No Soy Para Ti (Adaptación AvaLance)

"Hasta aquí llegamos"

Sara se dejó caer en lo sillones del reservado, el baile la había agotado - ¿Qué haces? – miró como Ava estaba parada frente a ella con una mano en sus espalda. Obviamente la ex rubia nunca se percató de que esa mano tenía bien aferrada la cajita que contenía el hermoso anillo de compromiso comprado en Logue – Ven aquí amor – la apuró Sara, quería volver a los besos rápidamente.

Ava agitó la cabeza en negativa - Quiero... me toca... quiero... me toca cobrarme la prenda – dijo nerviosa.

Sara miró para todos lados - ¿Aquí? – no estaba segura de que el área estuviera apta para hacer lo que la morena quisiera.

Ava asintió – Es... es fácil – le dijo -solo tienes que decir que... solo tienes que decir que si y listo – agregó como si nada

Sara frunció el ceño - ¿No puedo decir que no? – preguntó tratando de pensar cual era el engaño.

- No – sentenció la morena – Tu prenda es... es contestar sólo que si – repitió tomando aire, ahora solo faltaba arrodillarse.

El cuerpo de la morena empezó a bajar...

- ¡QUE LOS CUMPLA FELIZ! ¡QUE LOS CUMPLA FELIZ! – Ava se incorporó rápidamente volviendo a apretar la cajita entre sus manos. Apenas se reincorporó del todo vio a Zari y Charlie entrar con una enorme torta entres sus manos. Cerca de ellas estaban Jhon y Dean. Las velas del pastel estaban prendidas y detrás de ellos venían todos los amigos de Sara que estaban aquella vez en el departamento más un montón de gente que la morena no conocía – ¡QUE LOS CUMPLAS QUERIDA SARA! ¡QUE LOS CUMPLA FELIZ! – La morena se hizo para atrás de inmediato dando lugar a que Zari y la bailarina se acercaran para que Sara soplara las velas.

La pelirroja tenía una sensación rara, sus ojos iban entre Ava y sus amigos - ¿Tú sabías de esto? – le preguntó a la morena agarrando su mano. Ava negó rápidamente, esto no le gustaba nada pero si su novia estaba feliz no había nada que hacer.

- ¡Es una sorpresa! ¡Sopla ya Pelirroja culona, que me estoy cansando de tener este estúpido pastel! – Por la música ninguna de las tres chicas alcanzó a escuchar a Ava murmurar lo perfecto que era el trasero de Sara – Spooner llamó a Charlie para pedirle tu teléfono y de paso nos contó de la reserva de la rari en este lugar – dijo la latina mirando de costado a Ava – Tan solo un llamado y organicé todo ¿Zari Tomaz puede o no con todo? – Zari se sentía orgullosa mientras que Ava estaba planeando una forma de comunicarse con su empleada para despedirla.

- ¡Pide tres deseos Sara! – la animó Charlie para que soplara las velas.

Sara sonrió y tomó aire para apagar las veinte y cinco velitas. Todo el mundo en la sala aplaudió y Ava tuvo que soltar a su novia para que pudiera recibir los saludos de toda la gente que quería felicitarla.

Poco le molestaba todo eso mientras la sonrisa de la empresaria seguía en su lugar, el problema llegó cuando Ava vio al estúpido chico de peinado raro acercarse con su sonrisa seductora y caminando como si se llevara todas las miradas del lugar. Ava detestaba a ese chico más que a ninguno, bueno el otro alto tampoco le caía bien – Ese era Finn – pero al menos no se trataba de comer a Sara cada vez que la veía

- ¡Sara! – la saludó Queen abriendo sus brazos para abrazar a la ex rubia – Que bueno verte y encima en tanto detalle – los ojos del chico se fueron hacia el escote de la empresaria y Ava tuvo que obligarse a clavar sus pies en el piso.

La morena odió que la sonrisa de Sara siguiera allí aunque estuviera el chico y le dijera cosas que Ava no aprobaba - ¡Queen! – la pelirroja lo correspondió el saludo y se dejó abrazar por el muchacho. Ava pudo ver que el chico quiso besar en la boca a Sara pero ella lo esquivó con facilidad y le puso la mejilla. El chico se dio cuenta y rio con una carcajada. Ava pensó que el chico se veía bien. Era alto y tenía su físico marcado. Vestía con ropa cara y moderna y tanto su color de piel como su peinado combinaban a la perfección el look de chico malo que atraía a casi todas las mujeres. La morena veía a su novia interactuar con el muchacho y veía la pareja perfecta, ella no le llegaba ni a los talones a Queen - ¿Cómo estás Oliver? – la voz de Sara la sacó de sus pensamiento.