Puertas al cielo

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Los nudillos de Alois estaban destrozados, tocaba aquella puerta con tal intensidad que podría escucharse hasta las puertas del cielo, esperando impaciente que aquel compañero de aventuras le abriera y así acabar con su agonía mental.

  Mientras que del otro lado de la habitación el joven de orbes azules aun reposaba bajo el frío agarre de su acompañante, el cual al escuchar que llamaban.

  A la puerta debió alejarse, y con mucho desdén comenzó a alarmarse, para no manchar la imagen de aquella señorita no sabia ocultarse, solo pudo adentrarse al closet de la habitación esperando una oportunidad adecuada para poder huir de tal aprieto.

  Aquella joven apenas despertaba y al mirar hacia un lado y notar la cama vacía un sentimiento de nostalgia le atacaba, solo podía sentir ese intenso sentimiento de abandono, y ese auto castigo por sentirse idiota y por pensar en aquel frío riesgo de que alguien lo notara, sentía aquel crudo sentimiento de abuso de sentir que ahora su imagen estaba permanentemente manchada, este tocaba su cuello buscando rastros de aquella cercanía que habían tenido bajo las sabanas que aún tenían su esencia viva, recorria con sus manos cada parte de si pensando en que cosas dirían de él su reputación estaba por los suelos eso era un hecho y era lo único en que el podía llegar a pensar.

Sólo le quedo dar un suspiro profundo y abrir aquella puerta con los pocos ánimos de querer hacerlo, antes de acudir a ello decidió tomar lo poco que le quedaba de dignidad y cubrir su cuerpo con una de esas sabanas de seda en la cuales aun permanecía el olor de aquel hombre que por la noche le acompaño, que cruel castigo para aquel que de el paraíso prueba.

  Al abrir la puerta solo pudo ver como su fiel amigo entraba destrozado y con las manos temblando entrando de golpe callendo en la cama sin querer decir ni una palabra a medio vestir y sin un zapato era todo un arte verle así pero este no quería llegar a pensar en lo peor, el solo podía apreciar a su amigo aun en su eterno trance y solo poder brindarle consuelo sin decir nada, las palabras le faltaban ante su eterna fantasía ahogado solo disponía a guardar silencio, solo le quedaba acariciar la espalda del rubio mientras a su lado reposaba con tan solo un llanto ahogado se escuchaba, y justo allí aquel hombre que se ocultaba sintió que era su momento perfecto para escapar sin ser notado por ninguna de las dos, pues su presencia había pasado a segundo plano.

Este colegio escondía cosas que para el ojo humano era mejor no probarlas, ambos se sentían usurpados ya no podían reconocer quienes eran ni cuando se miraban al espejo que clase de broma seria esta se preguntaban en su interior que tanta humillación debía tener un ser humano para conseguir el respeto mínimo que cada persona debería ofrecer por inercia, ¿acaso el dinero lo puede comprar todo incluso el respeto, o se debe perder la dignidad para poder obtenerlo?.

Estamos condenados al infierno bailando sobre agujas en los zapatos de una señorita-era lo único que de los labios del joven de cabellera azul lograba formular sin sentirse que le faltaba el aire-

Ya no puedo reconocer lo que soy o quien seré, vestir el porte de una mujer es la peor agonía a la cual se puede someter el ser humano, como puedo sentir que soy yo sin dañar lo que queda de mi, respeto a las damas como respetar la delicadeza de una rosa marchita o en su punto de quiebre, pero incluso hasta para nosotros es difícil conllevar lo que ellas deben soportar a diario o como su silencio tiene un valor tan alto-el rubio sin levantar la mirada de aquellas sabanas le decía a su compañero sin querer contarle sobre la agonía que había vivido y que para su desgracia internamente había disfrutado, sin saber si fue por acto de supervivencia o por sentirlo muy adentro de su ser como si este el alma le hubiera robado, este ahora seria su cazador de almas perdidas su niño de ojos oscuros y andar funebre-

Ambos estaban perdidos en el manjar de sus pensamientos pecaminosos esos que nunca habían probado ese mundo tan nuevo y lleno de lucro acaso pertenecían allí a ese lugar y sus cuatro paredes que ahora solo deseaban con locura calleran sobre ellos.

Debemos levantarnos el circo esta por empezar-le dijo este tratando de darle o aportarle ánimos al joven que a su lado inconsolable se encontraba delirando internamente por una rara sensación que le desesperaba y las ganas de contarlo le mataban-

Anoche deje que alguien viera un poco de mi piel desnuda-susurraba este de manera casi inaudible como para que el menor no dijera nada al respecto pero este solo se alteró al escucharlo y jalo de su brazo para hacerlo levantar de golpe la mirada y que le volviera a confirmar sus palabras-

No solo le deje contemplar mi palidez le permití llegara a pintarme solo pudo ver un poco de mi-el joven de cabellera azabache no le gusto oír aquello saliendo de la boca de su compañero por lo cual lo abofeteó muy fuerte y lo miraba con odio, aquel rubio solo seguía hablando sobre aquella noche y diciendo que lo volvería a hacer-

Te has vuelto loco?, creo que has perdido la cabeza olvidas que aquí la reputación es más valiosa que el orgullo mismo, no quieras arruinar esto, o los dos nos iremos juntos al infierno mismo aunque me toque llevarte arrastras conmigo-este le hablaba con susurros amenazantes rompiendo cosas que adornaban la habitación sin notar que estaban haciendo mucho revuelo y llamando la atención este al percatarse un poco de que alguien podría escucharles solo dedico una mirada hacia la puerta esperando que nadie haya escuchado todo aquel drama que se profesaban aquellos dos-

Yo también merezco ser feliz a mi manera-era lo único que alois podía decir sin sentir el miedo apoderandose de su ser por completo-

Feliz?, has olvidado que no saben lo que eres y que si tan solo te llega a descubrir el va destrozar tu vida y contigo la mia no quieras jugar a ser dios o lo vamos a pagar muy caro-este ahora le sujetaba con fuerza del pecho aferrando su puño en una parte del vestido del rubio o lo que quedaba de este que ahora roto se encontraba-

No quieras hablarme de dignidad o reputación cuando sabes que esa ya la perdimos hace tanto desde el momento en que de nuestra ropa de caballero nos despojamos-este solo le miro con frialdad para después sentir como su compañero poco a poco le soltaba y mas al sentir la mirada de un tercero observando sus actos pasivo agresivos-

Ciel se acerco a la puerta y por último la cerro bajo llave.

Continuara...

colegio para señoritas (alois x claude , sebaciel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora