A L A N A M O R G A N 🦕

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Actualidad.

Era mi primer año en Liliana's, la mejor universidad del País. Me he esforzado mucho estos años para poder llegar aquí con una beca y poder pagar así lo menos posible, no es por ser una tacaña, es porque apenas tenemos dinero.  Estaba camino a las residencias más baratas del lugar, por lo que me había informado, las habitaciones tan solo constaban de dos camas individuales y de un armario para la ropa, todo lo demás sería un gasto tuyo.

Al llegar a la habitación la maleta de la que seria mi compañera de habitación estaba ya allí, abierta encima de su cama mientras acomodaba su ropa en el armario situado en el fondo de la habitación, justo al lado de la ventana.

—Veo que ya has seleccionado la cama, por cierto, soy Alana, encantada —salude a la chica mientras colocaba mi maleta encima de mi cama.

—Hola, yo soy Agnes, encantada —se presento mientras terminaba de colocar la poca ropa que le quedaba en su armario.

No hablamos más, ya que la chica en cuanto terminó de colocar su ropa salió por la puerta diciendo adiós con una sonrisa.

Agnes: amable, pelo largo color azabache, ojos color chocolate y una estatura media.

La habitación era más pequeña de lo que me esperaba pero  debido a que no había gastado ni un centavo siquiera al entrar aquí no podía pedir mucho más. Tenía dos camas, una situada al lado de la otra con la pequeña separación de una pequeña cómoda color madera, igual que los armarios, encima de la cama de Agnes se encontraba una amplia ventana y encima de la mía varias estanterías demasiado pequeñas de color blanco.

No había ninguna decoración, ninguna planta, nada, pero al menos tenía un baño para las dos solas, solo que algo me decía que Agnes no pasaría aquí mucho tiempo, y no porque la echasen, si no porque acaba de salir por la puerta y dudo que no haga lo mismo los demás días.

Después de echar una gran vista a la habitación comencé a sacar la ropa y algunos libros de la maleta. Sitúe los libros por color y tamaños en las pequeñas estanterías situadas encima de mi cama y apenas ordene la ropa, a decir verdad no me importaba mucho la ropa, tampoco me importaba si cuando me la ponía estaba arrugada o no, nunca he sido muy ordenada.

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A la mañana siguiente fui a desayunar sola, no vi llegar ni salir a Agnes por lo que deduci que se había acostado tarde y levantado temprano, o lo mismo no había dormido ni allí.

Después de desayunar me encamine a mi primera clase, era con el señor Juan, el profesor más duro a la hora de imponer castigos según toda Liliana's, los alumnos de aquí eran muy chismosos y te ibas enterando de todo lo que pasaba cada dos pasos, según una chica rubia, el entrenador de baloncesto se había acostado con una alumna y por eso lo  habían despedido. Cosas de ricos.

Al llegar a la clase me senté en la última fila, justo al lado del armario, era el sitio más cómodo porque si me daba sueño me podía recostar en el y echarme una siesta.

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Pasaron varias clases más hasta que me entró hambre y decidí saltarme mates para ir a la cafetería a comer, no había mucha gente pero si algunos grupos los cuales hacían algún deporte o alguna otra actividad.

Mama
No me has escrito desde ayer ¿todo bien?

Un mensaje de mi madre iluminó la pantalla de mi teléfono, mensaje el cual decidí ignorar, podía responder más tarde.

Me senté en una de las mesas más apartadas sola, a decir verdad no tenía amigo ni me había molestado en hacerlos, estaba bien sola, al fin y al cabo así ha sido siempre. Nini una antigua amiga mía se enrollo con el que había sido mi primer novio y desde entonces decidí cortar toda relación con ellos y no hacer muchos amigos, al menos no como ellos.

—¿Esta ocupado? —pregunto sonriendo una chica bastante alta.

—Nop, tampoco creo que alguien quiera ocuparlo.

—Pues estas de suerte porque yo si quiero —se sento sonriente dejando una bandeja con su comida en la mesa. —Soy Lía, encantada —extendió su brazo hacia mi y estrechamos las manos.

—Yo soy Alana.

—Te diré Aly.

Y allí en aquella cafetería después de saltarme una clase de matemáticas fue como hice mi primera amiga, al menos eso creía.





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