"¿Coco o llena?"

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Quince minutos más tarde Ava estaba sentada de brazos cruzados en una de las reposeras de la piscina del jardín mirando atentamente cada movimiento de su novia con Oliver. Sara y el chico charlaban entretenidamente del otro lado de la piscina, un poco más alejados justo enfrente de la morena. La rubia se había ubicado de tal manera que su novia pudiera ver cada caricia provocadora que Oliver le hacía a Sara y que la empresaria no esquivaba para nada. De vez en cuando la rubia pasaba sus manos por los brazos marcados del muchacho haciendo que la morena tuviera que poner extra fuerza en su agarre para no ir y darle un merecido puñetazo en la cara al chico. "Compórtate Ava" eran las palabras que con la voz de Sara recordaba la morena y que la hacían frenarse.

Pero cuando la risa de la rubia retumbaba en el jardín Ava se tensaba y mordía su boca con cada rose que el estúpido chico le entregaba a quien se suponía que tenía que ser su futura esposa. Y ni hablar de lo que le provocaba a Ava que la boca del chico estuviera tan cerca de la oreja de Sara. La tatuadora estaba segura de que su alma había salido de su cuerpo y estaba corriendo cual expectrum patronus para proteger a Sara. Protección que ella debería estar dando, pero en lugar de eso, Ava, tenía que estar vigilando a sus hijas, o eso era lo que la había mandado a hacer Sara y lo que menos estaba haciendo Ava. Beth y Sophie ya mandoneaban a Molly lo suficiente y además los cuatro abuelos más las dos mellizas estaban alrededor de la piscina también. Después de todo era la última tarde que iban a pasar con las niñas antes que se volvieran a New York y los mayores quería disfrutar de sus nietas hasta el último segundo y eso le dejaba bastante tiempo a la tatuadora para sentarse a absorber como su novia la provocaba.

Ava dio una rápida mirada a sus hijas y después a los mayores. Las mujeres se reían de cualquier anécdota que las mellizas estuvieran contando mientras que cerca de ellas Quentin y Randy se habían encargado de la difícil tarea de inflar cada uno de los animales inflables que Molly y Ava habían comprado. Hasta ahora el recuento era, cuatro ballenas, dos cocodrilos y un delfín rosado, y todavía faltaban bastantes. Ava miró a Molly corretear con el perro entre sus brazos mientras Beth y Sophie la retaban y se quedó tranquila, todo estaba normal. Bueno casi todo, porque el estúpido ese seguía tratando de conquistar a su futura no esposa.

- ¿Puedes dejar de mirarlos así? – Zari se había cansado de las muecas de tristeza que Ava hacía mientras Oliver manoseaba sin pudor a Sara.

Ava no dijo nada, tampoco quitó la vista de la pareja, solo se limitó a alzarse de hombros y a agarrarse fuerte de la reposera cada vez que el chico tocaba a su novia.

Zari giró los ojos y sin dudarlo le dio una palmada en la cabeza a la morena.

Ava giró de inmediato y miró a la latina enfurecida - ¿Por qué... por qué... por qué...

- ¿Por qu... por qué.... Por qué... - Zari imitó a Ava con alevosía y burla – Te lo mereces por rara – le dijo levantando su mano para frenar cualquier palabra que pudiera salir de la morena – Y antes de que alguna raripalabra salga de tu rariboca te voy a explicar algo – le aclaró la latina quien giró los ojos cuando la morena volvió a levantar los hombros como si nada le importara

- La idiota de tu novia...

- No es... Sara no es idiota – Sara es perfecta para ella.

A esta altura Zari pensaba que iba a tener que dejar los ojos girando permanentemente - Escúchame una cosa rari, esto va a funcionar así, yo hablo y tu escuchas ¿de acuerdo? Y no quiero una levantadita de hombros como respuesta ¿Me oyes o el terrible rarón que tienes entre tus pernas ha crecido de tal manera de mirar a tu rubia que ha llegado a tapar tus oídos? – La latina tuvo que aguantar la sonrisa cuando la morena se tomó el tiempo de mirar el estado de su bulto.

No Soy Para Ti (Adaptación AvaLance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora