No Soy Para Ti (Adaptación AvaLance)

" ¿Tu cuarto o el mío?"

Mismo día a la noche – En el departamento

- ¡Mierda! – era la única forma de expresarse que tenía Sara cada vez que miraba el reloj. Ya eran la una de la madrugada y no había rastros de que Ava pisara el departamento. Apenas pasó la puerta del estudio de tatuajes, salió decidida a esperar que la chica llegara a su departamento y hacerle las miles de preguntas que tenía dándole vueltas en la cabeza desde que la conoció. Pero esperar a Ava no estaba nada fácil.

La tarde entera había sido un suplicio. Primero fue Zari quejándose por todo, desde la poca presión que Sara había puesto sobre Ava acerca del tatuaje, hasta como Charlie le había dado el teléfono a ese "calvo seguramente recién salido de la cárcel", según palabras de la misma chica. Por supuesto que esto desató una pelea entre ambas chicas dejando nuevamente a Nate, que aun seguía un poco agitado por susto que le pegó Ava, y a la misma Sara entre medios de ellas nuevamente. Y por supuesto que después de eso, todo siguió con Charlie yéndose a dormir al departamento de Nate y con Zari yendo a algún bar de mala muerte a buscar cualquier chica con la que pudiera pasar la noche. Objetivo que su amiga cumplió a la perfección, porque horas más tarde, cuando Sara estaba empezando a leer un libro que le ayudará a pasar más rápido el tiempo, su amiga cayó con una peliroja ebria que fue a parar derecho a la habitación de su socia. La pelea de Charlie y Zari fue el único momento que Sara no quiso ver que Ava apareciera por la puerta, si llegara a ver la dramática forma en que Charlie lloraba y la exagerada forma en que Zari la trataba. La empresaria estaba segura de que se quedaba sin socia. No conocía a Ava pero por la forma en que se había preocupado por la bailarina, Sara dedujo que la morena tenía un lado protector muy desarrollado.

Otras de las cosas que Sara optó por hacer ese día con vistas a que el tiempo fuera más rápido, fue llamar a sus padres. Ella venía de una familia muy unida y donde el respeto, cariño y comunicación nunca había faltado, por eso tanto sus padres, su hermana o ella, se encargaban de hablar a diario y de decirse cuanto se extrañaban.

La conversación con su padre fue dese campeonatos de golf, a obligar a que Sara le prometiera que los iba a visitar, a cuanto extrañaba a Sara en Star City, a recordarle cuanto detestaba al vago de su novio, hasta los negocios de Sara en New York. Por su parte Dinah, su madre, le contó a cerca de cada preparativo que la pareja estaba llevando a cabo para el aniversario de sus bodas de plata, le chismeó acerca de su vecino y la manía del hombre de mirar a su madre mientras tomaba el sol en la piscina, despotricó también en contra de su novio y finalmente, para sorprender a Sara, le preguntó por Ava.

Ahora bien, estos dos últimos temas consultados por cada uno de sus padres, eran dos mundos distintos para Sara, Mientras en los negocios la rubia se movía como un pez en el agua, con Ava parecía el padre de Nemo entre las anémonas, sabía que si hacía un paso en falso se podía quemar o algo parecido. Sara tenía un talento natural para los negocios, ya desde chica lograba que el estúpido vecinito de la casa donde creció, le cambiara el delicioso helado de dulce de leche cubierto en chocolate por su sana manzana, para ella era simple y todo le resultaba a su favor. Con la morena era distinto, con Ava sentía que perdía cada vez que hacía un intento para acercarse a ella. Con la tatuadora Sara sentía que era la última en ser reconocida, Ava no parecía tener la misma debilidad que ella sentía por la morena... en fin, todo el mundo Ava le era desconocido y eso la frustraba cada vez más. Por eso después de que se encargó de contarle a su madre la poca información que tenía, estuvo más decidida que nunca a quedarse hasta la hora que sea a enfrentar a la morena, su madre le había hecho ver cosas que quizás a ella se le estaban pasando y por eso ahora estaba recostada en el sillón, con uno de sus libros preferidos y cada vez que miraba el reloj y volvía a insultarlo - ¿Cuándo llegaras shar...?

Ruidos afuera del departamento la alertaron, Sara se enderezó y prendió el televisor rápidamente, tampoco era para parecer que la estaba esperando. Tenía todas sus preguntas en la punta de la lengua, apenas viera aparecer a la chica por la puerta las iba a lanzar una por una. Llaves intentando de abrir la puerta le confirmaron la llegada, una última miradita en el reflejo de uno de los vidrios y estaba lista.