"Llegó la pizza"

408 14 3
                                    

Rato después – Oficina de Sara

Sara había decidido que era mejor que ella misma acompañara a Ava hasta el estacionamiento. No porque no confiaba en Amy, sino porque primero que la mujer aun no salía del estupor de ver a la tatuadora desnuda y segundo, y no menos importante, si la pelirroja acompañaba a la morena, de esa manera podía aprovechar el ascensor para repasar las partes de la boca que amaba de la otra chica y dejar que Ava esculcara su boca como ella quisiera, o podía aprovechar la poca luminosidad del parqueadero de autos para, apoyadas en el camioncito de helados, repasar el contorno del pene de la morena con sus propias manos y de paso, también podía dejar que Ava se desquitara jugando un rato con sus pechos. En fin, hicieron todo eso y un poco más. Toda la diversión terminó cuando el guardia del estacionamiento encendió el pitido que avisa la entrada de un nuevo auto y la pelirroja le dio el último y profundo beso a su chica para dejarla ir toda rezongona por su erección sin tratar. La sonrisa que Sara portaba en su rostro a medida que caminaba por el edificio le dio que sospechar a más de uno de sus propios empleados. La pelirroja no sabía si la miraban por eso o por su raro caminar, sea por lo que sea, Sara lo llevaba con orgullo, la sonrisa porque tenía una novia que la hacía enamorarse cada vez más y su caminar, porque para ella era una medalla de honor, no cualquier recibe el exclusivo trato del rarón y vive para contarlo.

- Amy... - Llegó al escritorio de su secretaria.

- ¿Se encuentra bien Señorita Lance? – La mujer la miraba como una madre preocupada mira a su hijo.

Sara alzó una ceja y contestó – Estoy perfecta Amy, gracias por preoc...

- ¿Está segura? Porque... disculpe si me meto pero... es que... como decirlo... lo que vi es... es... es... - la preocupación de la mujer no encontraba palabras.

- Amy – la frenó Sara – Estoy muy bien. Agradezco tu preocupación de todas maneras – Tampoco había tanta confianza entre ellas – ¿Terminaste con tus tareas? – le preguntó.

- Por supuesto señorita Lance – le aseguró orgullosa de su propio trabajo – Ya limpié su agenda de hoy como usted me ordenó y todos los asuntos urgentes ya están solucionados – informó

- Perfecto – dijo Sara – Da el aviso de que todos los empleados tienen el resto del día libre y después de eso puedes retirarte, muchas gracias por todo Amy – le dijo a su empleada - ¿Algún problema? – la mujer se le había quedado mirando como si de su boca escupiera fuego.

- Disculpe pero... ¿Me podría repetir lo que acaba de decir Señorita Lance? – pidió con respeto la mujer.

- Amy – Sara se resignó – No has escuchado mal ni nada por el estilo. No tengo la cabeza en el correcto lugar para trabajar esta tarde – la cara de pícara de Amy lo dijo todo – ¡Exacto! – Sara le adivinó el pensamiento – Ya sabes dónde está mi cabeza y por eso si yo no trabajo, no puedo obligar a mis empleados a hacerlo también, por lo tanto tarde libre para todo, no pasa nada si en una tarde no trabajamos – anunció retirándose para su oficina – Hazte cargo por favor – ordenó suavemente. Amy miró el teléfono sabiendo que le esperaba una difícil tarea de convencer a los empleados de que lo que decía no era una broma.

Apenas Sara entró a su oficina se encontró con la mirada de Zari sobre ella. La latina estaba sentada sobre el escritorio y la miraba seriamente y de brazos cruzados. Sara le respondió mirándola con la misma seriedad. Zari fue la primera en quebrarse cuando de su boca salió una mueca de burla y le abrió los brazos a su amiga.

- Zari... - Sara corrió a los brazos de su amiga y se fundieron en un fuerte y acogedor abrazo de esos que compartían en verdaderos momentos de necesidad y que Sara solo recordaba haber compartido con Zari cinco de ellos, uno cuando ganaron su primer campeonato Nacional de porristas, otro cuando Zari le confesó a Sara su homosexualidad, un tercero cuando Charlie le dijo a Zari que estaba enamorada de Artie, el penúltimo cuando Sara y ella se abrazaron luego del test de embarazo negativo que la ex rubia se tuvo que hacer porque pensaba que estaba embarazada de Leonard y el quinto y último hace unos días luego de que Charlie anunciara su noviazgo con Jhon. Este era el sexto en casi veinte cinco años de amistad – Soy tan feliz – le confesó Sara.

No Soy Para Ti (Adaptación AvaLance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora