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En cuanto Chung-ho se retiró del lugar, la atención del chico se posó sin disimulo sobre Celine, quien notó de inmediato la emoción del chico y las ganas que tenía de gritar y saltar por el lugar. Y sin duda lo haría.

—San —se vio obligada a observarle con ojos de advertencia, recordándole que aún se encontraban dentro del departamento del canal y debía mantener su profesionalismo—, sé que deseas explotar, pero hay cámaras.

San observó de inmediato hacia una de las esquinas de la habitación, observando el dispositivo en el techo y, probablemente, haciendo contacto visual indirecto con el guardia de seguridad. Celine se cubrió el rostro con la palma de su mano y cerró los ojos, negando.

—Pobre hombre —murmuró—, si estuvo atento a la grabación, de seguro le diste el susto de su vida —respiró hondo y recobró su compostura—. San, actúa como un profesional, no un psicópata.

El chico se volteó nuevamente hacia ella y mordió su labio inferior con una gran sonrisa. Era claro que las palabras de Celine no llegaban a él, apenas le tocaban, la excitación de haber sido seleccionado en su primera entrevista de trabajo había creado un escudo protector alrededor suyo y, a juzgar por su expresión cada vez más ansiosa, era una bomba de tiempo.

—Bien, salgamos de aquí —decidió la chica, tomando a San por el brazo y comenzando a caminar fuera del lugar.

Sin esperar más tiempo, Celine los dirigió a través de los pasillos hasta la salida del edificio mientras el chico solo se concentraba en repasar lo sucedido una y otra vez. Estaba atónito. Entonces, en cuanto la chica los sacó de allí y soltó su agarre, San dio un salto y soltó un grito de felicidad y emoción.

Celine tan solo se mantuvo a la distancia con sus ojos fijos en él y se cruzó de brazos; viéndole celebrar de esa forma, apenas creía que tuviese 21 años, parecía un niño. Aunque lo entendía, sabía que solo estaba liberando toda la tensión que su cuerpo había acumulado mientras Chung-ho nombraba a los seleccionados.

Había sido seleccionado.

Ante aquel pensamiento, una pequeña sonrisa apareció en su rostro. A pesar de que una parte de ella había querido saber si el fracaso en la primera ronda podría ser el detonante que activara su pasión, estaba feliz por él.

Cuando dejó de saltar, Celine se acercó al chico y alzó una ceja:

—¿Lo dejaste salir ya?

San se volteó a ella con una gran sonrisa y asintió. Definitivamente la emoción continuaba en él, pero ahora podría controlarla... con algo de suerte.

Celine mantuvo sus ojos en él con seriedad por unos segundos y luego soltó una pequeña risa.

—Bien hecho, lo lograste.

Las palabras de su monitor hicieron que las ganas de saltar por el lugar volviesen a invadirle, pero San intentó controlarlas asintiendo frenéticamente mientras movía sus manos en un baile de la victoria.

Celine puso sus ojos en blanco con gracia y suspiró.

—¿Qué tal fue?

—Fue igual a lo que practicamos —respondió con cierta incredulidad—, me sorprendió, por un momento creí que eras tú poniéndome a prueba de nuevo. Me preguntó por el trabajo en equipo, por mis conocimientos, por-

—Espera —Celine le interrumpió en cuanto recordó un detalle—, ¿entonces por qué Chung-ho se reiría? No recuerdo que hubiésemos practicado eso —murmuró pensativa—. ¿Qué fue lo que dijiste?

San separó sus labios para responder, pero luego los juntó al recordar lo sucedido, escondiendo un poco su vergüenza.

—Yo... —intentó buscar la forma de explicarlo— Bueno- él-... Chung-ho dijo que estaba sorprendido de saber que era mi primera entrevista, porque parecía tener experiencia en ello.

BEYOND | Choi SanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora