"La presidenta"

487 19 2
                                    

Ava siguió amándola hasta que Sara alcanzó su cuarto orgasmo de la noche. La morena se había encargado de haberla recorrido toda y de que no quedara centímetro de su piel sin reclamar como propio. Pero ahora, en un tiempo de descanso, la morena estaba sorprendida por lo que Sara le estaba diciendo - ¿Nunca, nunca? – preguntó incrédula mirando a la rubia que descansaba en su pecho. Sara todavía agitada y con los ojos cerrados, agitó la cabeza para mirar - ¿Nunca más de un... nunca más de un orgasmo? – Hizo la pregunta completa y volvió a tener la misma respuesta - ¿Estás seg...

- Ava... - Sara no quería escuchar más la misma pregunta – Bésame, por favor – pidió

Se fundieron en un abrazo de piel ardiente, muslos entrelazados, bocas sedientas y con los ojos cerrados y manos sin vergüenza. Sara deslizó su propia mano entre sus cuerpos y sorprendió a la morena al sujetarle el miembro. Ava se arqueó y gimió como si la hubieran herido de muerte. Su pene creció en la mano de Sara, mientras el beso se profundizaba y los dedos de Ava separaban los labios de la vagina para hurgarla. No hallaban la saciedad, no existía fin.

- Quiero ponerme sobre ti – le dijo la ex rubia.

Ava sonrió – Puedes hacer conmigo lo que quieras – le dijo entregada.

Con mucho esfuerzo se paró del sillón y buscó otro condón agradeciendo haber estado preparada para esa noche. Volvió a Ava y le colocó el preservativo bajo su atenta e intensa mirada. Cuando se acomodó, volvió a sentirse nerviosa por el tamaño de la chica – Ayúdame – le dijo suavemente a la morena y esta no dudó en seguir su indicación. La ayudó a acomodarse y a deslizarse sobre su pene duro y caliente hasta que el cuerpo de Sara lo tragó por completo, el rostro de Sara pasó del dolor al placer en milésimas de segundos. Poco a poco Sara se iba meciendo sobre Ava e iba encontrando el vaivén correcto.

Por su parte, Ava no atinaba a nada, se limitaba a admirar a la mujer que estaba sobre ella. Con sus enormes pechos resaltando, le recordaba más que nunca al dibujo que había hecho sobre la pared de la oficina. Su Sara. Su amor. Su autoritaria y dulce mujer sin vello, pelirroja y con celestes ojos. Su dama. Ella nunca había estado en los planes de Ava, pero solo tuvo que abrir una puerta para encontrársela. En verdad la morena nunca había buscado enamorarse, pero Sara le provocaba una clase de pasión que jamás había sentido, ni siquiera con sus dibujos. Sin duda su vida había cambiado y ya no la podía pensar sin Sara en ella. El sentimiento que salía de Ava, el amor que sentía por la mujer que estaba moviéndose sabrosamente sobre ella la emocionó. La morena se incorporó para quedar frente a ella. Sara se acomodó y la recibió en su nueva postura.

- Mírame por favor – le pidió la morena a Sara. Por unos instantes se contemplaron en silencio – Eres lo más lindo que he visto en mi vida – le dijo sincerándose.

- Tu eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Hiciste que naciera de nuevo, que volviera a recuperar esa Sara que perdí y tanto quería que volviera – confesó.

El placer las sorprendió con los labios unidos y ambas gimieron en la boca de la otra hasta que se desarmaron sobre el sofá. Se quedaron quietas mientras recuperaban el aliento. Para malestar de la morena, Sara salió de ella y bajó del sillón para después caminar hasta la pared pintada por Ava. La morena se incorporó sobre sus codos para contemplar a la ex rubia.

- Adoro lo que hiciste – le dijo desde su lugar – Podría pasarme horas mirándola – la pared era una pintura en sí misma.

La pelirroja se perdió en los detalles hasta que sintió como Ava la abrazaba por detrás. El pene de Ava se coló entre sus nalgas haciendo que Sara se mordiera sus labios, estaba cansada pero el deseo nunca cesaba – Este es el primer día feliz de mi vida. Y es gracias a ti – la voz de la morena hizo que un escalofrió la recorriera de punto a punto. Pero no era una mala sensación, al contrario era una sensación de placer.

No Soy Para Ti (Adaptación AvaLance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora