bestia alada descendió sobre sus costas en el sur, acabando con buena parte de todo rastro de vida salvo por el oro, metales preciosos, joyas y los listos que decidieron huir antes tiempo hacia el norte debido a los inicios de una guerra precursora entre las facciones más poderosas que surgieron en ese periodo de antaño.

Por un lado estaban una coalición formada de reinos de múltiples especies: humanos, altos elfos, enanos, elfos oscuros, pandas antropomorfos y algunos más. Por el otro, eran un conglomerado de orcos con rasgos de cerdo dirigidos por un brujo muy poderoso, iniciando una batalla sin cuartel por la supremacía del continente entre los nativos y los recién llegados.

Sin embargo ambos se vieron sobrepasados por la insolita alianza entre aquel reptil dorado y un hechizero al que se le conocería mas tarde como "el traidor" en aquella coalición de especies, ese hechizero jugó a ambos bandos y obtuvo un anillo de poder gracias al dragón, el cual aportó para su asociación a cambio de un botín igual de valioso, literalmente regurgitandolo desde su estómago para posteriormente ser limpiado completamente para su uso.

Con ese artilugio, el hechizero incremento de sobremanera sus poderes y su corrupción se completó, debido a su abrumador poder arcano, el anillo se doblegó ante el y separó su conexión de su hacedor original, su primer movimiento fue arriesgado pero interesante.

Tras una serie de victorias entre las sombras y acabar asimilando a una gran mayoría de la facción invasora a su propia hegemonía, se rebeló ante el mundo conocido como el nuevo señor de las tierras y procedió a atacar la capital principal de la primer facción de forma sorpresiva e inesperada usando un letal conjunto de no muertos, orcos, espectros y según decían, demonios también. Así cómo enviar a su nuevo aliado para acabar con el nexo de sus opositores.

En aquel día, la ciudad fue doblegada hasta el límite, los caballeros, los ejércitos y héroes que permanecieron en la guarnición dieron lo mejor de si en aquel día para proteger la fé en el futuro, la supervivencia de sus especies.... pero ni eso fue suficiente, todo concluyó en una metrópoli llena de escombros, incendiada, en conjunto con masas deformes de carne irreconocible, témpanos, huesos, músculos y órganos repartidos en los callejones que terminó siendo el alimento perfecto para los conquistadores, ese día no hubo prisioneros, no hubo misericordia de morir por obra de alguna magia maligna, era un aviso, un mensaje directo.

Más tarde se encargó de teletrasportar los huesos y restos no comestibles a las ciudades cercanas y al resto de estados de la región, un mensaje indirecto pero desolador: Quien se opusiera al "traidor" sufriría en mismo o un destino peor a la propia muerte. Ya no se trataba de una guerra cualquiera, era una batalla por la supervivencia ante un exterminio indiscriminado, una guerra santa entre la vida y la muerte.

Mientras avanzaba en su conquista, una inhóspita neblina se adelantaba junto a el, aquella nubosidad absorbía la esencia misma de la vida, arrasando con todo a su paso como una insaciable marea de langostas, incluso los cadáveres recientes perdieron todo rastro de carne, dejando apenas más que huesos.